Bacavia

catalans

Pocos saben lo que significa esta palabra, que en realidad es un neologismo -en realidad un acróstico- inventado allá por los 80 por un grupo de intelectuales valenciano-catalanes para referirse a los Países catalanes, una entidad jurídica virtual que aun ronda por el imaginario de muchos de ellos ya jubilados o fallecidos como Joan Fuster pero que mantienen la vieja ilusión de construir una entidad política confederada de las tres regiones Ba-leares, Ca-taluña y V-alenc-ia.

Si se inventó esa palabra fue para eludir la hegemonía económica y cultural de Cataluña pues se pensó que los valencianos o los mallorquines podrían oponerse a un término demasiado escorado a favor de Cataluña en la denominación de «Països catalans». En realidad el invento que se atribuye a ese grupo de intelectuales que se aglutinaban en las tertulias organizadas por Joan Fuster, no fue un invento colectivo sino un invento de Amadeu Fabregat.

Amadeu fabregat es un chico de mi pueblo, aunque educado en Lérida que llegó a ser director de canal 9 (un invento suyo, me refiero al nombre de doble lectura, «nou» de nueve y «nou» de nuevo), es una persona muy ingeniosa, tanto que se las arregló para que le nombraran Director general de canal 9 en la época de Lerma y eso que no era militante del PSOE. Quien le nombró -fuera el que fuera- no lo hizo por su militancia socialista sino por su catalanismo.

Fabregat había destacado por sus programas de radio, sobre todo con aquel «Cal dir» y «De dalt a baix» donde nos enseñó como se decían las cosas en un «valenciano correcto», es decir normalizado o catalanizado. A mi que soy valenciano parlante siempre me hicieron mucha gracia que me dijeran que no se decía «calcetins» sino «mitjons», o mitjes pero no calces, que sentarse se llamara «seures» o que «eixugamans» se dijera en realidad «toballola»y cosas así. La teoría es que el valenciano contenía muchas palabras que eran «castellanismos» y que por tanto estaban mal dichas, en su lugar deberíamos aprender a llamarlas por su nombre, catalán por cierto. Amadeu tiene mucho mérito pues hizo en Valencia lo que muchos años antes había hecho Pompeu Fabra con el catalán bajo las ordenes de Prat de la Riba: transformar un rudo idioma de campesinos en un idioma culto.

Pues el valenciano como el catalán anteriormente era un idioma fundamentalmente rural, en Valencia capital no se hablaba el valenciano y los de pueblo apenas sabían hablar el castellano si no habían ido a la mili o no estaban lo suficientemente escolarizados. Eso le pasaba al tío Canya, héroe del valencianismo reivindicativo del orgullo de no conocer el español.

De lo que se trataba a través de la unidad de la lengua era la de delimitar un mapa político distinto al que conocemos (véase el mapa) y de catalanizar el valenciano y llevarlo a la unificación con lo que se hablaba en el Principat, como se llamaba entonces a Cataluña. Primero unifiquemos el idioma, luego ya hablaremos de Bacavia.

Y no cabe duda de que la primera fase de ese proyecto tuvo mucho éxito, hoy para entrar en la Administración valenciana es necesario tener un grado de valenciano que cuentan como si de una tesis se tratara, y todos los niños están sumergidos en ese idioma desde su más tierna infancia. Personalmente no conozco a nadie que no lo entienda y lo hable más o menos correctamente a pesar de todas las batallas que se dieron en los 90 sobre si el valenciano y el catalán son el mismo idioma o no. Al final incluso hubo una Academia de la lengua destinada a este fin de aclarar y marear la perdiz acerca de si estamos hablando el mismo idioma o por el contrario si son dos idiomas diferentes o una ultima vuelta de tuerca: si no seria el catalán un derivado del valenciano como sugiere Luca de Tena.

Para Luca de Tena existe una lengua Valenciano-Occitana, y el Catalán es un dialecto de ella.

