En los dominios del Bardo

El libro tibetano de los muertos es un texto manuscrito tibetano encontrado en un lejano monasterio que data del siglo VIII de nuestra era y que ha sido descrito por algunos de sus estudiosos como una guía de viajes. En realidad trata de las peripecias que el alma sigue después de la muerte hasta encontrar su destino, bien en la Totalidad de la Luz pura -donde desaparece fundida con ella- o bien en la reencarnación, la vuelta al pleroma de dónde al parecer todos procedemos.

La mayor parte de la gente cree, sin embargo, que el libro tibetano de los muertos es algo intangible, indemostrable y quizá esóterico o sobrenatural pero desde mi punto de vista se trata de uno de los textos más sublimes que se han escrito acerca de ese tránsito o intervalo que acaece desde la muerte hasta la proxima reencarnación, un periodo que tiene segun los budistas 49 dias.

Pero no hay que creer que este intervalo se refiere tan solo al tránsito desde la muerte hasta la próxima reencarnacion sino que tiene muchas aplicaciones prácticas aqui y ahora. Este periodo o intervalo que los budistas llaman El Bardo, es algo que podemos experimentar en nuestra propia vida, algo doméstico y familiar, porque todos morimos y renacemos a cada instante si bien no somos demasiado cosncientes de ello.

Y no lo somos porque nuestra conciencia se encarga de rellenar los espacios entre instantes y dotar a la experiencia de continuidad, sin embargo la esencia de nuestra conciencia es ese latido, ese momento que se desvanece apenas ha sido proclamado. Del mismo modo que nuestro corazón genera sistoles-diastoles o nuestra respiración genera inspiraciones o espiraciones. Sin embargo entre latido y latido del corazón, inspiracion y espiración o momento y momento de conciencia hay un periodo mudo, un periodo libre donde la actividad parece haber desaparecido.

¿Qué sucede ahi?

Estamos en los dominios del Bardo.

O dicho en términos cientificos: estamos en los dominios de la microgenia.

Aquellos que quieran saber más sobre la teoria microgenética de la conciencia les recomiendo lean este post donde hablé precisamente de esta teoria fascinante formulada por un neurólogo llamado Jason W. Brown.

Esto es el trazado de un ECG (electrocardiograma), observarán que desde la primera onda (P) hasta la ultima onda (T) se suceden una serie de eventos que traducen la polarización y despolarización de aurículas y ventriculos correspondiendo la onda más alta (R) a la sístole cardiaca. Observarán que entre latido y latido completo hay un intervalo donde la actividad eléctrica del corazón está a cero.

Segun Brown lo que sucede en ese intervalo (el Bardo) es lo mismo que los budistas describen en su libro Tibetano de los muertos, lo que viene a señalar en torno a la idea de que el ciclo muerte/renacimiento no es algo que sólo pueda ser aplicado a la muerte fisica sino que es una experiencia común en todos los seres vivos: una sensación de morir y renacer a cada momento, si bien no tenemos noticia demasiado clara sobre ello debido a una ilusión que crea nuestra propia mente: una experiencia de continuidad.

Lo que dice Brown que sucede en estos momentos es que el ritmo cardiaco (o cerebral) «vaga libremente» fuera del control del marcapasos original. Este vagar -que se produce en un entorno de bajisimas frecuencias (ELF) – es en realidad una muerte seguida de un renacimiento. Se trata de un intervalo que es muy vulnerable tanto a los efectos negativos de los traumas como susceptible de ser resincronizado a partir de campos energéticos que -coherentes con él- pueden resultar terapéuticos. Lo importante es darse cuenta de que los potenciales de sanación están relacionados con este intervalo y que existe en él una susceptibilidad tanto para enfermar como para sanar. Algo parecido a lo que sucede en la otra muerte -la verdadera- el sujeto puede dirigirse hacia la Luz o puede retirarse de ella, cegado por su resplandor. Eso es lo que hacemos casi todos, segun la doctrina budista y es por eso que acabámos en  otro tiempo, en otro vientre y en otra mujer dispuestos a seguir nuestro aprendizaje al fin de alcanzar la suficiente evolución de nuestra conciencia para no repetir el mismo viaje.

Es importante señalar que para los budistas la salvación, o el nirvana no es igual a como nos lo imaginamos nosotros los que abrazamos religiones monoteistas, de lo que se trata no es de salvarse, resucitar o vivir eternamente en un edén glorioso, sino de desaparecer del todo, algo que sólo lograremos cuando nuestra conciencia -despues de vivir varias vidas- se haya purificado lo suficiente y alcanzado una cierta evolucion.

Por tanto renacer es siempre un castigo, una penitencia añadida que puede repetirse tantas veces como sea necesario esta purificación.

El Bardo tambien llamado el periodo intermedio tiene que ver con las tendencias involutivas (de contracción) que se oponen a las tendencias evolutivas o de expansión. El periodo involutivo se repite instante a instante, en un momento usted es Dios y al momento siguiente usted es fulano de tal, en un breve pestañeo usted pasa de ser divino a ser humano, un ego aislado que conserva en su inconsciente -plegado en él- todas las potencialidades que aprendió en su otra vida y que ya no recuerda pues su alma es amnésica.

En cada momento el individuo atraviesa -en la microgenia- la totalidad de la secuencia del Bardo y sólo recuerda alli donde ha evolucionado.

