Marte, 500 dias y la psicología positiva

Aun tardará unos 15 años en hacerse realidad, me refiero al primer viaje tripulado a Marte, pero el proyecto que mantienen al alimón las agencias aeroespaciales rusa y europea ya ha comenzado con sus preparativos.

El proyecto llamado Mars 500 ha aceptado entre otros proyectos la propuesta de la Universidad Jaime I de Castellón que junto con la Politécnica de Valencia serán los encargados de la salud mental de la tripulación.

Las directoras del proyecto, las profesoras Cristina Botella y Rosa Maria Baños presentaron en su dia una atractiva propuesta que ha resultado finalmente la elegida para velar por la salud psíquica de los 6 astronautas que llevarán a cabo este prodigio de la tecnología: un viaje a Marte que tiene sus riesgos, sus incertidumbres y una misión tecnológica y cientifica sin precedentes, entre otras la de conseguir muestras a pie de superficie del planeta rojo a fin de llevar a cabo experimentos insólitos que den como resultado un mejor conocimiento de nuestro sistema solar y quién sabe si algun dia podamos colonizar aquel planeta para nuestro uso.

La misión, sin embargo está llena de incógnitas y lo peor: no puede asegurarse que la tripulación vuelva sana y salva de la expedición. Son muchas las incógnitas que hay que despejar, la primera es que no se sabe como podrá afectar la ingravidez tanto tiempo mantenida a los organismos humanos, la segunda es que una vez alcanzado el planeta que tiene una gravedad un tercio inferior  a la de la tierra nadie sabe si la tripulaicón será capaz de adaptarse desde la ingravidez hasta esa nueva magnitud. La tercera es que no será posible la comunicación en tiempo real, el desfase entre las comunicaciones entre la Tierra y Marte será de una media hora lo que significa que los astronautas deberán ser entrenados para someterse a una prueba sobrehumana: tomar decisiones sobre la marcha y ser entrenados en contingencias extremas.

Una de esas contingencias es que nadie sabe a ciencia cierta qué sucederá a bordo de la nave durante tanto tiempo en condiciones de aislamiento, claustrofobia e incertidumbre, tampoco nadie sabe como se las arreglarán para llevarse bien y si no surgirán desavenencias o contrariedades entre los miembros de la tripulación.

Los psicólogos que diseñaron herramientas para evitar estas situaciones o al menos minimizarlas partieron de la base de que cualquier cosa que utilizaran deberia ser autoaplicada, no podian haber psicólogos a bordo, por lo tanto optaron por herramientas de realidad virtual, de fácil aplicación y contando además de que no se trataba de construir entornos diseñados para una patologia mental concreta sino para personas normales, presuntamente muy fuertes psicológicamente y entrenados para tal fin. Tambien tuvieron que inventarse o intuir cuales iban a ser los problemas más importantes con los que la tripulación iba a encontrarse a nivel psicológico y que ya he citado, la falta de sueño, el estrés constante, los alimentos superaburridos y monótonos, la ansiedad, el aislamiento y la sensación claustrofóbica que nunca se ha estudiado en esa duración de tiempo tan larga.

Las codirectoras del proyecto presentaron un programa de «tratamiento» que conocen bien: se trata de los entornos de un programa de realidad virtual que ya se utiliza en clinica y que se llama EMMa. En esta ocasión se han limitado a implementar algunos de los entornos utilizados en este programa y a  adaptarlos a las necesidades psicológicas de los astronautas, a este programa se le conoce ya con el nombre de Earth of Wellbeing (La Tierra del bienestar).

En realidad si he entrecomillado la palabra tratamiento es porque no es -en este caso- un tratamiento sino un programa de fortalecimiento de determinados estados de ánimo y emociones positivas que se sabe que influyen en el bienestar y en la salud psiquica.

La psicologia positiva trabaja con este constructo de propiciar fortalezas en lugar de pretender «curar» a los que ya han enfermado, esta idea supone un cambio de paradigma desde el tratamiento hacia la prevención y son muchos los que creen que será la psicologia del futuro, enseñar a las personas desde su niñez a utilizar resortes concretos para modular sus sentimientos, procesar sus emociones y obtener recursos mentales de su propia cosecha para neutralizar los efectos adversos y desorganizadores del estrés.