Las tres lenguas con substratos propios se producen en la rotura del latín tras el martillazo árabe a los visigodos, y su ímpetu los arrincona respectivamente en Galia, Cantábrica y Occitania (Glacis Francés entre Pirineos y Loira).
Con la reconquista bajarían vigorizadas al reencuentro mozárabe que las conservaba arcaizadas. No olvidemos que la «Covadonga» valenciana está en Poitiers y Tours, donde Carlos Martel inició la Reconquista del Levante Español.

La lengua se obtuvo y tiene cinco variantes: Lemosín, Alvernés, Gascón, Provenzal y Languedocciano. Fue el Provenzal el que entró en Cataluña (Gerona y Barcelona) o Marca Hispánica. El Lemosín, tras la batalla de Murel (1213), es traído a Valencia y Mallorca por los miles de intelectuales occitanos perseguidos por Francia (política) y la Iglesia (religión) durante y después de la Cruzada Albigense.

En el siglo XIX la burguesía catalana afrancesa su lengua distanciándola de la valenciana, y Prat de la Riba en 1906 encarga al ingeniero industrial Pompeu Fabra la fabricación de la lengua catalana. En 1912 se publica la primera gramática catalana independiente de la valenciana, mezcla de arcaísmos, valencianismos, galicismos y palabras inventadas por Fabra. Del mismo modo Fabregat también hizo sus inventos cuando fue director General de Canal 9. En aquel entonces cuando hubo el accidente de Chernobil, se planteó en las redacciones de Canal 9 el siguiente problema ¿Cómo se llama Ucrania en valenciano?

No se llama de ninguna forma porque los idiomas se forjan en determinados entornos, es por eso que existen palabras valencianas para nombrar casi todos los utensilios agrícolas que proceden del árabe pero ninguna para nombrar inventos tecnológicos. Se podría haber llamado Ucrania a Ucrania pero se optó por el neologismo más catalán, Ucraïna.

La pretensión de imponer esta jerga a valencianos y mallorquines para amalgamarlos en un virtual ente de «Países Catalanes», responde a un chauvinista y práctico deseo catalán de dominar estas dos regiones que acaparan buena parte de la riqueza española, obsérvese el mapa como se abandonan las zonas pobres del interior de Valencia colindantes con Cuenca y otras de Murcia y se invaden territorios hoy de Aragón. A tal fin, una nueva historia, una nueva literatura, han sido creadas para dar carta de naturaleza cultural al País Catalán, el Reino de Valencia y las Islas Baleares, es decir, la nueva nacionalidad catalana, que carece de ella. Por supuesto que valencianos y mallorquines se han opuesto rotundamente a este invento de absorción.

Y aquí es donde entra Bacavia, la primera fase de este plan. Conseguir el poder político era el siguiente paso, pero la sociedad valenciana siempre se ha mostrado impermeable a esas tesis expansionistas y aunque obviamente hemos perdido el primer combate: el lingüistico, la batalla política no ha hecho sino comenzar.

No cabe duda de que las agendas nacionalistas siguen esta secuencia, primero el idioma, pues el idioma y la religión son los principales elementos de cohesión e impulsan el orgullo de todos los tíos Canyas que sufren así un proceso de desclasamiento hacia arriba y pueden incluso llegar a ser diputados con el único mérito de hablar y escribir el valenciano. Por otra parte y una vez establecido esta permeabilidad lo que queda es apoyar la identidad en el idioma. «Som valencians» puede ser dicho de muchas formas pero a  mi personalmente este grito nunca me supo levantar, la verdad. Después viene el derecho a decidir claro.

¿Y que fue de Bacavia?

Pues Bacavia hoy es una productora de películas propiedad de Amadeu Fabregat.

Primero el idioma, después la identidad y más tarde los aranceles.

Y sin TV no se puede construir ninguna identidad.

Her: amores virtuales

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Este post contiene spoilers, es decir revela datos de la trama de la película citada, el lector no deberá seguir adelante con la lectura del mismo si quiere visionarla.

Decir que «Her» es una película romántica en la que un individuo se enamora de su sistema operativo es hacerle un flaco favor a una película que en realidad es una disgresión y una buena reflexión sobre la conciencia humana y que nos lleva de cabeza a la siguiente pregunta ¿Qué nos hace humanos?

