La autotrascendencia

Cualquier cosa que nos una tiene un aire de sacralidad

Jonathan Haidt

La autotrascendencia es un rasgo de personalidad psicológicamente medible (test de Cloninger) y que puede definirse como el deseo o la sensación de pertenecer a algo más grande que uno mismo, a un Todo del que nosotros somos parte. El pensamiento común (profano) no suele dar lugar a este tipo de vivencias de pertenencia o filiación, pero a veces en determinadas situaciones tenemos acceso a ello, en aquel lado de más allá del espejo..

Usualmente este acceso es descrito con una sensación de júbilo o de éxtasis, de un sentimiento oceánico como decia Freud y que supone la dilución del Yo en un nosotros. Esta dimensión de nuestra personalidad es conocida con el nombre de espiritualidad y eso que se encuentra al otro lado de lo profano es conocido como «lo sagrado».

Lo interesante de la formulación de Haidt es que considera que la autotrascendencia, a la que se puede llegar a través de drogas, la religión, experiencias grupales de tipo deportivo o aun en la guerra, sucede porque nuestro cerebro está diseñado para ponerse en modo «nosotros» (grupo) del mismo modo como puede trabajar en mode «Yo» que es como trabaja la mayor parte del tiempo. Naturalmente el mode «nosotros» apaga o amortigua el mode «yo» que es al parece lo que se encuentra en la base de estas experiencias místicas, espirituales o sagradas que evolucionaron en nuestro cerebro precisamente porque en algun lugar de la selección natural aparecieron como ventajosas para aquellos individuos que las adoptaron.

Pero es mejor que veaís el video de TED donde Haidt nos lo cuenta basándose en la teoria de la selección basada en el grupo de Wilson, de la que hablé aqui.

Bibliografía.-

Cloninger, C. R. (2000). Biology of personality dimensions. Current Opinions in Psychiatry, 13, 611-616.

7 comentarios en “La autotrascendencia

  1. La mayor de las trascendencias es darse cuenta, conscientemente, de que somos un simple eslabón en la cadena de transmisión de la vida. No hay duda de que «lo trascendente» reporta ventajas en el proceso de selección natural; de lo contrario o se habría extinguido o no existiría. Igual ocurre con los psicópatas -sin entrar ahora en el concepto-, cuya ‘utililidad’ para el proceso evolutivo-selectivo resulta obvia.

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  2. Todo depende del valor que le otorgue uno a la experiencia trascendente, creo.

    En otras palabras, lo importante es la capacidad que puede llegar a tener dicha experiencia en términos de crear un nuevo orden de cosas en la mente. Es un proceso de comprensión aumentada (efecto ¡Evreka!) seguido de otro de resignificación de lo biográfico, de lo experiencial. Es, «una nueva clave», digamos.

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  3. He estado pensando en lo que dices respecto a diferencias entre el mode «nosotros» y el mode «Todo» y creo que de existir ese mecanismo estaria relacionado con la comprensión o explicacion que todo Yo le da a la vida y como todo Yo es autoconsciente y recursivo no cabe duda de que la experiencia religiosa evolucionó de un modo muy cercano a la experiencia grupal prbablemente a partir de totems protectores.
    Todo parece indicar que la dilución del Yo aporta resultados beneficos para el individuo (todos tenemos una sobredosis de nosotros mismos) de modo que creo que el fenomeno es el mismo, algunos solo pueden salirse de si mismos cuando gana su equipo de futbol y otros «no se conforman con menos que Dios», pero a mi me parece que los fenómenos misticos, espirituales son sobre todo afiliativos y están relacionados con la autotrascendencia.

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  4. Si, si, a eso. Naturalmente esta cuestión incide sobre la del trance, el «rapto» y a la posibilidad, existente o no, de acceder a ese estado alterado de consciencia que Durkheim llamó «lo sagrado». Eso es «la calidad» de lo que cambia.

    Otra cosa es el significado nuevo, genuinamente nuevo que aparece al habérsele añadido esa nueva calidad a una experiencia (actual o antigua): aquí empieza la resignificación, el «Yo diluido en otro contexto» o algo que podría llamarse de esta manera.

    Mutatis mutandis es la situación del búfalo pastando solo o, trás el rayo súbito, la estampida del grupo hacia el abismo.

    Y menciono esto porque no se trata en el excelente video de Haidt el problema de la histeria colectiva. Es decir: del sentimiento común pero en estampida.

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  5. Si. la clave está en esa autotranscendecia que supone el «mode todo» y el refinamiento cognoscitivo que supone libre de la nota autoreferencial. Lo que tiene un determinado correlato neuronal y una visión del mundo no centrada en nosotros mismos(en realidad conocer en sentido fuerte supone salir de sí). La salida de si de las experiencias grupales es más bien es una experiencia de comunitas sin relevancia cognoscitva alguna. No hay un verdadera salida de sí, es decir, de nuestra «identidad caracteriológica» revelada como identidad aparente y filtro del conocimiento… Lo que yo veo ahí es una compensación de las carencias de toda indivualidad en el grupo. Lo religioso y lo espiritual teniendo relacion no son lo mismo. Lo valioso de ciertas experiencias religiosas es que generan comunitas y abren, al tiempo, a algún arquetipo

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