Políticas low-cost

Estoy seguro de que no soy el único español que ha cambiado varias veces de teleoperadora. Yo las he probado todas, al menos las más importantes: he estado en Movistar (española), Orange (francesa) y Vodafone (inglesa), de una transité a la otra después de una escalada de despropósitos o de errores en la facturación unida a la dificultad de que por teléfono te atienda alguien que no quiera, a su vez, venderte algo. Pero no son solo errores de facturación sino errores de marketing tan graves que – sin entender porqué- estas grandes compañías han optado no por fidelizar a sus clientes sino por ir aumentándoles paulatinamente los cargos sin avisar y de una manera completamente engañosa.

Uno no acaba de entender esta forma de proceder con la clientela a la que por definición no se cuida sino que se la engaña como si fuera la mentira y el fraude impune el modo de hacer de estas compañías.

El truco que utilizan para subirte la factura suele ser el siguiente: te venden un pack promoción de algunos productos que hay que contratar en su conjunto, y al cabo del tiempo retiran este pack y sin avisar te colocan en otro que siempre es más caro que el anterior. Este plan es absolutamente irregular por no decir indecente pues el primer contrato es en realidad el único que se firmó siendo los demás cambios unilaterales y sin el consentimiento del cliente.

Ignoro la razón de este proceder aunque supongo que las teleoperadoras tienen mucho poder y por asi decir hacen lo que quieren. Al mismo tiempo se han asegurado a través de la atención telefónica de que el cliente no tenga más remedio que protestar siempre a través de las organizaciones de consumo y que en la práctica no se resuelva nunca a su favor o demasiado tarde cualquier reclamación. El vis a vis está desapareciendo no solo en las teleoperadoras sino también en la Banca, algo que no se hace solo para ahorrar costes sino también para dejar al cliente indefenso pues ¿a quién protestar?

La mayor parte de la gente que conozco ya arrojaron la toalla y suelen decir con resignación : «todas son iguales» y permaneces en alguna de esas tres grandes, pero lo cierto es que no todas son iguales, me refiero a las compañías emergentes: Pepephone, Yoigo, Digi, o Symio. Se trata de pequeñas compañías que no venden paquetes de telefonía sino que se eligen sus servicios según las necesidades del cliente y además de eso son mucho más baratas y que alquilan o subcontratan a las grandes compañias su red de fibra o telefonía, tan baratas que a veces uno termina por pagar la mitad de lo que pagaba y algunas de ellas para fidelizar al cliente no solo no te aumentan la cuota sino que te la bajan con el tiempo.

Una se pregunta el dinero que deben ganar las teleoperadoras convencionales para que no les importe que los clientes les abandonen, deberán creer que «todo esta atado y bien atado» y que el cliente volverá si se le vuelve a presentar una oferta interesante. Pero se equivocan, yo he encontrado una compañía que me da lo que necesito con el mismo precio para siempre y así y todo gana dinero. ¿Cómo es posible?. Lo es, porque ganan lo suficiente pero no están en la pomada política, lo que es lo mismo: han encontrado un nicho para sobrevivir, el nicho que dejaron abierto las tres grandes, demasiado ocupadas en su chiringuito político para ocuparse de sus clientes.

Dicho de otra forma: las compañías emergentes tienen éxito porque están orientadas al cliente y a las grandes les pasa lo mismo que a los partidos políticos: no se ocupan de las necesidades de los ciudadanos sino de hacer política.

Gestión y politica.-

Hace algunos años y por razones de mi cargo me solían convocar periódicamente a ese tipo de reuniones que llamaban de «coordinación» para hablar de asuntos asistenciales. En realidad esas reuniones eran aburridas y muchas veces estúpidas y tenían como objetivo tantear opiniones de los profesionales pero no con la intención de mejorar nada sino con la motivación de conocer el grado de adhesión al político de turno. Por eso allí solo algunos deciamos lo que de verdad pensábamos, el resto hacían la pelota y medía mucho sus expresiones.

En la ultima reunión a la que acudí se presentó allí la consejera de sanidad para conocernos a todos y darnos un mitin sobre sus intenciones. En un momento determinado soltó una frase que para mi fue definitiva: «yo no estoy aquí para hacer gestión sino para hacer política». Hacer política significaba ponerse medallas como vender que hacía leyes de atención psiquiátrica a mujeres maltratadas (como si no se hiciera ya), planes para la prevención del suicidio (sin aumentar las plantillas) o leyes para cambiar de sexo gratis. En eso consistía el «hacer política», ni una palabra sobre recursos, sobre planes o sobre modelos. Sólo política. Ese fue el ultimo día que asistí a ese tipo de reuniones. Y estuve sin volver a ninguna hasta que me jubilé.

Desde entonces he pensado mucho en esa dicotomía que planteaba la consellera: o política o gestión. Pero si los políticos no van a gestionar nada ¿quién va a hacerlo? Poco se puede gestionar sin dinero, sin recursos, sin líderes o sin planes, lo único que se puede hacer es -como ha demostrado la pandemia- acudir a trabajar todos los días sin saber qué nos espera al llegar al Hospital. El personal sanitario trabaja en condiciones deplorables y aunque muchas cabezas han pensado soluciones para implementar en la comunidad, lo cierto es que los políticos escuchan pero no atienden ninguna petición. Ellos hacen política y hacer política es incompatible con el sentido común, hacer política al parecer consistió siempre en mantener los aeropuertos abiertos. Lo cierto es que si en Enero de 2020 se hubiera cerrado el tráfico aéreo nos hubiéramos ahorrados unos 30.000 muertos. Pero ellos hacen política y el espacio Shengen al parecer es lo más político que hay. Y hoy los aeropuertos siguen abiertos mientras los españoles estamos confinados en nuestras comunidades. ¿Alguien puede resolver esta contradicción?