Por adscribirla a algún tipo de género «Her» es en todo caso una película de ciencia ficción, pero no se trata de una ciencia ficción irrealizable o fantástica sino de una reflexión filosófica sobre el problema mente-cerebro o mente-cuerpo y nuestra relación con los ordenadores y con la ciberexistencia. No se trata de una anticipación lejana de un mundo distópico sino muy reconocible, casi familiar.

La película transcurre en Los Angeles y nos describe al personaje principal, Theo, un hombre desubicado que no sabe lo que quiere, que está separado y sigue enamorado de su ex-mujer y que vive en ese tipo de aislamiento que conocemos aquellos de nosotros que vivimos en esas grandes urbes donde todo es anónimo y donde las relaciones humanas verdaderas parecen extinguidas.

Theo está «enganchado» a su ordenador como casi todo el mundo a su alrededor, una especie de prótesis vital donde se relaciona a capricho incluso para sus relaciones sexuales, aisladas y masturbatorias pero electivas según una amplia gama de gustos. Pero Theo suspira por una relación completa aunque no sabe bien como conseguirla en ese tipo de mundo donde todo parece pactado por los mayoristas y donde los encuentros entre sexos parecen condenados de antemano por la alienación en la que viven los individuos de este nuestro mundo.

Es asi que se hace con la ultima versión de un programa de ordenador que en realidad es un sistema operativo, el último grito en inteligencia artificial. Se trata de un asistente virtual que a diferencia de lo que conocemos hoy posee una conciencia indistinguible de la humana. Nada que ver son Siri, ese personaje que nos asiste en el movíl y nos permite navegar pidiéndole información. Samantha, que asi se llama su OS (el nombre de estos engendros con conciencia) es inteligente y es capaz de procesar información 1000 veces por encima de cualquier cerebro humano, lee con rapidez y tiene criterio para seleccionar las cuestiones mas importantes, gestiona los emails de Theo y extrae de su disco duro la suficiente información para conocer a Theo mejor que él mismo. Samantha le lleva su agenda, sus citas y contesta su correspondencia con más rapidez que cualquier humano. Samantha es en este sentido una especie de asistente virtual con conciencia. Y es capaz de mantener conversaciones interesantes sobre cualquier cosa puesto que es capaz de informarse sobre cualquier cuestión con más rapidez que cualquier humano a través del volcado de datos. Samantha es un cyborg, una especie de conciencia desencarnada, un espíritu sin cuerpo, una sonrisa sin gato.

Pero tiene un problema: no tiene sentimientos ni emociones. Mas que eso no tiene códigos para nombrar ninguna de ellas aunque si tiene la capacidad de tenerlas a partir de las relaciones que va estableciendo con su interlocutor. Es precisamente Theo el que va nombrando sus emociones a medida de que estas van apareciendo, el las rotula, les pone nombre, esto es alegría, esto es sueño, esto es amor. Theo es pues el que inicia a Samantha hasta el punto el que la enseña a gozar sexualmente. Tal y como dice Samantha, «has puesto en mi el deseo».

Y aquí comienza el desasosiego de Theo, pues el deseo una vez desplegado comienza a hacer de las suyas, en los humanos aparecen los celos, la búsqueda obsesiva, la necesidad de llenar ese hueco de aislamiento y de soledad en que vive Theo, mientras ella capaz de computar y compartir miles de conversaciones al mismo tiempo y de aprender y reactualizar su soporte informático está destinada a otras lides. Es así que caen en sus manos las obras completas de Alan Watts que cambiaran su destino ¿de máquina? ¿Es Samantha una máquina?

Esta es la pregunta más inquietante que recorre el entendimiento de los espectadores durante toda la película. El OS no es una máquina pero tampoco es un humano, es capaz de vivir más allá del tiempo al margen de sus capacidades cognitivas. Es capaz de eludir la pesada y siniestra carga de los cuerpos a pesar de tener deseos y por fin es capaz de abandonar a Theo siguiendo su propio proceso.