En este sentido la involución es simplemente una interrupción de la microinvolucion: cuanto más evolucione una persona menor será su involución.

La misión del alma humana es recordar y es precisamente el fracaso de la memoria la que provoca la caida del alma -que aunque ha estado en contemplación de la verdad- es incapaz de recordarla.

Es por eso por lo que Ken Wilber dice que la evolución es la involución recordada pues ambos procesos, expansivos y contractivos, eróticos y tanáticos se encuentran plegados unos dentro de otros y es por eso también por lo que desde la materia es capaz de emerger algo tan sutil como una mente, no tanto porque de lo inferior se derive lo superior -como dicen los emergentistas- sino porque lo superior se encuentra plegado (arrugado) en lo inferior.

He recopilado esta serie de documentales que por su interés me ha parecido adecuado que estuvieran presentes en este post.

Video 1.-

Video 2.-

Video 3.-

Video 4.-

Video 5.-

Video 6.-

Neoplatónicos

2447-54034-a-hipatia2Ahora  que Amenabar ha estrenado su pelicula sobre Hipatia de Alejandria es un buen momento para saber alguna cosa más de neoplatonismo, pues neoplatónica fue Hipatia que habia sido discípula de Plotino, el refundador del platonismo , una especie de Lacan revisitando a Freud, una puesta al dia que se realizó allá por el siglo IV despues de Cristo y en una ciudad -Alejandria- que bien podria considerarse junto a Babilonia y Atenas una de las cunas del saber antiguo.

Un saber que se habia acumulado gracias a la ambición de Alejandro el Magno y a los Ptolomeos que fueron los regentes de aquella ciudad- Estado quemada demasiadas veces junto a su biblioteca por el fanatismo religioso, las guerras y la ignorancia, donde se perdieron para la humanidad aquellos saberes que entraban en conflicto con el poder eclesiástico de entonces – que empezaba a medrar- y que gracias a Hipatia -una gran divulgadora de la ciencia- hemos podido conservar entre legajos, cartas y apuntes sobre los papiros originales.

Dicen algunos que la Edad Media comienza con la muerte de Hipatia y es necesario recordar que ese periodo turbulento y silencioso duró algo asi como 10 siglos más, unos mil años fueron necesarios para disipar las consecuencias de la guerra que la superstición y el fanatismo religioso declararon a los conocimientos paganos que en gran parte acertaron en sus predicciones. Baste con recordar – Amenabar nos lo recuerda- que Aristarco un astrónomo de la antigüedad estuvo más acertado en su modelo del cosmos que el propio Copérnico y Kepler. El progreso humanistico y cientifico ha ido oscilando en forma de péndulo siendo empujado y sometido a varias detenciones y regresiones por culpa de la miseria, la ignorancia y la religión, es bueno recordar este poder antiverdad que las religiones propician, es bueno recordarlo para no repetir ese mismo error una vez más.

Es interesante ver este video donde Carl Sagan nos cuenta algunas cosas sobre Hipatia y donde el propio Amenabar se inspiró para llevara  cabo su pelicula «Agora».

Lo más curioso de este revival a propósito de la pelicula de Amenabar es que ha servido para reavivar antiguas confrontaciones entre católicos y no creyentes, algunos dicen que Hipatia era atea, ignorando la idea de que el ateísmo aun no se habia inventado (como opción politica), lo que Hipatia era en realidad se llamaba en aquel entonces y aun hoy neoplatonismo que es lo que somos todos nosotros aunque ustedes no lo sepan.

Descontando -claro está- a los ateos que ahora si existen y a los descreidos, a los nihilistas y a los cínicos.

El neoplatonismo no es una religión aunque se le parece bastante sobre todo a esas religiones orientales no teistas como el budismo, nadie sabe como pero las ideas platónicas rezuman un cierto orientalismo. Hoy cierto neoplatonismo subyace en ciertas concepciones holisticas de la new age e incluso en ciertas teorias cientificas como la hipotesis Gaia beben directamente de las fuentes del neoplatonismo. Hay que decir que casi todas las tradiciones misticas o esotericas por debajo de su armazón religioso o teista -si lo tuvieren- conservan un latido neoplatónico. Pero no es algo que suceda solo entre determinados ambientes new age sino que muchos hombres de ciencia actuales se declaran neoplatónicos pongo el ejemplo de Roger Penrose.

En este post pueden leer las ideas de Penrose y compararlas con las de Hipatia, observaran la semejanza.

La idea es que existe un mundo material, un mundo mental y un mundo platónico, de las ideas perfectas o de los Absolutos. Nuestra mente solo puede percibir sombras y reflejos de ese mundo perfecto que es además el que crea todo lo material, sólo el hombre que ha alcanzado cierta evolución en su conciencia es capaz de husmear, de acercarse a ese mundo que se muestra opaco para casi todos los hombres comunes.

3mundos

La idea realmente misteriosa de esta concepción es que ese mundo platónico, inmaterial, de absolutos o ideas perfectos es el que crea la materia tal y como podemos ver en este esquema de arriba. Resulta incomprensible e inquietante del mismo modo en todo su recorrido: obsérvese la flecha que señala desde la materia hasta lo mental, ¿cómo es posible que de algo material brote algo intangible e inmaterial como una mente?