Pero a los políticos les está pasando lo mismo que a las teleoperadoras: abusan de los ciudadanos y poco a poco los ciudadanos se han cansado de ellos. Es verdad que les siguen votando pero no es menos cierto que les votan desde el rencor, desde el divorcio emocional o desde la indiferencia. Cuando emerge un líder nuevo y atractivo la gente vuelve a ilusionarse hasta que la ilusión acaba en decepción. Pues hacer política es elegir damnificados y más si se hacen malas políticas o si los ciudadanos perciben que los políticos mienten, son deshonestos o que solo se preocupan por sí mismos.

El partido okupa.-

Por eso hace falta una nueva política, una política low-cost, una no-política. Un no-partido que se dedique a hacer gestión eficiente y nada de política. La ventaja de un no-partido así es que sería transversal, es decir podría ser votado por hooligans de ambos lados del espectro político, pues la gente sensata lo que quiere es que los poderes públicos atiendan sus necesidades, que exista una cierta empatía percibida por los problemas reales que preocupan a la mayoría y no tanto las grandes palabras, grandes proyectos o promesas destinadas a engañar o aplazar decisiones movidas por el cálculo electoral.

Estoy pensando en una especie de partido okupa, que se ocupe de ese tipo de necesidades de los ciudadanos sin necesidad de comprar todo el pack ideológico que nos venden los partidos. Un partido que ocupe los intersticios que dejan los grandes partidos nacionales y que mientras ellos sigan discutiendo o insultándose en el Congreso, se ocupe de las necesidades reales de los ciudadanos. A mi me importa poco lo que piense mi alcalde sobre el aborto, la inmigración o el matrimonio gay, lo que me importa es que su gestión sea eficaz y que los autobuses pasen a la hora concertada, que las calles estén limpias y que no me cambien los nombres de las calles.

Antes se decía que en las municipales votábamos a las personas y en las generales votábamos a los partidos, pero esto es una falacia pues esa persona a la que votamos o bien se presenta por un partido o bien por una agrupación que funciona como un partido, esto es haciendo política.

El no partido no haría mociones, ni participaría en debates ideológicos, entre sus estatutos tendría enmarcada en oro esta propuesta «Prohibido hablar de política». Incluso para aquellos que defienden que todo es política. No es verdad, todo es gestión. Todo es mejorar la vida de las personas corrientes y eso no es política.

Ambito del partido okupa.-

Naturalmente un partido asi tendría un ámbito muy concreto: el municipio y acaso la provincia, sería un micropartido que podría tener sus equivalentes en todas y cada una de las provincias españolas pero no hace falta ninguna coordinación entre ellos pues en ningún caso se trataría de una federación de partidos locales, eso le convertiría en un partido como los demás: el ámbito nacional lo dejaríamos a los partido convencionales del mismo modo que dejamos las inversiones de cable o telefonía a las teleoperadoras potentes.

Esos partidos deberían emerger desde la base, es decir sería una especie de organización de personas concretas, fiables, sensatas y honestas que no aspirarían a nada político sino simplemente a poner orden en las cuestiones de su ámbito, las locales o municipales. ¿No hay en nuestra ciudad 10-12 personas así para conformar una lista? Yo creo que si y alguna vez se ha intentado. Un ejemplo es «Teruel existe» que cuenta con un diputado en el congreso, pero lo cierto es que el error de «Teruel existe» es que pretende ser un partido como los demás que represente los intereses de Teruel. Lo cierto es que los intereses de Teruel están en Teruel y no en Madrid.

Pero mi impresión es que estos partidos localistas van a ir a más en España a poco que la gente caiga en la cuenta de que la proximidad en las decisiones es la clave para el bienestar.

El municipio es el ámbito natural donde nos desenvolvemos nosotros los humanos, mucho más que la región o el Estado. es el lugar donde están los recursos que más necesitamos: los servicios. Hospitales, escuelas, ambulatorios, institutos, universidad, residencias, autobuses, metro, tiendas, bancos, restaurantes, pequeños negocios, talleres, ocio, etc. De tal manera que podríamos vivir toda una vida sin salir de nuestro municipio o al menos de nuestra provincia, la política no es indispensable para la vida, los servicios, la comunidad o el entretenimiento si.

Estoy pensando ahora en el caso de las Fallas de Valencia. Las Fallas tienen una estructura organizativa de ese estilo que propongo, no se trata solo de hacer un monumento para quemarlo el día de San José, es un entramado de personas autoorganizadas que viven todo el años envueltas en una tradición que se consume aparentemente en un solo día, pero las fallas tienen casales, equipos de futbol, escuelas de música, bares, falleros y falleras, manejan dinero para pagar los monumentos y la diversión durante todo el año , con sus presentaciones, sus desfiles, sus algaradas, sus petardos y sus bandas de música, una verdadera atalaya para músicos jóvenes que aprenden a tocar instrumentos de viento gracias a la labor docente que se practica en los casales. ¿Alguien puede creer que las fallas pueden ser politizadas? No es que no se haya intentado pero al parecer no se ha logrado.

Lo mismo sucede con la ofrenda de flores a la Virgen de los Desamparados, otro de los hitos de esas fiestas falleras donde todo el mundo participa de forma transversal sea cual sea su ideología política. ¿Alguien puede creerse que es un acto religioso? Más que eso, es un acto etnográfico, donde las falleras que votan Compromís lloran a moco tendido cuando depositan su ramo de flores en la plaza de la Virgen. Hace años conocí a una fallera que llevaba una pegatina de «Terra lliure» en su delantal. ¿Alguien puede negar la transversalidad de la fiesta?

Si es posible conseguir que la gente se despolitice para celebrar una fiesta ¿cómo no va a ser posible encontrar a un puñados de hombres y mujeres despolitizados para gobernar una ciudad?

El municipalismo es el futuro.