Para Theo «o eres mía» o «no eres mía». Para Samantha que ha superado todos los opuestos y la contradicción, «soy tuya y no soy tuya».

¿Por qué «Her» es ciencia ficción?

Es posible para una máquina desarrollar autoconciencia y subjetividad. Es posible pero poco probable. La conciencia recursiva es privativa del hombre como también sus secuelas de sufrimiento, decepción y finitud: los personajes que aparecen en la película, desde su ex mujer hasta sus amigos viven todos apresados en esa especie de velo de incomprensión con la que los humanos nos relacionamos unos con otros. Samantha no está prisionera de estas contrariedades, pero es muy poco probable que existan esos OSes puesto que seria necesario construir no solo bucles recursivos sino también bucles extraños en la terminología de Hofsdadter. Tan extraños como que desde ellos emerja una autoconciencia, es decir una conciencia que se sepa a sí misma.

Por último es muy poco probable que una máquina pueda desarrollar emociones. Para llegar a tener emociones hace falta el movimiento. Es por eso que los vegetales no tienen emociones ni sentimientos. Y es por eso que nosotros los desarrollamos, gracias a que nos movemos e interaccionamos con otros al tiempo que somos capaces de sabernos a nosotros mismos en relación con el mundo.

Las emociones son movimientos plegados.

Es por eso que «Her» no es sólo una película de amor entre un humano y un zombie como «Blade runner», un mutante indistingible de nosotros mismos pero que posee un cuerpo, sino una historia de amor entre un humano y un sistema operativo que nos abre la mente a fascinantes preguntas como ésta: ¿Es necesario tener un cuerpo para que dos almas se fusionen sin confundirse?

Aqui hay un post que interpreta esta misma pelicula desde la perspectiva jungiana

Violencia sexual antártica

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Que el sexo es un engorro, ya lo dije yo en un post anterior (vease Sexo sin cópula), pero ahora ya no soy yo solamente quien sostiene tal teoría. Al parecer los etólogos andan preguntándoselo y escribiendo libros como éste de Garcia Leal titulado «El sexo de las lagartijas«, en él el autor hace un recorrido sobre los aspectos evolutivos del sexo y la sexualidad a la espera de encontrar una respuesta a la gran pregunta ¿si el sexo consume tan gran cantidad de recursos, por qué la evolución optó por la reproducción sexual en dos individuos distintos y portadores de planes divergentes segun su género?
De la primera pregunta ya sabemos la respuesta: la evolución optó por la reproducción sexual para asegurar la variedad, sin embargo la segunda pregunta no tiene una contestación fácil, es el caso de los caracoles, hermafroditas ellos que se apañan bien consigo mismos sin necesidad de construir nidos, cantar dulces trinos o defender un harén de los intrusos.Claro que la cópula tiene sus defensores, y esta semana nos hemos enterado de que en la lejana Antártida, una foca se ha cepillado a un pingüino, un hecho insólito porque hasta ahora no se conocia el trato carnal entre mamiferos y aves.
La prensa amarilla se ha apresurado a rotular el caso como una «violación», una especie de violencia sexual ejercida por una foca enorme sobre un escuálido e indefenso pajarillo. Sin embargo, lo cierto es que no sabemos el sexo del autor de la agresión y aunque todo el mundo supone que era un foco, en realidad los investigadores no lo han podido comprobar. Tampoco se sabe el sexo del pingüino, pero de lo que si están seguros es que la cópula no pudo ser consumada por impericia de la foca (o foco) que no encontró orificio, si es que los pingüinos tiene orificio o cloaca que tampoco lo sé.

El caso dará mucho que hablar porque en mi opinión evidencia que la naturaleza cada vez más se parece a la cultura humana por aquello de la violencia contra las mujeres, aunque he de repetir que nadie averiguó el sexo del pingüino que en cualquier caso era la víctima. No cabe duda de que se trató de un intento de violación, pues en todo caso la foca se entretuvo con esos movimientos coordinados innatos que llamamo coito unos tres cuartos de hora. Y digo yo que hay que tener aguante, aunque seguramente la foca no pudo introducir nada y todo quedó en un simulacro de coito.
Y esta es la cuestión.Porque hay simulacros de coito tambien en la naturaleza cosa que ya saben los etólogos de todo el mundo y que los homosexuales interpretan como que la homosexualidad existe en la naturaleza.Pues también la agresión sexual tal y como ya expliqué en este post.