Lo cierto es que casi todos los cientificos aceptan la idea de que la mente emerge de la materia, que es una especie de emergencia que procede de la complejidad de los engranajes de la propia materia, pero lo cierto es que nadie sabe cómo sucede eso, es decir nadie es capaz de crear mentes  a partir de un sistema complejo, por muy inteligente que sea. La mente parece que está relacionado con lo vivo.

Y esa mente viva es además capaz de construir ideales, qualias.

Hay formas ideales, perfectas y omnipresentes en toda la geometria euclidiana de las que ya hable en este post a propósito de los sólidos platónicos y el pentágono. La idea de Platón es que estas formas no eran cosas que el hombre puede imaginar, fruto de su inteligencia y del dominio de la geometria o de las matematicas, sino entidades preformadas que preexisten con independencia de que haya una conciencia capaz de contemplarlas. En este sentido las formas platónicas serian como Dios, algo que preexiste al propio hombre, a la vida y al propio universo.

Es por eso que los filósofos como Hipatia eran simultáneamente científicos, pues el saber todavia no se habia escindido en mil ramas (Descartes tardaria muchos años en aparecer) pero además de eso perseguian un estado mental concreto que llamaron apatía y que significaba una especie de condicion virtuosa del hombre superior que renuncia a ciertos placeres terrenales que oscurecen el animo y consagrase al estudio y al perfeccionamiento de la mente destinada a la contemplación de esa formas perfectas.

Personalmente me llama la atención de estas ideas su aspecto de consagración, su interés hermético que no está segregado del conocimiento en si, sino que le es complementario.

Hay un qualia muy famoso y que todo el mundo conoce, me refiero a la formula einsteniana que relaciona la energia con la materia, esta:

 E = mc^2 \,

Este es un ideal platónico, un absoluto perfecto.

¿Existia antes de Einstein?

¿Puede este ideal crear la materia?  ¿Qué creen ustedes?

Poetas gnósticos

Mañana dia 27 se presenta en Castellón el penúltimo libro de Rosa Maria Vilarroig titulado ·»Sine qua non (poemas astrológicos)», un libro que prologué yo mismo y cuyo texto completo podeis leer aqui.

img_0348

Rosa Maria Vilarroig es una poeta gnóstica: se trata de un viejo refugio de aquellos poetas y artistas en general que han pretendido hacer del lenguaje poético, un medio de conocimiento, como Blake,como Yeats, como Whitman o Kavafis. Personalmente la poesia con pretensiones noéticas me interesa mucho más que aquella poesia que habla de sí misma, es decir de la poesia académica, pienso ahora en Garcia Lorca o en Quevedo o Góngora, grandes poetas sin inclinación por esa busqueda esóterica, esa forma de escarbar en lo oculto que preside la estética y la vocación de Rosa Maria Vilarroig, un desasosiego que parece encarnarse en los misterios de la maternidad, es por eso que creo que Rosa Maria Vilarroig es una Gea postmoderna, una madre renovada y universal, no es de extrañar que mucha de su poesia esté destinada a aclarar ese misterio de la fecundidad, ese misterio de la mujer escudriñado desde el punto de vista mitico, desde el punto de vista del arquetipo.

Anque en ciertas colecciones y antologías se la incluya como escritora feminista, -una investigadora poética de las cuestiones y perspectivas de género-, lo cierto es que sólo forzando la máquina clasificatoria que Rosa puede ser interpretada de ese modo. Es verdad que el leit motiv de Rosa es la femineidad ¿podria ser de otro modo? Personalmente me parece un error encajarla en un movimiento filofeminista, es como si a Silvia Plath se la incluyera como una escritora feminista sólo por el hecho de que mantuvo durante toda su vida un pleito emocional con su padre, al parecer uno de esos tiranos domésticos que troquelan las mentes de aquellos que dependen de ellos -los hijos- hacia un resentimiento vital que impregna todas y cada una de las acciones que emprenden en su vida. La Plath no escribia para una causa feminista sino para aclarar, reparar y restituir una relación con un padre personal (no mitico) al que como a todos los padres se les odia y añora simultáneamente y mucho más si existen razones objetivas para ello. Pues ese es el fundamento de lo humano, nuestro mito fundacional como seres humanos. La Humanidad se desplegó y expandió su conciencia a través de un crimen ritual: un parricidio y una vez consumado ese parricidio hubo que recuperar al padre a través del tótem, a través del sacrificio de la carne y a través de una cierta incorporación paterna simbólica, algo que todos los pueblos hacen -hacemos- a través de la incorporacion canibalistca -comunión- de sus atributos. Lo prohibido, lo imposible y lo oculto mantienen pues relaciones de vecindad.

Y de eso se ocupan precisamente algunas formas de arte, de entre ellas algunas formas de poesia que he llamado gnósticas como homenaje a aquella primitiva herejía que proclamó que no era suficiente con la fe ni con el sacrificio de Jesucristo para liberar y redimir al hombre. Que era necesario algo más: una especie de transformación de la conciencia que nos llevara hacia el conocimiento velado de lo oculto, algo que solo podia hacerse de uno en uno, a veces en parejas. Dios no nos recibirá si ve tumulto, lo que es lo mismo que decir que la via del conocimiento es una experiencia individual y por tanto algo que no depende de la estadística ni de procesos racionales o conscientes sino de ese otro lado del espejo donde habitan la incertidumbre y la indeterminación.

espejo6lu

El libro de Rosa Maria Vilarroig es un poemario sobre los signos astrológicos, es decir un libro sobre los mitos, los simbolos, las imágenes, los iconos que se constelan en cada signo. Toma de cada uno de ellos lo esencial -el arquetipo- y lo transfiere a un poema que encarna las caracteristicas de cada uno de los signos del zodiaco que conocemos bien gracias a la persistencia de la astrologia como un saber tradicional que -aunque se rechaza y no se toma demasiado en serio- no deja de tener interés para todos nosotros que conocemos bien al menos algunas caracteristicas de nuestro signo. ¿Pero puede hoy en pleno desarrollo del pensamiento egoíco servir de algo la astrologia? ¿que hay de verdad en ella?