Algunos partidos como Vox proponen la recentralización de los recursos al menos en Sanidad o Educación en el Estado para lo cual habría que vaciar de contenido las competencias de las CCAA. Naturalmente todos los demás partidos están en contra de esta idea por razones obvias: el despliegue político de las comunidades da para muchos sueldos y chiringuitos y es verdad que este despliegue es caro, redundante, reproduce todos los vicios de corruptelas nacionales y es poco eficaz (también la pandemia lo ha demostrado) pero yo no estoy de acuerdo con esta idea de Vox, creo que la proximidad de las decisiones es vital para el ciudadano. ¿Ha intentado usted alguna vez hacer una gestión en Madrid? Eso sería un poco como el funcionamiento de las teleoperadoras: separar al cliente de su tienda o su proveedor cercano acaba por dinamitar las relaciones entre cliente y su marca y estamos instalados en el rencor a las marcas. Pasará mucho tiempo hasta que se me pase el enojo con las teleoperadoras convencionales, hasta que se transforme en indiferencia.

Lo que yo propongo es distinto: aproximar recursos al municipio en lugar de fiarlo todo a la comunidad autónoma. ¿Por qué mi ciudad no puede tener un Hospital municipal? ¿Una escuela publica municipal? ¿Por qué hemos de depender de decisiones que se toman fuera de la ciudad?

¿No queríamos proximidad?

¿O era un truco para conseguir poder político regional?

Bulos e hiperverdad

Los bulos no pararán ni seria bueno que se detuvieran

 

No cabe duda de que el gobierno y sus empleados han decidido oponerse a los bulos, ejercen la censura en Guasap,  Facebook y en Youtube, lo hacen a través de Newtral y sus delegaciones de «Maldito bulo» y otras agencias destinadas a combatir el bulo. Pero a mi me parece que es un error y solo conseguirán acrecentar el efecto Streissand de ciertos bulos con pedigree.

La verdad es que yo prefiero los bulos a la censura pues para mi un bulo es sobre todo un genero literario. De aquellos que nunca escribirán una buena obra de ficción y es por eso que han decidido vivirla. Youtube está lleno de estos escritores frustrados con canal propio que se dedican a interpretar en clave conspirativa los silencios administrativos y es lógico que así sea pues la hiperverdad es también un bulo conspirativo: el que le conviene al gobierno, amplificado por sus medios de comunicación a sueldo. Si yo fuera un tirano de alguna república bananera me ocuparía sobre todo de que todos los medios de comunicación dijeran lo que a mi me interesa, me dieran la razón y me hicieran la ola mexicana y que ocultaran todo aquello que me interesa ocultar. Pues claro. Pero eso no sucede solo en las repúblicas bananeras sucede sobre todo en las democracias liberales.

Pues las democracias liberales -las hoy realmente existentes- han sido infiltradas por la postverdad. Algo que procede de la postmodernidad y sus manejos contra la historia, la tradición, los valores e incluso contra la ciencia. Para estos adalides de lo postmoderno, no hay verdades universales, todo es un constructo social, todo puede debatirse y sobre todo oscurecerse con una versión de la historia inventada a fin de construir un relato sobre lo que sucedió sin interesarse en absoluto por la verdad histórica, la económica, la moral o la científica. Y no cabe duda de que hace ya algunos años, al menos 10, que este panorama viene extendiéndose en nuestro país sin que nadie haya plantado cara a estas postverdades que no son sino mentiras que nadie se ha ocupado en desmentir: la teoría de género, las mentiras sobre nuestro pasado guerracivilista, el revisionismo sobre el caso de ETA, los silencios forzados sobre el 11-M, la negroleyenda española y otros casos mediáticos son el trasfondo sobre el que hemos construido un creciente desinterés por la verdad histórica. Aun hoy existen muchos españoles que creen que Aznar nos metió en la guerra de Irak, que el PP es el responsable de una integración nefasta en la UE contra nuestros intereses o los recortes en Sanidad o que Podemos es un partido que ha venido a liquidar a la casta. Se trata de bulos mantenidos por el poder político que nadie se ha ocupado en combatir y hoy forman parte ya de la hiperverdad, es decir de la verdad que nos viene codificada desde el poder político y los medios.

De manera que en este clima de bulos e hiperverdades procedentes del poder político emergen imitadores y aficionados que han encontrado en Youtube su entorno optimo y que tienen mucho éxito y seguidores. A mi me gustan mucho estos conspiranoicos, unos más que otros como es lógico. Me gustan más los que se mueven -con cierta elegancia- en el terreno de lo posible -aunque no comprobable-, sin mentar extraterrestres, ummitas, seres de luz, reptilianos o masones de grado 33. La ciencia ficción me interesa poco y mucho menos la fantasía borgiana. Prefiero en este sentido a los que saben moverse en el territorio de lo impredecible sin descender al mundo de lo satánico a ascender al mundo de lo sobrenatural.

En realidad hacen lo mismo que Pedro Sanchez, dicen una verdad que alumbre a las siguientes 4 mentiras que le suceden. ¿Si el poder político miente por qué no van a poder mentir ellos? Este es el juego -mejor la dialéctica- entre bulos e hiperverdad. Si existen bulos es porque el gobierno miente y hoy es ya muy difícil engañar al personal que puede informarse o desinformarse por otros ámbitos alternativos. Al poder político lo que le interesa es construir un relato que les libre de responsabilidades mientras el virus atenúa su virulencia.

Lo cierto es que discriminar lo verdadero de lo falso es hoy muy complicado. Pues la verdad no es lo opuesto al bulo ya que la verdad es muchas veces imposible de determinar, inconmensurable. Por ejemplo y con respecto al coronavirus existen numerosos agentes que señalan hacia un origen de laboratorio del mismo. Hay varias alternativas, para unos es cosa de EEUU, para otros cosa de China, otros piensan que el virus se sintetizó en EEUU pero fue vendida su patente a China, otros creen que es cosa del estado profundo o Cabal. Y el mensaje oficial es sin embargo que el virus tiene un origen natural. la población está dividida entre los que piensan una cosa y su contraria, pero lo cierto es que a la gente le da igual quien generó ese virus y lo que quieren es que la pandemia les permita ir al bar a beberse un carajillo y escapar de esa condena con la que viven el confinamiento.