El prorama Mars 500 va a comenzar a ponerse en marcha con una simulación de las condiciones de vida a las que se verá sometida la tripulación y en Moscú en el centro de Biotecnologia médica ya existe una copia exacta de los seis módulos de los que va a tener la nave verdadera. Los astronautas viviran 500 dias en ese habitáculo y probarán la tecnologia necesaria para llevar a cabo sus experimentos, también las herramientas de realidad virtual diseñadas en España. Todo será igual salvo las situación de ingravidez. Nadie sabe si los astronautas que ahora se encuentran alli entrenándose serán los que vayan a Marte dentro de esos 15 años pues los psicólogos aun no se han puesto de acuerdo sobre aspectos concretos, ¿es mejor que sean jóvenes (mas sanos) o de mediana edad (más experimentados interpersonalmente)? . En lo que todos están de acuerdo es que seria riesgoso introducir mujeres en esa nave, todo parece indicar que la mejor composición es la de una tripulación compuesta sólo por hombres.

Las herramientas de realidad virtual de este proyecto no se encuentran – por desgracia- disponibles en la red. Me hubiera gustado colgar aqui un video sobre algunos entornos virtuales del EMMa de relajación, calma, bienestar y optimismo con que los astronautas tratarán de neutralizar su estrés a bordo, pero a cambio les propongo visualizar este video donde se divulgan las ideas de Martin Seligman apóstol mayor de la psicología positiva.

Las claves de la psicologia positiva se encuentran en lo que se llama procesamiento emocional. La mayor parte de las personas normales somos capaces -pues asi lo hemos aprendido- de generar actitudes o actividades que tienden a neutralizar los efectos adversos de las contrariedades de la vida, por ejemplo todos sabemos que el hecho de pensar en algo agradable, un acontecimiento agradable de nuestra vida nos cambia el humor, mientras que pre-ocuparse de los aspectos desagradables de las cosas genera un estado de ánimo de constante ansiedad que tiende a retroalimentarse negativamente.

Las personas comunes sabemos qué hacer para neutralizar estos estados de ánimo usando nuestras fortalezas psíquicas, es decir usando aquellas habilidades que en otro tiempo nos sacaron de los atolladeros, no lo hacemos de una forma demasiado consciente porque no estamos entrenados, pero los astronautas en cuestión si van a ser entrenados a través de un programa de realidad aumentada que se llama «El libro de la vida» se trata de una especie de diario personal con ejercicios pesados para entrenar distintas fortalezas psiquicas y se pretende que el usuario recoja los momentos importantes de su vida y logros personales con el objeto de archivarlos y clasificarlos para que le sirva como memoria de acontecimientos autobiográficos y pueda volver a ellos cuando lo desee.

¿No es eso lo que hacemos de forma inconsciente todos para mejorar nuestra autoestima o nuestro estado de ánimo?

Apenas hemos comenzado a entender y a usar la reminiscencia de un modo dirigido a obtener bienestar pero es precisamente a través de estos hitos tecnológicos cuando tendremos las suficientes pruebas para poder diseñar mejores herramientas para nuestros pacientes. El viaje a Marte servirá para poner a punto herramientas médicas, de ingenieria, y tecnologías que hoy nos parecen ciencia-ficción, quién sabe si tambien servirá para empujar a la realidad virtual hacia un consenso universal de su validez.

La tecnología cambiará el mundo, no sólo nos cambiará la mente sino que también podremos decidir en qué dirección.

Religión y espiritualidad

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Si haces una pequeña encuesta entre tus conocidos y les haces esta pregunta: ¿Crees en Dios? tendrás una muestra bastante representativa de las opiniones generales, que son estas posiciones elementales:

  1. Los que dicen que creen en él y siguen alguna religión y abrazan algun tipo de rito o liturgia.
  2. Los que dicen que creen en él pero que no practican ninguna religión.
  3. Los que creen en «algo» que no saben nombrar y que de cualquier forma no se halla presente ni en su vida ni en sus elecciones.
  4. Los que no creen en él, son los ateos.
  5. Los que nunca se lo han preguntado y viven de espaldas a esta idea.

