Europa: entre Escila y Caribdis

espadapared

Escila y Caribdis son dos monstruos mitológicos que moraban en un estrecho (que se ha identificado con  el estrecho de Messina, aunque otros autores hablan de Gibraltar) y que amenazaban a los navegantes de tal modo que si quisiéramos alejarnos de uno caeríamos en manos del otro. Es la versión clásica de la imagen «entre la espada y la pared».

Asi se encuentra Europa o más bien el ciudadano europeo común. Estamos entre el peligro del islamismo radical y la islamofobia. ¿Qué sucedería si las personas comunes se radicalizaran y lanzaran su odio hacia las minorias étnicas -árabes para más señas- que conviven en paz entre nosotros? ¿Que pasaría si la Pegida alemana o el FN francés se contagia  a otras partes de Europa? ¿Y que pasaría si no hacemos nada, si no ponemos limites a las libertades de culto en un pais laico y aconfesional?

Personalmente no creo en la opción de radicalismo ciudadano como tampoco creo en que ningúnpolitico haga nada que se salga del guión. No es que simplemente me parezca mal es que no creo que suceda nunca -más allá de puntuales asonadas- y no lo creo por lo siguiente:

La idea me vino después de leer este post del blog de Peter Frost, un post titulado «Lección de francés». En él el autor se aparta de las consabidas explicaciones de que la violencia está relacionada o bien con la religión o bien con las condiciones de desigualdad. Se trata de ideas muy queridas por la derecha y la izquierda, la novedad que introduce Frost es que la violencia de ciertas minorias étnicas no tiene nada que ver con lo que se supone está en la base de sus acciones violentas sino con el hecho de que se trata de culturas que no han sufrido el proceso genético de abolición de la misma y de su delegación en el Estado. Los jóvenes franceses (pues el post se refiere a la población francesa) son antiviolentos en el sentido de que han incorporado la idea de que la violencia no es legítima para conseguir nuestros intereses sean cuales sean estos intereses.

Los problemas comienzan realmente cuando una cultura que legitima la violencia masculina coexiste con una que la deslegitima. Esta es la situación de Francia. Los jóvenes de procedencia no europea perciben la violencia como una forma legítima para promover los intereses personales, y ansiosamente persigue este objetivo con otros jóvenes. Por el contrario, ·les Français de souche» perciben la violencia como ilegítima y también cualquier tipo de organización colectiva para la autodefensa. El resultado es predecible. El primer grupo centrará sus ataques contra los miembros del segundo grupo, no por odio, sino porque estos últimos son blancos fáciles que no pueden defenderse o conseguir el apoyo de los demás.

Algo que entronca precisamente con el tema de la vergüenza y la culpa , dos de los inhibidores intrapsíquicos más potentes junto con la empatía para promover la no-violencia. Sencillamente: ciertas culturas carecen de sentimiento de culpa y la vergüenza no es lo suficientemente exportable al resto de la sociedad más allá de sus conocidos o parientes. Uno puede sentirse avergonzado frente a los suyos y no frente a los desconocidos. La vergüenza es una emoción fuertemente etnocéntrica, mientras que la culpa es mundocéntrica. Estamos pues es desventaja.

Esto puede explicar porque en nuestros medios aparecen frecuentemente ideas peregrinas como que «la culpa es de USA u occidente» o de extrañas conspiraciones para favorecer la islamofobia. Como si no hubieran suficientes razones para que emerja socialmente una fobia a lo musulmán. Otra idea que ha aparecido en nuestras redes estos dias, es que se trata de una simulación, de una acción de falsa bandera o de una chapuza policial para echarles la culpa a aquellos pobrecitos raperos.

Eso es la culpa operando en lo colectivo y asi se manifiesta, un no querer ver, un no querer saber. Curiosamente ningún musulmán siente culpa.

suicidio

Con todo la islamofobia ha venido para quedarse pero eso no impedirá nuestra extinción por otros motivos. No estoy sin embargo muy seguro de que los musulmanes lleguen a ningun acuerdo entre ellos: Se trata de conflictos tribales enquistados desde la edad media y lo que estamos presenciando son sus rivalidades a ver quién es el más «machote» de todos.

El Gran reemplazo llegará del mismo modo tanto si gobierna la izquierda como la derecha. La ideología importa poco si la comparamos con la demografía y el suicidio demográfico de Europa está sellado desde ya hace ya tiempo.