Mis bulos preferidos.-

Ya he dicho que a mi los bulos me encantan, los sigo casi todos a diario aunque lo cierto es que hay pocos autores interesantes. Muchos de ellos no hacen sino plagiarse unos a otros e incluso se entrevistan mutuamente para darse autobombo. Hay pocos autores originales pero es cierto que algunos presentan un producto bien acabado con redacciones muy atractivas, pongo el caso de «El Bertus», autor de «Caminando el sendero» para mi de los mejores youtubers, después de la misteriosa desaparición de Pedro Bustamante que tenia el rigor de la ciencia junto con una imaginación desbordante. Una gran perdida. Su especialidad era la masonería y su símbología que siempre acababa por encontrar en cualquier cosa. Era fascinante su capacidad de correlacionar unas cosas con otras.

El Bertus tiene un tema preferido que es el reseteo financiero pero también tiene otros subtemas místico-esotéricos que me interesan menos. No me pierdo nunca sus novedades sobre esta lucha que parece que están llevando a cabo los globalistas contra los soberanistas.

Hay mucha gente que cree en esta guerra y yo no negaré que existe una confrontación entre bandos. Pero no creo en un bando de malos, muy malos por así decir contra otros, llamados «sombreros blancos» o «la alianza» que son los buenos de esta guerra. No deja de ser algo infantil creer que podemos clasificar los intereses financieros y geoestratégicos en buenos y malos como si se tratara de una película del oeste. Claro que existe esa guerra, pero ambos bandos pretenden lo mismo, el dinero puede cambiar de mano pero nosotros seremos -en cualquier caso- meros espectadores de esos cambios y víctimas más o menos conscientes de ello.No será Trump quien venga a librarnos de la crisis económica que se cierne sobre Europa, pero es cierto que el dinero fiduciario, no puede seguir emitiendo deuda eternamente por lo que un ajuste financiero global es ya necesario y es probable que ambos bandos estén de acuerdo en ello.

El éxito del bulo de los sombreros blancos o de la Alianza es parecido a la esperanza en un Mesías cuya llegada anunciada nos rescatará de nuestra molicie. La gente cree que hay fuerzas satánicas y fuerzas angélicas en juego y en confrontación lo que les permite mantener la esperanza, de ahí el éxito de algunos youtubers que llevan años anunciando proféticamente su advenimiento que siempre sufre algún atraso.

Otro de los temas que me parecen fascinantes es el de Quanon, más conocido como Q, un personaje o grupo de personajes anónimos que supuestamente filtran información clasificada en twitter  y que muchos suponen que es un seudónimo de Trump. Lo cierto es que la información de Q está casi siempre cifrada y es difícil saber qué es lo que predice, pero hay muchos especialistas en Q que se dedican desde sus plataformas a descifrar esos mensajes. Lo cierto es que nunca he visto ninguno de ellos cumplido, de manera que entiendo que Q es una inmensa maniobra de marketing de Trump o su entorno para fortalecer el ánimo de aquellos que creen que en realidad se está dando una batalla inmensa de buenos contra malos a fin de fortalecer las esperanzas de regeneración política que termine con la corrupción y sobre todo con la trata de menores.

La trata de menores (la pederastia) , la guerra contra la droga y las detenciones masivas que se esperan y que están relacionadas con estas actividades o con la de traición o corrupción, son otros de los temas que los youtubers adoran y más ahora porque de una forma u otra han logrado unir todos estos conceptos en ese cluster del mal que son el estado profundo y sus ritos satánicos. En realidad la pederastia, la trata de blancas, las patentes vendidas a China o cualquier otro delito federal existen pero no veo la razón de atribuirles todos estos males a los malos. Digo yo que todas estas actividades deben ser transversales ¿o no?

Personalmente no creo en las películas de buenos y malos, creo más bien en intereses geopolíticos y es por eso que uno de los bulos más interesados me parece el relacionar el coronavirus con el 5G. No creo que exista ningún bulo donde aparezca mejor dibujado un interés comercial detrás de esta mentira, pero es seguro que alguien la creerá.

Mi opinión es que hay cosas que nunca sabremos y que por tanto crecerán las teorías conspiratorias, pero también creo que muchas veces ya lo sabemos casi todo pero también sospechamos (como en el caso Alcasser);  un ejemplo es la autoría del 11-M, pero después de muchos años y tirando de la cuerda adecuada podemos llegar a vislumbrar alguna conexión: las cloacas de la policía algo tuvieron que ver en la presentación de determinadas pruebas falsas y es posible que engañaran a Aznar sobre la supuesta autoría de ETA, pero la gente ya cantaba en Genova, la sede del PP que Aznar mentía sin saber nada de su autoría. Hoy seguimos sin saberlo y no lo sabemos porque nos lo representamos como una guerra de bandos. La CIA, la OTAN, el PSOE, las cloacas del Estado, Marruecos, los servicios secretos franceses, etc. Lo cierto es que pensamos que en cualquiera de estas agencias, las cosa funcionan como un todo, como una empresa donde los objetivos son compartidos por todos sus CEOs y no caemos en la cuenta de que lo que se cuece en el piso 2 no tiene porque saberse en el piso 3. Cada piso o departamento funciona de modo autónomo, de lo contrario ¿qué clase de organización secreta sería? ¿Alguien cree que el CNI es un organismo unitario como Mercadona o Zara?

Que algo suceda mañana no significa que esté relacionado con algo que sucedió ayer.

Pero tampoco puede descartarse.