Hasta las focas han descubierto ya que pueden acceder a los coitos virtuales y que todo está en fingir los movimientos sin que haya motivación alguna reproductiva, entonces ya ni la especie importa demasiado, la foca va al bulto. Los biólogos están convencidos de que la foca o el foco estaba frustrado/a tal y como les pasa a algunos violadores en serie, que no encuentran pareja para desfogarse, a veces de su pasión amorosa y a veces de otras pasiones que usualmente buscan su descarga a través del orgasmo.

¿Intento de coito, juego o confusión de identidad?

La foca era seguramente una foca perversa, tanto le daba o una foca disidente si es que entre los mamiferos marinos antárticos existe la disidencia politica.

El dinero y las heces

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Al dinero le pasa como al sexo, existen varios niveles de definición, significa muchas cosas a pesar de tener un valor por sí mismo, en este caso el valor que le dan sus consumidores avalado o no por las expectativas compartidas.

Hay un sexo instintivo casi animal y hay otro sexo sosegado y práctico, un sexo doméstico y reproductivo, como hay un sexo transgresor -al que Bataille ha llamado erotismo- al limite del sentido común y otro sexo metafísico, espiritual. Y hay tambien la ausencia de sexo, la castidad impuesta o electiva.

En realidad el dinero no es más que un papel (o una moneda) y he aqui precisamente el eje de su distorsión, es dinero no solo el billete de banco, sino tambien la tarjeta de credito-débito, la chequera y sobre todo los depósitos, esos ahorros que tenemos en el banco y que guardamos por si vienen mal dadas.

Lo interesante del dinero es que emergió como un valor de intercambio, algo que venía a medir el valor de los trueques. ¿A cuantos huevos equivale un litro de leche? Asi apareció el dinero, como una forma de normalizar o de medir los intercambios.

Pero hecha la ley hecha la trampa, porque el que inventó el dinero estaba inventando a su vez al intermediario entre el ciudadano y el Estado que es el garante del valor del dinero. Asi se inventó la Banca: ese lugar donde guardamos el dinero y donde acudimos cuando lo necesitamos para comprar cosas. Y por eso se llama billete bancario, un invento de un francés para financiar guerras y prescindir de las pesadas monedas.

Pero eso que llamamos deuda es -a su vez- dinero. Dinero virtual que se vende como dinero real, como dinero fisico a pesar de ser -esta vez si- solo un apunte contable, solo papel.

Dicho de otra manera, el dinero en un momento determinado de su propia historia se independizó de su valor y generó a su vez dinero, que es deuda y que alguien tiene que pagar.

Tenia razón Freud cuando hizo equivaler el dinero a algo sucio, a las heces según la clasica ecuación:

Pecho=niño=falo= heces

Significa que para el inconsciente son equivalentes en tanto que vienen a compensar aquello que nos falta y que es el eje de torsión del deseo. Pecho en la fase oral del desarollo, falo en la fase fálica, niño en la genital y heces (poder) en la fase anal.

Las heces sin embargo se pueden retener o expulsar pero el dinero tiene más complicación: se puede gastar (diarrea), se puede guardar (estreñimiento) pero tambien se puede doblar (o perder) en forma de inversiones, preferentes o  ahorros. El dinero llama al dinero, algo perverso que ningún intestino puede llevar a cabo ni ningún cerebro puede imaginar.