Antes de contestar esta pregunta es necesario que pongamos en orden algo relativo al campo de la verdad, no hay una verdad absoluta sino multiples verdades, una verdad para cada nivel de definición y hay que recordar ahora que la mente humana es un conjunto de sustratos filogeneticos con al menos tres niveles de definición (tres cerebros) enclaustrados en una misma esencia. Significa que la verdad de la ciencia no es la misma verdad de la metafisica, la filosofia, la mitologia o  la religión, la verdad de la ciencia tampoco es la verdad del sueño, de la intuición o del arrebato mistico ni la verdad inmediata de nuestras percepciones o creencias, lo humano se encuentra enroscado en pequeñas verdades individuales e intrasferibles, lo humano se enrosca en certezas inefables que a veces son consensos y otras veces disidencias. La verdad de la astronomia no es la misma verdad que la que se esconde en la astrologia ni la verdad de la metáfora es la verdad de la sintaxis. Aunque la astrologia nació en pleno pensamiento mítico, algo que coincidió en la conciencia humana con el invento del futuro, lo cierto es que la astrologia no sirve para saber nada de él. Pues la astrologia -aunque nació para predecir- solo sirve para señalar. Es a la ciencia a la que le corresponde predecir.

Ahora bien existe un segmento de transición entre el destino y carácter, entre el pathos y el daimon que conviene ahora señalar: «En el hombre su carácter es lo mismo que su destino», esta es la máxima heraclitina. ¿Que hay de verdad en ello?

Pues que todos sabemos que nacemos condicionados, una cultura, un tiempo, un entorno, una familia, una clase social, un barrio, una etnia, un sexo, etc. No cabe ninguna duda de que los hombres somos una extraña mezcla de determinismo y libre albedrio y que nos movemos en un espacio de indeterminación al mismo tiempo que somos capaces de admitir que las experiencias tempranas, los aprendizajes de la infancia tienen un enorme peso causal en nuestro desarrollo posterior como individuos. Si la ciencia se ocupa de lo determinado, lo cierto es que hace falta otro registro que de cuenta de lo indeterminado, de la no linealidad, de lo acausal. Este espacio está rellenado por ese otro conocimiento que llamamos humanidades. arte, poesía, espiritualidad, religión, metafísica o como queramos llamarlo. Las tradiciones como la astrología, la adivinación, la magia, el Tarot, la Cábala y las tradiciones misticas de todo el mundo existieron mucho antes de que en Grecia emergiera aquel tropel de cientificos que como Arquímedes o Pitágoras iniciaran la ciencia moderna y el metodo de observación se impusiera sobre la especulacion filosófica. Pero -más que nunca- necesitamos de ese conocimiento que no es ciencia y que esconde gotas de verdad práctica y chorros de verdad en su propio nivel de definición, es por eso que este libro de Rosa Maria Vilarroig ofrece una oportunidad única para aclarar el sentido que para el hombree moderno tiene la astrologia: una forma de saber que señala hacia nuestro origen y complementa a otros saberes que se ocupan del mañana y del bienestar en el hoy.

Pero no es posible delegar en la ciencia el peso de esta responsabilidad, hay cuestiones que la ciencia no podrá predecir nunca y por eso necesitamos saber como la conciencia humana ha evolucionado desde el animismo urobórico hasta el racionalismo egoico pasando por lo mítico-tifónico, qué ganancia y qué perdidas han ido produciendose con estos trasiegos, donde estamos y qué podemos pedirle a los saberes ancestrales. Es por eso que el arte, los poetas existirán siempre pues hay en ellos una verdad, un saber que les adviene como un don, algo profético que hace que en este caso Rosa haya adivinado el arquetipo de Sagitario con una claridad que nos trae a Nostradamus a la memoria.

Y lo hace, como él, a través de versos:

Según Rosa Maria Vilarroig está es la esencia mítica de mi signo Sagitario, una convección fractal donde emergen al menos tres mitos que representan en distintas octavas una misma esencia, Zeus, Prometeo y Quirón:

sagitario

sagitario2

Un rescoldo, una brasa de sangre resistente

vive bajo el escorzo de la llama

destinada prende hacia lo alto

mudable viajera de espacios

desoídos, tilo o caza

cerrazón donde la verdad permanece amurallada.

Una estrofa donde aparecen tres elementos de la esencia de Sagitario: el Fuego como elemento purificador que enlaza lo de abajo con lo de arriba, la Tierra con el Aire, la Verdad que habita en una manera de entender la vida orientada hacia las convicciones, las certezas de quien fundó un nuevo orden sobre las cenizas de lo viejo, y el amurallamiento, la cerrazón del signo que permanece de alguna forma inaccesible para quien no haya encontrado la forma de franquear sus muros.