 

 

Policías del sentimiento

bildelberg

Primero leímos a Ray Brabdury y su novela de anticipación, Fahrenheit 451 de 1953 donde los bomberos se ocupan de quemar libros en lugar de apagar fuegos, describe una sociedad distópica donde la gente deprivada de cultura sufre de neurosis cotidianas no muy distintas a las de hoy, en estas condiciones emerge una nueva clase de disidentes que se ocupan de memorizar libros enteros para poderlos transmitir a las generaciones siguientes. Luego leímos a Aldous Huxley y su «Mundo feliz», otra distopía donde se adelanta el origen de las tecnologías reproductivas y la psicodelia con drogas que cambian permanente la sociedad y la convierten en un lugar donde vivir eternamente felices aunque también algo tontorrones. Huxley escribió otra obra no tan radical para salir airoso de las criticas que tuvo que soportar por esta novela y dio a luz a «La isla» donde blanqueó en parte su mensaje original, que no era otro sino la idea de que es imposible liberar al hombre sin someterlo a distintos yugos.

Pero sin lugar a dudas la novela de anticipación política más importante del siglo XX fue «1984», escrita por George Orwell en 1948, en plena postguerra mundial y donde el autor -que era un excombatiente comunista y presente en la guerra civil española- describe un mundo totalitario (que él mismo vivió sin duda) donde el Estado vigila todas y cada uno de los movimientos de los humanos a través de tecnologías que han recibido el nombre genérico de «Gran hermano» y del que todos tenemos hoy buena noticia. En este mundo está prohibido el amor y cualquier tipo de disidencia aun mental está perseguida por la policía.

Aquí no acaban las novelas de anticipación pero me interesa detenerme ahora y no profundizar en otro de los temas recurrentes en las actuales: los androides y las relaciones que supuestamente mantendremos con ellos. Me interesa detenerme aquí por lo que entiendo es una clave para entender el mundo de hoy y el papel que juega el amor y la soberanía individual como antídoto de las ingenierías sociales que ya están en marcha y que de un modo cada vez más nítido, aparecen ante el observador de un modo más evidente incluyendo a los más recalcitrantes negacionistas.

El ensayo de Cristina Martin Jimenez no es una novela de anticipación sino un trabajo periodístico de investigación sobre uno de los clubes más misteriosos (a pesar de ser públicos y nada secretos) que es el Club Bildelberg.

El clubconferenciagrupo o foro Bilderberg es una reunión anual a la que asisten aproximadamente las 130 personas más influyentes del mundo, mediante invitación. Los miembros de este grupo se reúnen en complejos de lujo ubicados en EuropaNorteamérica y Asia occidental, donde la prensa no tiene ningún tipo de acceso, y sus oficinas están en Leiden (Países Bajos). El nombre de este club procede del hotel en el que tuvo lugar la primera reunión, en los Países Bajos.

Es un foro donde se reúnen las elites a hablar del Estado del mundo y funciona por cooptación (invitación). En realidad los contenidos de lo que allí se habla si es discreto como en la masonería, pero las reuniones son publicas y están publicitadas, sabemos quien es invitado y cuantos españoles lo han hecho ya. Sobre el club Bildelberg existe muchas bibliografía casi siempre orientada hacia las teorías conspirativas, como antes fueron calificadas «la comisión trilateral», los propios «Iluminati» o la masonería. Muchos piensan que en realidad el Club Bildelberg es una especie de masoneria social, mientras otros creen que en esas reuniones se trama sobre todo la creación de un gobierno mundial, un dominio capitalista y/o una economía planificada.

En realidad no tendría ninguna importancia que ciertas élites financieras y otros muchos agentes políticos, económicos o de la sociedad civil se reunieran de vez en cuando para conocer las opiniones de los demás, pero lo cierto es que el que una teoría sea conspiracionista no implica que sea falsa, del mismo modo que un paranoico puede ser perseguido o un hipocondriaco morir de infarto. Y todo parece indicar que en el mundo y más concretamente en Europa hay demasiadas sinergías en las políticas de los Estados para liquidar el tema como de simple casualidad.

Personalmente no se de donde vienen las órdenes y me da igual puesto que no podemos hacer nada contra todos esos lobbyes que parece que dominan el mundo y hacen coincidir los acontecimientos. Me interesa más saber como neutralizar sus movimientos que parece que no persiguen otro plan más allá de desestabilizar gobiernos y países enteros. De momento os dejo aquí una entrevista donde Cristina Jimenez nos cuenta su visión de los planes del Club para Cataluña:

Cristina piensa que el Club Bildelberg persigue el fin de federalizar España para debilitarla pero yo no veo la diferencia que habría en cuanto a la vitalidad de Estado comparando esa «federalización» con el estado actual de las autonomías. Lo cierto es que Alemania es un estado federal y nadie piensa que Alemania sea un gobierno débil, en el otro lado está Francia que es un estado muy centralizado  y a nadie en Bildelberg se le ocurre meterse en ese berenjenal. Lo que es cierto es que en España el modelo de las autonomías es caro de mantener y no parece haber un marco jurídico que sostenga sus decisiones casi de Estado. Si alguien ha pensado en una reforma de la Constitución española en Bildelberg es obvio que será en el sentido de una recentralización de ciertas competencias. Es obvio que Extremadura o Andalucía podrían vivir mejor sin parlamentos autonómícos. Otra cosa es que se pueda volver atrás, cosa que me parece imposible con el equilibrio de fuerzas actual.

Con todo no me parece que «federalizar» sea una inquietud más allá de ciertos partidos españoles que no se sabe qué entienden por federalizar. Lo cierto es que este debate ha llegado a un punto muerto tras la salida de Ciudadanos de la comisión que se había organizado para debatir el tema.