De modo que como podrás comprobar en tus propias estadísticas -que serán muy parecidas a estas- el personal está muy dividido, entre los que creen mucho, los que creen algo, los descreidos y los nihilistas.

Todo lo cual señala en la dirección de que quizá el error estriba en nuestro concepto de qué cosa en Dios, a mi cuando me preguntan sobre este asunto confieso que me ponen en un aprieto del mismo modo que cuando me preguntan sobre si estoy a favor o en contra del aborto o de la legalización de la prostitución, es un decir.

Y me ponen en un aprieto porque yo no sé qué definición tiene mi interlocutor sobre Dios y es por eso que escribo este post, para averiguar cual es la naturalzeza de Dios, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de Dios?

Como todas las abstracciones no es fácil un acercamiento a todos los conceptos que cuelgan de este significante «Dios», no es desde luego una palabra vacia de sentido, al contrario parece que colgados de este concepto hay no sólo otros valores sino incluso leyes, prohibiciones, promesas de tiempos mejores, dones de inmortalidad y sobre todo preceptos sobre el Bien y el Mal, normas sobre como conducirse en la vida y guías para resolver conflictos entre los individuos, guías de convivencia.

De manera que la identificación entre Dios y la religión es bastante comprensible desde esta forma de entender a  Dios pero implica un coste adicional: como cada cultura inventó a su propio Dios y cada cual cree que el suyo es el verdadero y el otro falso, el conflicto entre culturas está servido.

Y no sólo entre culturas sino que en la misma cultura existen conflictos entre aquellos que creen en Dios y aquellos que no creen en él, más abajo volveré sobre este asunto.

Lo cierto es que la palabra «Dios» nos trae a la cabeza no solo un Creador del Mundo sino tambien una especie de homúnculo justiciero con barbas que dejará las cosas en su sitio en la otra vida repartiendo prebendas y castigos. Ignoro por qué Dios se encuentra tan unido con los afanes de inmortalidad del hombre, pero lo cierto es que un Dios que no proclamare la inmortalidad con un Edén más allá de la vida sería un Dios menor, un Dios con pocos acólitos.

Algunas personas parece que creen en Dios un poco como premio de consolación por una existencia y una vida seguramente injusta o donde no han recibido aquello a lo que se cree merecedor. Es por eso -dicen algunos- que el cristianismo tuvo tanto éxito entre los pobres y los parias y es por eso que Carlos Marx dijo -compitiendo con Jesucristo- aquello de que la religión es el opio del pueblo un poco siguiendo la idea de que esos premios de consolación que los pobres persiguen les impiden tomar conciencia de su estado y hacer algo para cambiar las cosas.

Y si Dios puede impartir esta justicia otoñal -después de morir- es porque todo lo sabe (es omnisciente), todo lo puede (es omnipotente) y está en todas partes (omnipresente), tampoco puedo entender por qué los que inventaron a Dios le colgaron tales habilidades como si crear el mundo fuera una tarea fácil.

Pero Dios – en la mirada de un creyente convencional- no se conforma con todos estos poderes sino que además dicta a los hombres su legislación, es decir se nos revela de una u otra forma: las tres religiones monoteistas tienen sus libros sagrados dictados directamente por Dios a los hombres como una Verdad inapelable: la Torah, la Biblia y el Corán son ejemplos bien conocidos de esta revelación como la Cosmogonia de Hesiodo le fue dictada por las Musas con la intención de que fueran leidas como Verdad más que como un relato mítico de indudable calidad literaria y que es explicativo sin intención de explicar nada: la función del mito.

De manera que no se qué contestar cuando me preguntan si creo en Dios porque -efectivamente- no creo en un Dios legislativo, ejecutivo o judicial como un Estado moderno  ni que después de mi muerte vaya a compensarme de lo que me faltó en vida o que vaya a  castigarme por lo que hice o dejé de hacer durante ella.

