El libro tibetano de los muertos es un texto manuscrito tibetano encontrado en un lejano monasterio que data del siglo VIII de nuestra era y que ha sido descrito por algunos de sus estudiosos como una guía de viajes. En realidad trata de las peripecias que el alma sigue después de la muerte hasta encontrar su destino, bien en la Totalidad de la Luz pura -donde desaparece fundida con ella- o bien en la reencarnación, la vuelta al pleroma de dónde al parecer todos procedemos.
La mayor parte de la gente cree, sin embargo, que el libro tibetano de los muertos es algo intangible, indemostrable y quizá esóterico o sobrenatural pero desde mi punto de vista se trata de uno de los textos más sublimes que se han escrito acerca de ese tránsito o intervalo que acaece desde la muerte hasta la proxima reencarnación, un periodo que tiene segun los budistas 49 dias.
Pero no hay que creer que este intervalo se refiere tan solo al tránsito desde la muerte hasta la próxima reencarnacion sino que tiene muchas aplicaciones prácticas aqui y ahora. Este periodo o intervalo que los budistas llaman El Bardo, es algo que podemos experimentar en nuestra propia vida, algo doméstico y familiar, porque todos morimos y renacemos a cada instante si bien no somos demasiado cosncientes de ello.
Y no lo somos porque nuestra conciencia se encarga de rellenar los espacios entre instantes y dotar a la experiencia de continuidad, sin embargo la esencia de nuestra conciencia es ese latido, ese momento que se desvanece apenas ha sido proclamado. Del mismo modo que nuestro corazón genera sistoles-diastoles o nuestra respiración genera inspiraciones o espiraciones. Sin embargo entre latido y latido del corazón, inspiracion y espiración o momento y momento de conciencia hay un periodo mudo, un periodo libre donde la actividad parece haber desaparecido.
¿Qué sucede ahi?
Estamos en los dominios del Bardo.
O dicho en términos cientificos: estamos en los dominios de la microgenia.
Aquellos que quieran saber más sobre la teoria microgenética de la conciencia les recomiendo lean este post donde hablé precisamente de esta teoria fascinante formulada por un neurólogo llamado Jason W. Brown.
Esto es el trazado de un ECG (electrocardiograma), observarán que desde la primera onda (P) hasta la ultima onda (T) se suceden una serie de eventos que traducen la polarización y despolarización de aurículas y ventriculos correspondiendo la onda más alta (R) a la sístole cardiaca. Observarán que entre latido y latido completo hay un intervalo donde la actividad eléctrica del corazón está a cero.
Segun Brown lo que sucede en ese intervalo (el Bardo) es lo mismo que los budistas describen en su libro Tibetano de los muertos, lo que viene a señalar en torno a la idea de que el ciclo muerte/renacimiento no es algo que sólo pueda ser aplicado a la muerte fisica sino que es una experiencia común en todos los seres vivos: una sensación de morir y renacer a cada momento, si bien no tenemos noticia demasiado clara sobre ello debido a una ilusión que crea nuestra propia mente: una experiencia de continuidad.
Lo que dice Brown que sucede en estos momentos es que el ritmo cardiaco (o cerebral) «vaga libremente» fuera del control del marcapasos original. Este vagar -que se produce en un entorno de bajisimas frecuencias (ELF) – es en realidad una muerte seguida de un renacimiento. Se trata de un intervalo que es muy vulnerable tanto a los efectos negativos de los traumas como susceptible de ser resincronizado a partir de campos energéticos que -coherentes con él- pueden resultar terapéuticos. Lo importante es darse cuenta de que los potenciales de sanación están relacionados con este intervalo y que existe en él una susceptibilidad tanto para enfermar como para sanar. Algo parecido a lo que sucede en la otra muerte -la verdadera- el sujeto puede dirigirse hacia la Luz o puede retirarse de ella, cegado por su resplandor. Eso es lo que hacemos casi todos, segun la doctrina budista y es por eso que acabámos en otro tiempo, en otro vientre y en otra mujer dispuestos a seguir nuestro aprendizaje al fin de alcanzar la suficiente evolución de nuestra conciencia para no repetir el mismo viaje.
Es importante señalar que para los budistas la salvación, o el nirvana no es igual a como nos lo imaginamos nosotros los que abrazamos religiones monoteistas, de lo que se trata no es de salvarse, resucitar o vivir eternamente en un edén glorioso, sino de desaparecer del todo, algo que sólo lograremos cuando nuestra conciencia -despues de vivir varias vidas- se haya purificado lo suficiente y alcanzado una cierta evolucion.
Por tanto renacer es siempre un castigo, una penitencia añadida que puede repetirse tantas veces como sea necesario esta purificación.
El Bardo tambien llamado el periodo intermedio tiene que ver con las tendencias involutivas (de contracción) que se oponen a las tendencias evolutivas o de expansión. El periodo involutivo se repite instante a instante, en un momento usted es Dios y al momento siguiente usted es fulano de tal, en un breve pestañeo usted pasa de ser divino a ser humano, un ego aislado que conserva en su inconsciente -plegado en él- todas las potencialidades que aprendió en su otra vida y que ya no recuerda pues su alma es amnésica.
En cada momento el individuo atraviesa -en la microgenia- la totalidad de la secuencia del Bardo y sólo recuerda alli donde ha evolucionado.
En este sentido la involución es simplemente una interrupción de la microinvolucion: cuanto más evolucione una persona menor será su involución.
La misión del alma humana es recordar y es precisamente el fracaso de la memoria la que provoca la caida del alma -que aunque ha estado en contemplación de la verdad- es incapaz de recordarla.
Es por eso por lo que Ken Wilber dice que la evolución es la involución recordada pues ambos procesos, expansivos y contractivos, eróticos y tanáticos se encuentran plegados unos dentro de otros y es por eso también por lo que desde la materia es capaz de emerger algo tan sutil como una mente, no tanto porque de lo inferior se derive lo superior -como dicen los emergentistas- sino porque lo superior se encuentra plegado (arrugado) en lo inferior.
He recopilado esta serie de documentales que por su interés me ha parecido adecuado que estuvieran presentes en este post.
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Video 3.-
Video 4.-
Video 5.-
Video 6.-
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