Más que federalizar yo creo que una de los propósitos de estos lobbyes de intereses se llamen como se llamen es la de disminuir la población mundial y para ello han cambiado de opinión en sus sus dos acciones anteriores: los métodos anticonceptivos solo sirven en los países opulentos pero no en los más empobrecidos como sucede en Africa o en aquellas culturas donde casi están prohibidos por religiones o costumbres, la política del hijo único en China ha provocado muchos malestares sociales al invertir la sex-ratio, el aborto electivo no parece estar al alcance de la población más sensible del mismo modo que sucede con los anticonceptivos. La población mundial no deja de crecer y aunque la mitad de ella vive en condiciones deplorables, hay otra mitad que consume demasiados servicios: pensiones, sanidad o educación gratuitas son un quebradero de cabezas en esta elites que no saben como enfrentarlas.

Orden y caos.-

Lo que yo creo es que no hay una única agenda, no hay un solo grupo de think tanks que piense en cómo arrimar el ascua a su sardina, del mismo modo que creo que habrá otros intereses desinteresados en cómo lograr un mundo mejor. La diversidad de estas agendas es demasiado compleja para poderlas discriminar. En Europa es obvio que hay una agenda rusa, una agenda israelí, una agenda Bildelberg y distintas agendas useñas y otras que van por libre. No se trata de un plan unificado sino de varios planes que se fortalecen o debilitan unos a otros según las circunstancias. Conocer quien es quien tiene la misma dificultad que orientarse en la guerra de Siria. ¿Quien es alli el que usa bombas químicas y para qué? Nunca lo sabremos pero de una cosa podemos estar seguros, Siria es muy importante geopolíticamente, lo que uno crea depende de la propaganda y de las pruebas falsas que como en 1984, podemos confeccionar a nuestra medida en los ministerios de la verdad.

Y también podemos estar seguros de que en nuestro país  alguien o alguienes están conspirando para desestabilizarlo. No sabemos quienes son ni porqué, y es por eso que hay muchas opiniones y teorías al respecto. Pondré algunos acontecimientos ordenados en una listado no necesariamente relacionados unos items con otros pero que me parecen significativos de ese plan de desestabilización:

  1. El plan de secesión de Cataluña
  2. La emergencia de un poder feminista radical (el feminismo de género) con un enorme poder mediático y político.
  3. Leyes LGTBI en casi todos los parlamentos regionales, aprobadas de forma rápida y consensual.
  4. Subvenciones y prebendas a la inmigración.
  5. Silenciamiento de la violencia sexual y otra de bajo umbral por parte de estos elementos foráneos. .
  6. El ataque a los símbolos nacionales, instituciones, Corona, ejercito y recientemente al Poder Judicial.
  7. Persecución virtual y real de los disidentes.

Es obvio que para llevar a cabo estos planes hay que disponer de mucho dinero y también de muchas complicidades políticas. Hoy somos muchos en España los que vemos que desde el PP hasta Podemos, más allá de la escenificación de las diferencias actúan obedeciendo las consignas de algún extraño Amo.

Y todo parece indicar que los planes para nuestros políticos está ya trazado:

Primero sustituir al PP por Ciudadanos y más tarde al PSOE por Podemos, o sea vuelta al bipartidismo, un país con tantos partidos es ingobernable. esto podría explicar que PdCat se haga socio de ERC en sus antípodas ideológicas, que Podemos sea tan bien tratado en las televisiones, que VOX no salga nunca en TV, que un ministro del gobierno se meta con el otro poder del Estado, el judicial. Que Puigdemont se refugie en Bruselas, la sede de la UE (el hijo querido de Bildelberg), que Alemania nos haga el feo de no devolvernos a Puigdemont o que Montoro niegue el despilfarro de Cataluña.

Todo el mundo sabe que después del caos viene el orden, y ese es probablemente el orden que nos quieren imponer y que algunos llaman NOM.

Pero lo más probable es que todo sea un simulacro y todo esté pactado.

No hace falta gastar demasiado dinero en disminuir la población europea, ella solita lo viene haciendo desde hace muchos años. En unos 20 años seremos sustituidos por otros seres más obedientes y resignados y que no cobrarán desempleo ni exigirán medicinas ni educación, solo fútbol y drogas.

Y las tendrán, tal y como Huxley predijo.

Perversión y subversión

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Adolf Hitler era sin duda un psicópata con rasgos histriónicos y paranoides adheridos a su personalidad y dotado de una hipnagogia, carisma, determinación y seducción extraordinarias. Una seducción que dejó huella en miles de personas gracias a uno de sus colaboradores más enamorados «Joseff Goebbels» que fue sin ninguna duda el que le catapultó al poder después del fracaso del golpe de Estado que pretendió dar en Munich y por el que fue condenado a 5 años de cárcel de los que solo cumplió 9 meses. Llama la atención la brevedad de su condena jurídica y aun más la brevedad de su estancia en la cárcel ante un delito tan grave. Dicen que fueron sus discursos, pronunciados ante el tribunal que le juzgó la causa de esa «generosidad».

Fue allí en la cárcel de Landberg donde escribió «Mi lucha» con la colaboración de su secretario personal Rudolff Hess, otro de sus «enamorados» seguidores que por cierto también cumplía condena en la misma prisión.

En el libro pueden perseguirse las ideas fijas que le acompañaron durante toda su vida, el odio que profesaba a los vieneses, a los comunistas y a los judíos. También podemos perseguir ciertas ideas supremacistas que atribuía a la condición alemana, más tarde «raza aria» que Hitler pensaba que tenia una especie de misión universal : dominar el mundo. De manera que podemos ver que su personalidad no era nada sencilla, no era un psicópata cualquiera, no sólo era un gran actor/declamador sino que poseía un magnetismo personal fuera de toda duda, una capacidad persuasiva intensa a pesar de que su cultura era bastante limitada y las ideas que proclamaba eran delirantes.