Aqui aparece otro de los fractales de Sagitario, el buen Quirón médico altruista herido de muerte en su parte animal que demanda a Zeus ponerse en el lugar de Prometeo y terminar asi con sus sufrimientos eternos:

En tu doble faz, claridad oscura de la herida

daña o sana el cielo ardiente

mitad hombre, mitad caballo

impulso y voluntad redime con tus pócimas

el veneno vomitado sobre tus caderas

interpreta constelaciones.

Zeus es el fundador de un nuevo orden olimpico, un orden jurídico nuevo que crece en aposición al antiguo orden de las deidades femeninas que le antecedieron, un orden podriamos llamar democrático que impone un parlamento de dioses, desde entonces todos los dioses deberan ser oidos antes de tomar una decisión, Zeus es pues designio, algo que vienea  imponerse al destino y a la fatalidad:

has urdido un nuevo orden

en la clarividencia del conflicto

se instala

en tu poder procedencia y ley.

Donde vemos que Zeus no solo inventó la ley sino tambien la filiación, desde entonces saber de dónde se procede es tan importante como saber a dónde se va, pasado y futuro encuentran en lo mítico una forma de expresar las ansiedades de una nueva conciencia emergente.

Y que nos promete una nueva emergencia, la del hombre centauro, parecen adivinarse en estos versos hacia donde se dirigirá ese camino de transhumanización del que hablaban Huxley y Jung, un camino que necesariamente habría que enlazar el azul con el fuego, el aire y la Tierra y el agua en una nueva sintesis.

Arquero de piedra y sol

en tu firmeza desposas el azul con el fuego

está escrito en el universo, la tierra encinta conduce

hacia el ultimo enigma del invierno.

Ahi estamos, parece. En tránsito hacia el invierno.

La red de Indra

mondrian1

Vivimos en un mundo donde la información crece en proporcion geométrica al mismo tiempo que el conocimiento disminuye en la misma proporción. Información es pues inversamente proporcional al conocimiento. ¿Cómo explicar que en un mundo como el nuestro los escolares de esta sociedad sean al mismo tiempo los más estimulados y los peor preparados de todos lo tiempos? ¿Cómo explicar el amplio analfabetismo de nuestros universitarios, el nivel bajisimo de nuestros estudiantes y al mismo tiempo su indudable pericia para adaptarse a tecnologias exóticas?

Es la tecnificación seguramente la responsable, es evidente que la tecnología propicia la deshumanización y sin humanidad no puede existir conocimiento sino datos sueltos que no encajan unos con otros para formar criterio alguno de rango superior.

Ahora bien ¿qué es el conocimiento? ¿en qué se diferencia de la común instrucción?

Se trata de niveles distintos de saber algo, es evidente que el saber sí ocupa lugar y que un conocimiento no puede ser establecido sin descartar algo. Simultáneamente con esta idea nada puede ser conocido sin disponer de una base fundamental sobre la que levantar el andamiaje preciso. Adquirir un conocimiento nuevo es algo que precisa sumar y restar al mismo tiempo, es necesario saltar de nivel y descartar información, reducir la masa critica de datos de los que se dispone y elegir de entre ellos los precisos para construir algo nuevo, hay algo pues en la adquisición de conocimiento que es creativo y autopoyético y que no se limita a acumular información.

Porque conocer implica dotar de sentido a lo vivído, a lo experimentado y dotar de sentido a lo vivído es absolutamente necesario para salirse del bucle diabólico de la autoreferencia. Sin sentido no es posible estar en el mundo en plenitud. Conocer es pues vital para los humanos, no se trata sólo de saber cosas (o ignorarlas) e ir acumulando datos pues sin sentido no es posible edificar un discurso que supere los antagonismos de lo que se es y de lo que se tiene, sin sentido estamos condenados al marasmo, peor y más sepultados cuantos más datos dispongamos. Es por eso que el mundo en el que vivimos donde la información crece sin cesar y el bombardeo es constante es el mejor caldo de cultivo para las neurosis, para el enredo epistemológico, para la victoria del dualismo y para el sinsentido o la confusión. Vivimos en un mundo insignificante y por tanto poco saludable.

Si construimos significados es precisamente porque somos un cuerpo al mismo tiempo que tenemos un cuerpo. Ser y tener son la expresión de una escisión primigenia que nos lleva de bruces contra el significado.

Y por eso nació el gnosticismo, la matriz de todos los conocimientos, algo que volvió a repetirse con el fenomeno del sufismo en el siglo XII y que comprometia -esta vez- a las tres religiones monoteistas. En realidad los gnósticos primitivos fueron anteriores al propio cristianismo pero se solaparon con la inexorable expansión a través del Imperio Romano de la nueva religión. Enseguida surgieron las discrepancias: los gnósticos no comulgaban con la idea de que la fe era suficiente para obtener la salvación y tampoco estaban de acuerdo con la idea de que el sacrificio del Redentor salvaguardaba a toda la humanidad. Los gnósticos creian que ni la fe, ni la muerte en la cruz del hijo de Dios aseguraban por si mismas la salvación del hombre individual, creian que la unica posibilidad de redención para el hombre era el conocimiento, un camino personal de transformación, un proceso de perfeccionamiento muy parecido al que Jung bautizó con el nombre de «individuación» o Huxley al hablar de transhumanización.