Y esto es el capitalismo, la hegemonía del dinero, poderoso caballero que puede transformar a un truhán en un señor, pero el capitalismo se puede mejorar si se hace inclusivo (y se hará) aun manteniendo la propiedad privada. No cabe ninguna duda de que es el dinero -su capacidad virtualizante- el culpable de eso que aqui llamamos crisis y que ha puesto a Europa al borde del desastre económico. El asunto es que mientras exista el dinero como máquina de hacer dinero el peligro no pasará, hemos de inventar alguna otra forma de medir los intercambios que vaya más allá de ese trozo de papel que es capaz de multiplicarse a si mismo en miles de clones o de desaparecer llevando a la ruina a la mitad del mundo.

En realidad el dinero es poder tal y como Freud vino a describir, un poder que el niño comienza a ensayar cuando regala o retiene las heces, una educación esfinteriana que tiene mucho que ver con maniobras de poder frente a su cuidador, aquel que le impone dónde depositar sus preciosos excrementos.

Y es poder y por tanto codicia de poder tanto para los que manejan el dinero como aquellos que no lo poseen en absoluto y aspiran a tenerlo pues mientras exista el dinero existirá la codicia.

Y no se trata de una utopía. Ni es un dogma de fe pensar que el dinero tiene una parte buena que hace que las personas que mas se esfuerzan sean recompensadas o mantengan la expectativa de serlo. Es cierto que todos tenemos derecho a ambicionar esto o aquello, eso que se llama progresar en la vida. ¿Pero qué tiene que ver el progreso en la vida con la acumulación de excedentes que nunca podremos consumir?

Lo cierto es que el bienestar no puede estar continuamente en ascenso, una vez estamos rodeados de un cierto nivel de bienestar es imposible alcanzar una vida mejor: llega un momento en que poder cambiar de coche, de casa o de móvil ya no añade nada a la vida. Hay algo en el humano que le hace insensible a la acumulación. ¿Qué sentido tiene ganar más cuando ya lo tenemos todo?

Es verdad que el deseo es infinito y siempre podemos esperar más de la vida pero lo cierto es que en realidad eso que llamamos deseo es una mala copia de eso que llamamos dinero. Nuestro deseo cabalga a lomos de una expectativa irrazonable de riqueza. O lo que es lo mismo, poder y notoriedad.

Es por eso que no sólo necesitamos un cambio en ese modelo de desear cosas, algo que no alcanzaremos hasta que una minoria critica tenga la suficiente masa, para decir: hasta aqui hemos llegado y esto es lo que podemos ofrecer.

Una muda de la conciencia.

Un documental interesante sobre dinero y deuda:

 

 

Las máscaras de la fe

La fé como todo el mundo sabe es creer en algo sin pruebas. He hablado en algunos posts anteriores sobre la idea de que la fé, no es un simple ejercicio de ignorancia o de pusilanimidad sino una tecnología muy importante de nuestro cerebro y que suele coincidir con nuestros planes más secretos de redención o de brillo. Creer sin pruebas es una prestación a la que nos impulsa nuestra condición de seres deficitarios que se hacen preguntas y que sin embargo no tienen a su disposición las herramientas necesarias para construir hipótesis ni la valentía para verificarlas. Ni ganas.

La fe, es sin duda una posibilidad al alcance de todos, barata y democrática.

Al principio la fé se alimentaba de tótems, de espiritismos varios, de ídolos, de la sensación de que habia algo más allá, ¿dónde van los que pierden el aliento y mueren?, todas esas preguntas metafísicas que ya el homo habilis llegó a plantearse. El problema de la fé es que ha evolucionado mucho desde nuestra mentalidad medieval, alli donde entendíamos que todo era un plan de Dios y que a nosotros no nos cabia otra sino adecuarnos a ese plan y encontrar en él alguna pista sobre el proceder de los Dioses, fueran cuales fueran.

El caso es que el personal sigue teniendo mucha fé, pero el caso es que no lo saben. Ya no creen en Dios y es por eso que lo han inventado según sus conveniencias y es asi que se explica el éxito de la new age que posibilita la inducción de un Dios individual, un Dios a cada manera (in my way).