Hitler se inició a la política después de un periodo errático donde intentó matricularse sin éxito en la escuela de bellas artes y otras ocupaciones menores hasta que conoció al que sería su mentor: un ocultista llamado Eckart que tenía un grupo secreto: la secta esotérica Thule y que esperaba un salvador para Alemania, un Mesías, quizá de esa militancia surgió la idea de la cruz gamada y otras ideas como la de conductor, Führer o Lider. No cabe duda de que Eckart le convenció de una manera u otra de que ese Mesías era él, como en Matrix

El contexto social de aquel tiempo era nefasto para Alemania que después de perder la guerra contra Francia y sus aliados había contraído no pocas deudas de guerra, perdida de territorios y de recursos en la cuenca del Rhur que pasaron a ser explotados por franceses como adelanto de la deuda y que había arruinado a la población condenándola no solo a una humillación histórica sino a la pobreza generalizada. La república de Weimar era débil y se veía continuamente amenazada por milicias armadas tanto de los comunistas como de la extrema derecha. Es interesante observar como gran parte de los alemanes de aquella época militaban en esas milicias que tras la guerra no habían sido desarmadas y cuyos oficiales al mando disponían de recursos limitados pero muy dotados de un personal hambriento y fanatizado que disponían de ese empleo como modo de ganarse la vida a falta de otra cosa mejor. Algo así sucedió también en la segunda República española: sindicatos y partidos disponían de milicias propias, una especie de ejércitos privados que imponían su ley en la calle. Y que naturalmente debilitaban a los gobiernos que se veían incapaces de preservar el orden publico.

Es en este contexto de milicias armadas donde Hitler consigue obtener el favor de algunos militares beligerantes contra el estado de cosas que había dejado el tratado de Versalles y como logró obtener -no solo un partido hecho a su propia medida (El partido obrero alemán)- sino una fuerza de choque nada desdeñable.

Sin embargo durante su estancia en la cárcel Hitler tuvo una revelación: el poder no se conquista con ametralladoras y milicias armadas hasta los dientes sino a través de las urnas. En sus propias palabras: «primero el poder, luego la revolución». Fue así que poco a poco fue configurando su perfil político en detrimento de su perfil militar o revolucionario. Cayó en la cuenta de que la gente le tenía miedo y que su discurso era demasiado radical, de que era aclamado en las cervecerías pero no en los cócteles sociales, máxime cuando parecía que Alemania emergía de nuevo después de los desastres de la postguerra. La gente se había instalado en su zona de confort y no quería saber nada de revoluciones. Por esta razón el partido nazi que había fundado años atrás para sustituir al viejo modelo de partido obrero alemán, no conseguía despuntar en votos, que nunca pasaban del 3% del total. El partido nazi parecía condenado a su fin pero sucedió algo que le llevaría a la cumbre del poder y ese algo fue el crack de 1929 que dejaría de nuevo a Alemania en una situación peor que la de postguerra.

El mejor escenario para un partido revolucionario, es desde luego una atmósfera de indignación sea por las razones que sean, pero es necesario algo más: una crisis social y económica, es ahí donde estos partidos logran establecer sus mayorías parlamentarias, el primer paso para posteriormente debilitar la democracia acaparando todo el poder del estado y quemando el Reichstag. Hitler ya no lo necesitaba. Primero el poder, luego la revolución. Ninguna revolución tiene éxito en una situación de prosperidad.

La democracia es una institución muy vulnerable si no está bien blindada frente a la subversión. Y Hitler demostró que desde dentro de ella se puede destruir, solo mediante los votos y cierta mística propagandística y altercados continuos en las calles. Un enemigo común al que echar la culpa de todos los males y aprovechar la demanda del publico en su seguridad aun renunciando a su libertad. Existe en los humanos una nostalgia por volver a ser siervos y por seguir al abanderado.

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Aun hoy todos los movimientos subversivos del mundo llevan la misma agenda. Goebbels nos la enseñó y un sobrino de Freud , Edward Bernays, nos la escribió. Años más tarde un comunista italiano -Antonio Gramsci- la transformó en una doctrina: la doctrina de la hegemonía del discurso.

Hitler no era un simple xenófobo. La xenofobia es un miedo -un temor- a lo desconocido, al extranjero y es posible afirmar que la xenofobia nos viene de serie, una defensa frente a las amenazas ancestrales que proyectamos en los desconocidos. Pero lo de Hitler no era un temor, sino un delirio antisemita, extendido a otras «razas degeneradas» como gitanos, enfermos mentales, rusos, negros, homosexuales etc. Es el capitulo de la degeneración racial el que Hitler utilizó para colgar su inmenso auto-odio, un odio a todo lo suyo: no hay que olvidar que Hitler era austriaco a pesar de que el se considerara alemán. Me parece trascendente este dato. Un delirio que además pudo compartir con la camarilla fascinada que le seguía, un delirio que naturalmente procedía de la envidia y no del temor.

¿Pero de dónde procedía tal odio?

Lo que sabemos de la infancia de Hitler es bien poco y nada relevante si lo comparamos con miles de niños austríacos de esa época. Norman Mailer tiene un libro donde combina la realidad histórica con la ficción y donde aparecen algunos datos que por otra parte no han sido comprobados documentalmente. Para Mailer el padre de Hitler, Alois, tuvo un hijo con su propia hija, de tal modo que la madre de Hitler – Klara- según esta hipótesis sería al mismo tiempo su hermana. Lo cierto es que el tal Alois se casó tres veces y con su ultima esposa Klara estaba unido por alguna clase de parentesco (primos según los documentos) y tuvo que pedir licencia especial: de los 5 hijos que tuvo el matrimonio solo sobrevivieron dos, el propio Adolf y Paula su hermana. En cualquier caso la hipótesis de la endogamia en familias que vivían aisladas en el campo no sería la excepción sino la regla en aquella época. Personalmente no tengo ninguna duda de que Hitler era el producto de la consaguineidad de una manera u otra.