Otra cosa es el tema de la Creación.

Y cuando digo creación me estoy refiriendo a la creación del universo, no hablo de la creación de la vida, en este sentido yo soy darwinista y me pliego a las condiciones de la Evolucion para explicármela. Pero una vez dicho esto he de confesar que no creo tampoco en «La santa Evolución» es decir no hago de la evolución un Dios al que adorar sino que la contemplo como una teoria incompleta sobre la que aun queda mucho que decir. Darwin descubrió un continente pero aun falta descubrir algunas islas, por ejemplo la evolución con su selección natural -selección del más fuerte- no explica la especiación, es decir la aparición de nuevas especies tal y como sostienen algunos darwinistas heréticos como Lynn Margulis y sobre la que hablé en este post.

Cuando hablo de la creación me refiero pues a lo que sucedió un segundo -un poco antes de que hubiera tiempo propiamente dicho- antes del big-bang, ¿qué habia alli?, ¿que fue lo que explotó?

Los fisicos dicen que lo que habia alli es una singularidad y una singularidad desde el punto de vista fisico es un estado en el que no se cumple ninguna ley de la fisica tal y como la entendemos hoy, no habia materia, ni luz, ni teoria de la relatividad, ni física cuántica que fueran aplicables en aquel momento previo a la explosión. Lo que explotó entonces fue «algo» que seguramente estaba sometido a una energia intolerable y que precisó desplegarse en un universo lleno de materia, energia y Luz que no ha dejado de expandirse desde entonces.

O sea que de existir Dios es aquello que alli explotó, ese es el Dios en el que yo creo, esa singularidad fisica donde ninguna ley conocida por el hombre parece cumplirse. En este post hablé precisamente de las relaciones que existen entre Dios y el bosón. Dios no puede ser otra cosa sino un bosón, más concretamente un bosón de Higgs, un dador de velocidad y masa, un dador de energia y tiempo. ¿pero como explicarle esto a mi interlocutor contaminado por otras ideas y prejuicios cuando me hace esta pregunta?

Es por eso que siempre respondo «no» a esta pregunta.

Es seguro que el invento de Dios procede de la incertidumbre, del miedo y de la ignorancia de un hombre primitivo viviendo enmedio de una naturaleza hostil e implacable, sin embargo el tema de un Dios creador dista mucho de haberse zanjado con el progreso, pues todo parece señalar en la dirección de que cuanto más sabemos más parecemos encontrar en la Evolución un cierto propósito a pesar de admitir que la evolución -contemplada desde un punto de vista darwinista- es un proceso ciego.

¿Qué necesidad tenia la evolución de dirigirse hacia un simio con conciencia?

¿No podía haberse conformado con la perfección de los insectos, el vuelo de los pájaros o o la astucia de las ratas?

Todo parece indicar que la selección natural sí tiene un propósito y aunque la palabra propósito parece relacionarse con una voluntad en este caso sobrenatural, siguiendo a Margulis es posible establecer que el propósito de la evolución es el aumento progresivo de la complejidad.

Y esa mayor complejidad es por una razón fisica relacionada con la segunda ley de la termodinámica: el planeta necesita disminuir sus gradientes de energia y lo hace aumentando la complejidad de la vida. Luego la evolución tiene una finalidad: la de asegurar que la vida siga adelante y que sea cada vez más compleja a fin de concentrar esa energia en organismos cada vez mas complejos.

Y la mayor complejidad es la conciencia humana.

El cosmos se entiende a si mismo sólo a expensas de la conciencia humana, luego el propósito de la evolución es precisamente ese: entenderse, explicarse y mostrarse a sí misma.

Asi se entiende que Heidegger dijera que la evolución es un proyecto inconcluso y que aún no ha terminado, es posible entender esta flecha que señala hacia el futuro hacia una mayor complejidad del cerebro, la mente humana y ese proceso se llama frontalización. Es predecible decir que el hombre se dirije hacia una mayor frontalización de su conciencia. Es posible entonces hablar de un «Homo cosmicus» que dejará al Sapiens al pie de los caballos.