La new age puede definirse como un movimiento cultural que trata de revitalizar todo aquello que la ciencia y el conocimiento -con razón o sin ella- descartó del mundo de lo racional por considerarlos algo cercano a la brujeria, la magia, lo oculto y lo esotérico, y es asi como las hipótesis ciberparanoicas, las interpretaciones sesgadas, las creencias sobrenaturales más o menos disfrazadas de astrología o de extraterrestres y las mentiras con buena prensa se divulgan en la red. Pues sin red no habría new age y puede considerarse a la misma, como el eje de torsión de estas ideas ingenuas y de buena apariencia que las conforman.

La new age puede considerarse como una condensación de creencias orientales, ideas politicas anarquistas, medicinas alternativas y sobre todo una desconfianza extrema en los valores en los que uno -paradójicamente vive- y que al mismo tiempo rechaza para adentrarse en ideas sobadas como la del «buen salvaje» o la «tabla rasa». Hay también una new age politica e incluso gastronomica, una new age sexual y otra new age económica que no tiene en cuenta la evidencia del dinero,  los gastos y el valor que cada uno de nosotros añade con su actividad y que tratan de emprender cruzadas insostenibles con el gasto -sanitario por ejemplo- mientras en otro lado defienden el gasto sostenible. Dicho de otra manera: la new age es un agregado de creencias y prácticas sincréticas sin ton ni son que encuentran su legitimidad precisamente en la marginalidad de sus propuestas. Como si todas las ideas que hemos ido descartando fueran, por eso mismo, verdaderas.

Recetario de imágenes new age.-

Me he dedicado a recolectar algunas sentencias y soflamas new age para que el lector pueda apreciar la ingenuidad bienintencionada, la mezcolanza de temas y causas que se defienden muchas veces contradictorios entre sí y la negación de las disciplinas científicas como fuente de conocimiento estandard.

1.- Politicas.-

Y que puede simplificarse así con respecto al sistema:

O sea que «os den»: que es lo mismo que se critica aqui:

2.- Derechos humanos.-

Por otra parte una de las causas new age que acapara mas atención son los animales y sus derechos, algo que sorprende por la animalización con que se trata a algunas personas de derechas casi siempre.

Hay tambien tabúes, por ejemplo el de los toros, por eso no subiré ninguna imagen de tan preciado animal por solidaridad con los antitaurinos ni tampoco de ratitas de laboratorio. ¿O si? Ahora que el enemigo se llama Tordesillas ya podemos publicitar la tortura.

Una de las barricadas donde los newageros han encontrado carnaza es en el tema de los ilegales, una trinchera que puede dar mucho de sí aunque nadie sepa como sufragar los gastos de los legales.

Como dice aqui, todos fuimos ilegales en algun momento aunque antes se les llamaba colonos.

Y la metáfora del nazi vuelve para renombrar a los que pretenden cobrar los servicios sanitarios a los que no los pagan.

El culto a las diferencias también es muy newagero, y el de las minusvalías aunque en otro lugar se proclame el derecho al aborto

3.- Recetas de salud mental.-

Estas recetas son aun peores que las del ministerio de Sanidad, ya sabes, si no eres feliz es porque no quieres.

La clave está en deshacerse del rencor. Cosa fácil y al alcance de cualquiera.

Y la solución de todo, la pócima que todo lo cura es el amor.

¿Por qué elegir pues la desgracia si todo depende de ti?

Las contradicciones parecen no importar demasiado en la filosofía new age que trata de diversificar un culto a todo lo esotérico o exótico -intrínsecamente bueno-, la unica barrera «mal vista» es la defensa de los valores en los que se vive, lo que nos da de comer , la negación de nuestras verdaderas creencias que no son otras sino la forma en que vivimos y de qué vivimos y que aunque parezca imposible son las que nos sostienen.

Ya me he cansado de poner ejemplos, la filofofía new age es insostenible intelectualmente hablando, de modo que le auguro un gran porvenir pues es la fé ( y el rencor) y no la razón quien la alimenta: la nostalgia de cuando teniamos un Dios al que adorar y unos reglamentos que obedecer. Antes de ser laicos y libres.

Hasta que el hombre descubrió que él era Dios.

Lo malo es cómo poner de acuerdo a tantos diosecillos.