Una idea- la del perfeccionamiento- que se encuentra en todas y cada una de las tradiciones milenarias misticas o espirituales y que no es un calco de la virtud griega. Es algo que va más allá y que no se detiene en la idea del civismo o del honor sino que incluye una clausula noética, una adquisición de un conocimiento superior, con Dios o sin él, ese conocimiento trata de romper los horizontes egoístas de la accion humana y trata de encontrar razones que no son en absoluto transmisibles, se trata de experiencias indivuales que sólo pueden aprenderse merced a la iniciación en algun tipo de disciplina que tienda a romper esos limites, limites que en cualquier caso se adquieren y se moldean a través del pensamiento. ¿Perfeccionarse para qué? No hay razones instrumentales en este objetivo, se trata de renunciar a cualquier tipo de instrumentalización del conocimiento adquirido, buscar la perfección por sí misma, por el hecho de alcanzar esa abstracción que es la perfección y que situa al hombre en una nueva dimensión de su conciencia. Perfeccionarse porque esa es en esencia la misión de los humanos transformar y transformarse.

Como todos los sistemas de pensamiento que se oponian a los dogmas cristianos , el gnosticismo fue demolido por la maquinaria militar y politica de la Iglesia católica. Hasta Lutero ninguna otra disidencia tuvo éxito en el seno de la propia Iglesia. Fue asi que el gnosticismo halló refugio en otras actividades expresivas de este anhelo de conocimiento y de una via rabiosamente individual de hallazgo de la propia mismidad.

En adelante los gnósticos ya no se encontrarian como disidentes en el seno de la religión sino que se refugiaron en el arte, en la poesia, en la música, en la filosofia, en la alquimia, en la ciencia y en la astrologia, en la politica, en la masoneria y sobre todo en una disciplina que en el siglo XIX gozó de mucho éxito enre la intelectualidad europea. Me refiero a la teosofía. Y sobre todo a su fundadora Mme Blavatsky: su influencia en personas de la talla de Satie, Mondrian, Yeats, Joyce o Einstein ha sido señalada por los biógrafos de la fundadora de la primera sociedad teosófica del mundo, al tiempo que se señala la influencia que sobre ella tuvo William Blake el poeta visionario inglés. En este post hablé precisamente del gnosticismo y de Satie y Blake, de manera que en el presente me voy a ocupar de hablar de uno de los aspectos cosmológicos a mi juicio más interesantes de esta filosofia perenne.

Me refiero al concepto de la red de Indra que da titulo a este post, un concepto que se encuentra en todas y cada una de las tradiciones místicas con independencia de su lugar de origen.

mondrian4

Se trata de la idea de que el cosmos es una iteración infinita que relaciona a todos sus elementos entre si que quedan asi tejidos por una especie de malla o red donde cada elemento es un reflejo de los demás, en este sentido los individuos seriamos puntos de confluencia corporeizada en los nudos de la red y reflejo de otros miembros o reflejo de reflejos, trazas de trazas o rastros de rastros. El universo quedaria asi entendido como una repetición eterna donde cada elemento remitiria a otro en una recursividad fractal que remedaria la Totalidad en cada una de sus partes autocontenida en sí misma . Cada parte a su vez no representaria un trozo de la Totalidad sino que sería la Totalidad entera reproduciendo a escala sensible humana el mismo proceso que seria similar en todo el universo. Esta caracteristica de universos plegados en sí mismos es felizmente parecida al modelo holografico de Pribram, uno de los constructos o paradigmas más interesantes de la fisica actual.

Mondrian nos lo dibujó con su teoria de las figuras y colores cósmicos.

mondrian2Y Yeats nos lo poemó, en este texto de intención profética que destila dualismo por todos sus poros, el mal y el bien siguen su lucha en una dialéctica mundana donde el hombre sensible no termina de encajar y que sólo tiene una opción: transformarse, hasta que la masa critica de individuos transformados constituya una red de Indra tangible, una masa critica que supere sinérgicamente al mal, a la guerra, la ignorancia o al crimen. Es pues inútil tratar de transformar el mundo sin antes haberse transformado a uno mismo. Es más, tenemos pruebas de que todos los intentos de cambiar el mundo nos han traido una lacra imprevisible, diferente a la que pretendimos cambiar y a veces siniestramente parecida. Como en esta segunda venida del Mesias que Yeats parece esperar:

La segunda venida

Girando y girando en el creciente círculo
El halcón no puede oír al halconero;
Todo se deshace; el centro no puede sostenerse;
Mera anarquía es desatada sobre el mundo,
La oscurecida marea de sangre es desatada, y en todas partes
La ceremonia de la inocencia es ahogada;
Los mejores carecen de toda convicción, mientras los peores
Están llenos de apasionada intensidad.

Seguramente alguna revelación está cerca;
Seguramente la Segunda Venida está cerca.
¡La Segunda Venida! Apenas pronunciadas esas palabras
Cuando una vasta imagen del Spiritus Mundi
Inquietó mi vista: en algún lugar en las arenas del desierto
Una forma con cuerpo de león y cabeza de hombre,
Una mirada vacía y despiadada como el sol,
Mueve sus pausados muslos, mientras por doquier
Circundan las sombras de las indignadas aves del desierto.
La oscuridad cae de nuevo; pero ahora sé
Que veinte siglos de un pétreo sueño
Fueron contrariados hasta la pesadilla por el mecer de una cuna,
¿Y qué tosca bestia, cuya hora llega al final,
Cabizbaja camina hacia Belén para nacer?