El gran historiador Arnold J. Toynbee (1889-1975) decía que sobre la muerte de una civilización se escriben pocos libros de intriga, y ello por una buena razón. Muy excepcionalmente hay un asesino: por lo general, se trata de suicidio. América se ve abocada a “quedarse sola” en la lucha contra el ultrafundamentalismo islámico no – o no sólo – porque la mayoría de los gobernantes europeos sea cobarde y débil frente al islam. Quedará sola técnicamente, porque dentro de menos de un siglo ya no habrá europeos. La demografía los habrá barrido como barrió al imperio romano, el cual no cayó porque sus cuadradas legiones se habían vuelto menos cuadradas, sino porque la práctica extendida del aborto y del infanticidio había hecho posible que ya no hubiera más legionarios. Se reclutaban bárbaros, incluso proclamándolos, sin comerlo ni beberlo, ciudadanos romanos. Cuando los bárbaros se dieron cuenta que eran la mayoría, tomaron el poder.

“Es la tesis del analista político neoconservador canadiense Mark Steyn, en su magnífico libro America Alone: The End of the World as We Know it (Regnery, Washington 2006), el tomo más importante de 2006, […] que debería interesar a todos aquellos que se tomen en serio los destinos de Europa. “El tema del libro es aquél que el Papa Juan Pablo II llamaba ya en 1985, con expresión destinada a pasar a la historia, el “suicidio demográfico” de nuestro continente. En todas las partes del mundo aquello que asombra a los no europeos es que en Europa este tema dramático no esté en el centro del debate cultural e incluso en las campañas electorales.

Ningún país de Europa Occidental tiene una tasa de nacimientos por mujer que corresponda al nivel mínimo de mantenimiento de la población (2,1 hijos por mujer) indicado por los demógrafos. Italia con una tasa de 1,2 se dirige a convertirse en el país del mundo con el menor número de nacimientos, y ya lo sería si de los nacimientos registrados en los hospitales se excluyeran los hijos de inmigrantes residentes pero no ciudadanos italianos. España y Alemania compiten con Italia en este triste primado. Francia ha aumentado su nivel a 1,7 pero sus datos serían similares a los italianos si se excluyeran los nacidos de mujeres – inmigradas o ciudadanas francesas – de religión musulmana. Italia, Alemania, España y Países Bajos (en este último también, hijos de ciudadanos de religión musulmana excluidos) están por debajo del nivel bajo el cual los demógrafos piensan que un vuelco del trend sea imposible. Esto significa que países como Italia, si la situación no cambia, reducirán a la mitad la población en el transcurso de una generación. (Texto en cursiva extraido de esta web)

Un comentario en “Europa: entre Escila y Caribdis

  1. Interesantes reflexiones sobre las que se puede ahondar con bizarros comentarios

    Acerca de la islamofobia podría decirse que no es más que una tipología del miedo a la diferencia. Quizás más presente en los países mediterráneos históricamente más afectados por conflictos entre las religiones del libro de la Biblia.

    Efectivamente la ideología importa poco pues izquierdas o derechas son tan solo polos opuestos, como cristianos o musulmanes, como oriente o occidente. Todos atienden a la verdadera ideología que no es otra que el “divide y vencerás”, donde lógicamente el número es importante.

    Sobre la baja tasa de natalidad de occidente por debajo de la tasa de reposición, quizás sea un desengaño de nuestra cultura occidental o un éxito de las ideas sobre la necesidad de despoblación mundial que postula la élite de la misma.

    En lo referente a las ideas peregrinas y extrañas conspiraciones, que cada cual piense lo que quiera o lo que induzcan a pensar. Pero hay que tener en cuenta los enormes progresos realizados por la radiónica que mediante softwares pseudolegales o virales, presentes en cualquier instalación radioeléctrica, desde los potentes radares meteorológicos hasta las omnipresentes antenas de telefonía móvil es capaz de plasmar lo que fué ciencia ficción.
    Mediante estas tecnologías que funcionan con ondas de torsión o escalares, es posible desarrollar alteraciones climáticas locales, terremotos, y toda suerte de alteraciones geoclimáticas, así como no, mediante la psicotrónica, inducir los estados de ánimo o ideas más convenientes en individuos concretos o en la población en general.
    La actual carrera de armamentos se centra sobre el control de la mente, pero claro sus efectos se enmascaran dentro del cada vez mayor catalogo de patologías de salud mental.

    Todo se puede tomar como un elaborado hoax. Nuestra realidad puede ser tan solo una holografia creada por un supercomputador como algunos científicos están intentando demostrar; sin embargo la sabiduría popular siempre ha sabido que: “Cuando el rio suena, agua lleva.”

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