Ahora y volviendo a esas encuesta doméstica que os he sugerido al principio del post haced a vuestros entrevistados esta otra pregunta: ¿has tenido alguna vez en tu vida una experiencia espiritual?

Quizá algunos de vuestros entrevistados respondan que si, pero lo más probable es que la mayoría contesten con un no sorprendido. La sorpresa procede del hecho de que el personal identifica espiritualidad con religión. La gente moderna, asertiva, materialista, racional y comprometida consigo misma no tiene ese tipo de experiencias que de alguna forma se hacen equivaler a la locura, a la intoxicación por drogas o a la extravagancia.

Pero imaginemos por un momento que en lugar de Dios creemos en una conexión entre todo lo vivo, que creemos que nuestra mision en el mundo es comprender cual es la naturaleza de las relaciones entre esos vínculos, que deseamos contribuir al bienestar de nuestro entorno, que queremos ampliar el conocimiento que legaremos a los demás, que estamos convencidos de que los malestares del hombre pueden llegar a desaparecer cuando lleguemos a frontalizarnos a voluntad, que podemos desafiar la enfermedad y la violencia de nuestra condición de simios, que podemos reinventarnos a nosotros mismos dia a dia y podemos morir y renacer tantas veces como precisemos a pesar de seguir siendo mortales.

De creer en esta progresiva expansión de la conciencia en lugar de hacerlo en un Dios creado a imagen y semejanza de nuestro egoismo chauvinista tendriamos más experiencias espirituales y no tantas discusiones sobre los preceptos que emanan de las religiones oficiales que fueron creadas para gobernar a personas infelices, pobres e ignorantes y  que se especializaron bien pronto-  más como códigos prejuridicos que espirituales- en gobernar las más bajas pasiones en lugar de enseñar a explorar caminos de perfección humana.

La función de la religión en este modo de pensar lo humano ha concluido, es la hora de la espiritualidad.

La espiritualidad es la superación de las religiones y de los dilemas kantianos de la moral asi como de las morales laicas que emergieron de la revolución francesa.

La supervivencia de las religiones es patética y lleva a la confrontación pero no debemos olvidar que la tendencia de los humanos es a construir nuevas religiones, una de ellas es la pretensión laica de que la ciencia es el unico soporte del saber y que nos dará en el futuro explicaciones a nuestra ignorancia de hoy.

Esta concepción laica es tambien una forma de religión que entra en conflicto con las otras, las canónicas. Lo único que puede oponerse a la religión y al progreso del que hablan los politicos es el despertar de la conciencia, es decir el funcionamiento no convencional de nuestra mente y la superación de los opuestos.

Como muestra ved este botón de la manifestación de ayer contra el proyecto de ley del aborto que nos prepara la laica Bibiana Aido.

¿Se trata de una confrontación entre el progreso y la reacción?

¿O de una confrontación entre dos religiones igualmente integristas?

¿Quien miente?

Todos.

Y es precisamente eso lo que unifica a las opiniones que en número de cinco alineé en la cabecera de este post.

Cada uno tiene una idea diferente de Dios pero todos están de acuerdo en tener razón -lo que impide el acuerdo- y en imponérsela al de enfrente.

Amores cósmicos y amores terrestres

Este señor de cabeza mercúrica y rostro ratonil es Alexander Friedmann un fisico ruso que publicó una serie de ecuaciones incomprensibles para los legos y que llevan su nombre pero que sirven como pretexto matemático para algo más comprensible: ilustrar los tres escenarios posibles mediante los cuales el universo evolucionó desde el big bang hasta ahora. Según sus mediciones esos escenarios eran tres: un universo finito que acabaría en un big crunch (closed), un escenario con una velocidad de expansión siempre creciente (open), y otra posibilidad que es un universo expandiéndose a una velocidad muy cercana a la velocidad crítica necesaria para que la gravedad de toda la materia del cosmos no acabara con su colapso (flat).

En esta grafica se pueden ver estos tres escenarios visualizados como open, flat y closed.