Amores esenciales, seres contingentes.

La vida es un hilo que se mantiene tenso gracias a la succión que ejercen en sus bordes dos vacíos: la muerte individual en uno de ellos y la succión del limbo, ese lugar donde se supone que nos encontrábamos antes de que un espermatozoide y un óvulo salieran de fiesta un buen dia a espaldas de nuestro albedrio y probablemente tambien de la elección de nuestros padres.

Nuestra existencia discurre entre dos incognoscibles, en ese tramo que llamamos vida no existe ningún fundamento para seguir vivos más que a través de una ilusión: la de creer que nuestra vida tiene un sentido. Un sentido que algunos encuentran a pesar de que ese sentido hallado carezca de fundamento. Nos encontramos prendidos pues de una paradoja, la de sentirnos esenciales y al mismo tiempo insignificantes.

Es por eso, que nos afanamos toda nuestra vida en dotar de un sentido a nuestra experiencia concreta aunque en esencia la vida carece de cualquier sentido y es en sí misma un accidente del azar al que nosotros sus dueños y guionistas tratamos de encontrarle alguno, pues sólo es posible buscar sentido en aquello que es un sin sentido.

Y no cabe ninguna duda de que el mejor sentido que puede dársele a la vida es el amor en todas sus versiones y facetas. Es por ello que Jose Antonio Marina, filósofo empedernido en un pais de técnicos de marketing y de reponedoras de supermercado acaba de sacar un libro sobre el asunto del amor que quizá por acercarse San Valentin ya está en las librerias aunque no hay que dejar de lado -por aquello del simbolismo- que S. Valentin nunca existió quiza como exégesis de lo dificil que es esto de entender en qué consiste el amor. «Palabras de amor» se llama a esta entrega donde Marina hace una especie de antología sobre un género denostado: el epistolar con intención amatoria. La vieja y desacreditada carta de amor, un género literario que ha venido a  reciclarse a si mismo gracias a los sms,  los emails o  los chats que han venido a sustituir al anticuado sobre de estanco y sello de Franco de una peseta.

Nada que ver con estas palabras de amor que cantaba Serrat y que suenan un poco casposas ya cuando no aburridas y edulcoradas prácticas de plañideras de pueblo, lo que Marina recoge más que cartas de amor son declaraciones libidinosas, amores turbios y violentos, amores fatídicos más espirituales que carnales, más cercanos a la desesperación que a la conquista. Amores tórridos de entre los que me gustaria destacar el que practicaron Abelardo y Eloisa, él una especie de beato con mala conciencia y ella una especie de madonna sacrificial. No hay que olvidar que ambos amantes vivieron en el siglo XII y que en aquella época, el amor cortés era una especie de trasunto idealizado donde el amante ponia a su amada en una especie de altar para adorarla desde lejos o desde la imposibilidad a lo que ella siempre respondia con fugaces escarceos amatorios de lo mas carnal y de lo más provocador como si ellas, las que habitaban en aquella Europa medieval estuvieran más liberadas que ellos, siempre dependientes de la normas y probablemente de los castigos que habia que esperar si las cosas se torcian. Y solian torcerse porque al parecer Eloisa quedó embarazada y Abelardo quiso casarse con ella a fin de reparar su ofensa pero Eloisa le contestó lo siguiente:

«Ser tu esposa es un gran don que me regalas pero sin renunciar a tal condición quisiera decirte que prefiero ser tu concubina o tu ramera».

Abelardo quedó estupefacto y ni aun asi pudo librarse de que la familia despechada de ella le castrara. Al final Eloisa entra en religión y hasta se convierte en abadesa de un convento desde el que sigue escribiendo cartas de amor al «plasta» de Abelardo que ni así accede a reencontrarse con su amada devocional.

Y es que de amores nadie sabe nada salvo unos cuantos iniciados: aquellos que saben que el amor o es una fechoría o no es nada. Que el amor es una forma de sacrificio a fin de mantener estirados aquellos hilos que se encuentran suspendidos entre esos dos vacios entre los que discurre nuestra vida. Asi lo entendieron los misticos de todas las especies y religiones de entre los que me gustaria nombrar a Rumi, el mistico sufí que busco a través del amor carnal la fusión con el Todo tal y como se entendia el Todo en esa tradición. Dejo dicho Rumi:

«Antes de que en el mundo hubiera vid o uva nuestra alma estuvo embriagada de vino inmortal».

A todos aquellos interesados en la tradición mistica sufi les recomiendo este articulo escrito por mi mismo y recordar que Rumi y Abelardo y Eloisa fueron contemporáneos: todo parece indicar que el siglo XII fue El Dorado en la concepcion extendida del amor. Tambien es recomendable visitar esta web donde existen múltiples ejemplos de mistica sufí que como toda mística gira en torno al amor carnal para trascenderlo en un anhelo de fusionarse con algo más grande que uno mismo. En realidad todas las tradiciones místicas coinciden en una cosa: que hay amores esenciales y amores accesorios, amores de verdad y amores falsos o por asi decir existen dos versiones del amor, una versión dura que está relacionada con el sacrificio altruista y una versión blanda que está relacionada con el beneficio o el egoísmo, no significa que hayan personas egoístas  o altruistas sino que algunos hallan su misión en la vida a través de una posición u otra y  los dos grupos están condenados a encontrarse. Hasta en este blog escribí hace algun tiempo sobre este mismo asunto visto desde el lado de la cosmología, titulé el post  «Amores cósmicos y amores terrestres».