De su vida sexual tampoco sabemos gran cosa salvo que según todas las pruebas Hitler estaba poco interesado en el sexo: aun así tuvo un asunto bastante escabroso -incestuoso- con su sobrina (hija de su hermana Paula) que terminó suicidándose en circunstancias poco claras. El matrimonio de Hitler con Eva Braun tampoco parecía basarse en una pasión desbordante. A pesar de ser un perverso, Hitler no era especialmente sexual. Las drogas y su sentido de misión redentora probablemente obstruían todo el flujo libidinal del que disponía.

Por otra parte la empatía y la insensibilidad emocional son caracteristicas de todos los psicópatas así como dificultades para la intimidad. Hoy con el DSM en la mano es muy posible que Hitler recibiera tres o cuatro diagnósticos en el eje 2 y alguno en el eje 1. Están documentados algunos episodios conversivos durante la primera guerra mundial, asi como un episodio de ceguera que se resolvió espontáneamente. Su toxicofilia está bien documentada en relación a su adicción a anfetaminas y otras drogas que le procuraba su medico personal.

En relación al eje 2, Hitler cumpliría criterios para el trastorno paranoide y esquizotipico (del cluster A), así como del histriónico en cluster B. y quizá también del narcisista. Una mezcla diabólica que podría resumirse en un trastorno inespecificado de la personalidad.

Pero el DSM con su manía fragmentaria no puede abarcar la complejidad total de la personalidad de Hitler, es por eso que me parece más pertinente la etiqueta de psicópata con todos los apellidos que queramos añadir y que ya llevó a cabo Kurt Schneider, pues su fanatismo paranoide no es propio de todos los psicópatas, ni siquiera su exhibicionismo histriónico. Hitler es un tratado de psicopatología, sin estar loco del todo.

Hitler es un paradigma de como la subversión -política- y la perversión -psicológica- van de la mano, por no decir que son la misma cosa.

Referencias bibliográficas:

  • Koepf, G. & Soyka, M. (2007) Hitler’s missing psychiatric file. European Archives of Psychiatry and Clinical Neuroscience; 257(4).
  • Murray, H.A. (1943). Analysis of the personality of Adolf Hitler. With predictions of his future behavior and suggestions for dealing with him now and after Germany’s surrender.
  • Redlich, F. (1998). Hitler: Diagnosis of a Destructive Prophet. Oxford University Press.
  • Stewart, D. (2005) Inside the mind of Adolf Hitler. BBC.

Hipernormalización

Adam Curtis es un documentalista y escritor británico que suele plantear en sus composiciones visuales contundentes y controvertidas opiniones acerca de cuestiones sociales y políticas, mezclando entrevistas, imágenes de archivo, o cortes de informativos y mezclar estas imágenes con una voz en off de un narrador omnisciente, todo ello aderezado con una banda sonora de lo más concordante con sus teorías que suelen alinearse con las  teorías conspiranoicas (todo está conectado con todo) aunque contienen ciertas novedades con las conspiraranoias tradicionales: Curtis cree que las versiones del mundo en las que cree la gente, por ejemplo la existencia de extraterrestres en realidad están dirigidas desde los gobiernos para ocultar el manejo y ensayo de ciertas armas de alta tecnología.

En realidad la gente está dispuesta a creer cualquier cosa siempre que sea algo fácil de entender, que sea simple y que no desafíe demasiado su pereza mental. Es por eso que ya no se hace la guerra para vencer sino para confundir al personal respecto del propósito de la guerra. ¿Alguien puede comprender quien guerrea en la guerra de Siria y por qué? ¿Cuantos bandos hay o que hace Rusia y Turquia en esa guerra diciendo y desdiciéndose  al día siguiente de su presencia en ese país?

El que se atreva a visionar completo este documental que dura mas de dos horas, acabará comprendiendo las razones históricas de esta guerra pero sobre todo aprenderá mucho sobre estrategias de propaganda, de guerra y de ficciones bélicas destinadas como en la novela de Orwell a mantener un sistema económico de guerra, el miedo y la incertidumbre en la población. Y conocerá a Kurkov (el cardenal gris) que es probablemente después de Goebbels el que más sabe de esto de construir ficciones. Ficciones para desestabilizar y ganar influencia. No en vano es un hombre de teatro que llevó las técnicas del teatro de vanguardia a la política.

El término hipernormalización procede de una novela de Alexis Yurnack y se refiere al hecho de que en la Rusia antes del colapso soviético y aun sabiendo que se dirigían hacia un colapso del sistema, nadie, ni en su ciudadanía ni en sus élites fueron capaces de pensar una alternativa para después del colapso. En lugar de eso los ciudadanos prefirieron tomar prestados ese mundo en miniatura, ese mundo de ficción en el que vivirían, un mundo simplificado donde las cosas parecen reales aunque todo el mundo sabe que son falsas. En realidad el término es muy parecido al término «alienación» de los filósofos de la escuela de Frankfurt si bien en una versión postmoderna y donde la viralización de las redes sociales son capaces de convocar a muchas personas (como sucedió en la primavera árabe) pero no tiene capacidad de liderar ni de pensar en ninguna alternativa. El alienado no sabe que le están engañando pero el hipernormalizado si lo sabe.

Con todo me parece que uno de los hallazgos del documental es la idea de que somos incapaces de discriminar a los buenos de los malos en este simulacro que llamamos realidad. Los disidentes, los contestatarios, la izquierda en general, el movimiento feminista o los opositores al sistema son en realidad quienes le mantienen. ¿Alguien podría pensar que cuando John Lennon escribió Imagine, en realidad estaba escribiendo un himno para los poderosos del mundo? Esos que buscan lo mismo que él, un mundo sin países, sin fronteras, sin posesiones, sin religión. La utopía hippye al servicio de las élites globalizadoras.

Aqui os dejo el documental de Adam Curtis, merece la pena visionarlo.