Lo más comprensible para los que no sabemos ni una palabra de física es entender que cada uno de esos escenarios nos lleva a un modelo geométrico distinto del mundo. En efecto en el modelo closed el mundo sería esférico poco más o menos como nuestra Tierra, en el modelo flat nuestro universo sería plano y en el modelo open tal universo sería curvo poco más o menos como una silla de montar. Pero no sólo eso sino que cada uno de esos modelos tendria consecuencias sobre como nos imaginamos su principio y su final si lo hubiera. Por ejemplo en el modelo esférico de Friedmann el universo es finito aunque tampoco tiene ningún limite (una idea dificil de pillar para un no fisico). A causa de la gravedad el espacio se curvaria cerrándose sobre sí mismo, aunque sus bordes estarian borrados como sucede con este cuadro de Escher:

En el segundo tipo de modelo (open) el espacio está curvado pero al contrario, sin estar replegado sobre si mismo, forma por tanto una silla de montar y no sólo no contiene bordes sino que además es infinito (no precisa ni un principio ni un fin). Asi:

Finalmente en el tercer tipo (el flat) el espacio no está curvado y es por tanto también infinito aunque sólo precisa de dos dimensiones espaciales y la cuarta del tiempo.

O sea que las relaciones humanas obedecen también a las leyes de la fisica si atendemos a su duración y a su permanencia. Es verdad que las relaciones humanas -el amor por ejemplo- no puede ser infinito al menos si atendemos a su duración terrenal, al fin y al cabo somos finitos y no hay relación que cien años dure, pero si nos imaginamos a la relación en si misma y nos despegamos de protagonizarla es más que evidente que algunas relaciones son planas, otras esféricas y algunas, solo algunas en «silla de montar».

Dicen los físicos que el modelo más probable es el esférico o sea aquel que tiene un principio y un final, bien es cierto que contando el tiempo en millones y millones de años lo que significa que para la experiencia humana sensible este tiempo equivaldría al infinito y ese es el modelo de muchos amores terrenales, comienzan y terminan con un «ahi te quedas» según demuestran las estadisticas de divorcios que sólo cuentan los matrimonios anteriores, de hecho las rupturas de parejas y abandonos son la regla y no la excepción.

Después están lo amores planos que según la física también son infinitos y deben de ser así porque se desarrollan en una dimensión espacial donde hay que pedir permiso para adelantar, imagínense ustedes viviendo en un mundo plano, nadie sabría donde tiene la cabeza ni los pies, ni la boca ni el ano, una confusión total de esfínteres que se manifestaría por lo menos en indigestiones continuas.

Otra cosa es el amor de silla de montar, una especie de carrera en túnel como ésta de aqui abajo. Frente a un universo que siempre es más grande por delante (el futuro) que por detrás, lo lógico es esperarse una especie de encoñamiento expansivo que es lo mismo que decir que los humanos vivimos mucho así, proyectando hacia el futuro nuestros deseos más intimos como si allí hubiéramos de encontrar esa felicidad que no supimos encontrar detrás, alli en el big bang , la densidad infinita y la singularidad, ese lugar donde ninguna ley se cumple.

Este es el mapa del universo tal y como lo imaginan los fisicos con independencia de su geometría, observaran ustedes que se parece a un túnel como la novela de Sábato. La pregunta que más incomoda a los fisicos es ésta ¿qué hay fuera de ese cono? Ellos dicen que esa pregunta está fuera de contexto porque no hay afuera ni adentro, y que el universo está contenido dentro de si mismo o sea como el amor.

Nadie puede hablar del amor sino de su experiencia corporal con el amor, el resto es una abstracción sin corporeidad alguna y sin interés.

Se trata de una experiencia vital que o se tiene o no se tiene y que como las grandes ideas siempre vienen a pares, al menos dos veces, la primera como filosofia y la segunda como ciencia.

Lo importante es que no se puede ir hacia atrás y que se haga lo que se haga en los tres modelos no habrá una segunda oportunidad, a cambio tenemos la posibilidad de hacer infinitos nuestros modelos sobre la realidad. E infinitos modelos sobre la realidad:

Del amor.