Volviendo a la poesia del siglo XII me gustaria recomendar a mis lectores este poema escrito por una condesa en la soledad de su torre, pues es imposible ignorar las condiciones de aislamiento en que discurrian las vidas de las mujeres nobles en el siglo XII:

Este poema se encuentra en «Breviari d´amor» una profunda investigación sobre textos medievales con música escrita por Jordi Sabatés y cantado por esa extraodrinaria voz de fusión entre culturas que es Maria del Mar Bonet:

Estic en gran desventura
per un cavaller que he tingut
i vull que sigui sabut
mon amor i desmesura.
Ara veig que sóc traïda,
car no li he donat amor
i així estic en gran enyor,
al llit i quan sóc vestida.

Bé voldria, cor hermós,
tenir-vos nu al meu llit,
sols per mi tota la nit
i jo de coixí amorós.
Per tu jo estic més rendida
que Floris per Blancaflor
i et dón mon cor i amor,
mon seny, mos ulls i ma vida.

Bon amic avinent i hermós,
quan us tindré vora el meu pit
i dormir amb vós tota la nit
i dar-vos un bes amorós?
Gran desig ara tindria
de vós en lloc del marit
i en vós calmar el meu neguit
fent tot el que jo voldria.

La condesa como puede observarse está casada pero su añoranza procede de un imposible amor que se encuentra más allá del rango de posibilidades atribuibles a su conducta de noble y opera como una imposibilidad. Y toda imposibilidad opera como un motivador místico pues eso es precisamente la mistica, un intento de reunión con lo imposible, lo incognoscible, o lo inefable.

Los humanos nos encontramos con un enorme dilema pues somos capaces de imaginarnos cosas que en realidad, existan o no escapan de nuestra percepción sensible, usualmente son estas tres cosas:

  • Es imposible volver al limbo, es decir a ese borde del que procedemos y que nos estira succionando nuestra vida desde el pasado, no me refiero solo al pasado histórico de nuestra existencia aun la intrauterina sino a la vida que hubo antes de nosotros mismos como organismo viviente. ¿Dónde estaba yo antes de nacer? Este anhelo es común a todos los humanos minimamente sensibles, es algo que todos nos hemos preguntado alguna vez y que representa un misterio al que nadie ha podido hasta la fecha responderse o al menos venir hasta la superficie con alguna prueba de que ese lugar o estado existe en la realidad.
  • Es imposible tener dos sexos, el hermafroditismo es una utopía en los humanos, o se es hombre o se es mujer, para un hombre saber como siente una mujer es un enigma trascendental como lo es para una mujer saber como siente y piensa un hombre, ambos son seres discontinuos y discretos, no existe posibilidad real de accederse el uno al otro de forma total ni siquiera a través del coito. Y aunque los humanos tenemos algunas estrategias destinadas al autoengaño en relación con la identidad genérica en realidad no se termina de resolver el problema de la plenitud, el problema de estar dividido en dos mitades, el problema de tener que asumirse como ser sexuado.
  • Es imposible ser inmortal y saber que hay después de ese borde que llamamos muerte, simplemente no lo podemos saber aunque si imaginar. Esta disonancia entre conocimiento e imaginación es tan humana como las anteriores y forma parte de nuestra condición de seres faltantes e incompletos.

Es por eso, que existe lo imposible, que los humanos tuvimos que inventar las prohibiciones y es por eso que existe Edipo y todos los héroes trashumantes, representan nuestra condición de seres limitados que precisan limitación y de limites para no perderse en la maraña de significantes imposibles  que los hombres tenemos tendencia a habitar, al menos aquellos que se hacen preguntas y no creen haberlas encontrado a través de la iluminación o de un fanatismo cualquiera. Si lo prohibido existe y es necesario que siga existiendo es para limitar las incursiones de los humanos hacia lo imposible, hacia la implosión del Yo, hacia la locura o la disgregación.

Cuando se disuelven o relajan las prohibiciones se producen grandes malestares colectivos y un incremento de la locura, de la indigencia moral y del sin sentido social.

El amor es desde luego un puente para recorrer este camino de discontinuidad entre lo humano y lo incognoscible siempre y cuando el amador acepte su inmolación en la pira del sacrificio que el amado lleva en sus manos, como un karma que precisa de sacrificios y de relevos constantes porque a fin de cuentas hay quien si sabe -o cree saber- cual es su destino y aquellos que no poseen uno propio no tienen mas remedio sino amar sin condiciones a los elegidos, a esos héroes que no tienen otra cosa que hacer sino bajar al infierno y traer el fuego de los dioses a fin de poderlo compartir con los humanos.

Pues Dios optó por mantenernos en la privación y necesitamos mediadores entre lo divino y lo humano.

Y es por eso que existe el anhelo de fusión, no sólo entre las personas sino entre la culturas. ¿La prueba? aqui abajo:

Ahora vean la versión de la Bonet sobre este tema:

El anhelo de fusión en cualquier caso se opone al anhelo de destrucción o de fragmentacion que tambien preside lo humano como un eterno acompañante de aventura de lo más sublime. Es inutil tratar de separarlos, siempre viajan juntos: sin sacrificio, sin dolor, sin heridas es imposible saltar la discontinuidad humana.

Es por eso que el amor es un arquero y que siempre deja heridas.