Un nervio o un grupo neuronal es como un río, lleva agua hasta un determinado lugar, sea otro río o hacia el mar. El destino del agua es mezclarse con otra agua. Eso mismo le pasa a la corriente eléctrica que circula por un nervio: su destino es el mar, siendo en este caso el mar una metáfora de otra cosa, otra estructura nerviosa de mayor solvencia.
Cuando un nervio se desaferentiza, cosa que sucede cuando el nervio se secciona, el nervio duele, entonces hablamos de causalgia. La causalgia es un dolor por desaferentización.
Pero no siempre -cuando hablamos de desaferentización- hablamos de nervios, en ocasiones hablamos de grupos neuronales, sucede en capas profundas como por ejemplo el cerebro limbico o el cerebro profundo el reptiliano. Es sabido que nuestro cerebro tiene tres sub-cerebros, uno el más antiguo (de abajo-arriba) el reptiliano soporte de procesos vitales necesarios para la supervivencia, el tallo cerebral, luego el cerebro límbico (mamifero) soporte de emociones y por último el cortex (la corteza cerebral donde reside la razón y la capacidad de planear.
Estos tres subcerebros son en realidad el soporte neuroanatómico de lo que Lacan llamó lo Real, lo imaginario y lo simbólico y que doy por seguro que el lector ya conoce. Lo importante es saber que la ontogenia del ser recorre a través de circuitos neuronales estos tres cerebros, los atraviesa a lo largo de los años hasta que por fin estos circuitos alcanzan la corteza cerebral y los humanos nos convertimos en seres racionales, esto es capaces de simbolizar. El neurodesarrollo es pues el proceso que construye ríos (sinapsis) entre lo más profundo de nuestro cerebro y la superficie.
Observen ahora este tuit:
Algunos lectores de este tuit pueden pensar que la autora de tal despropósito está loca o bien tiene suspendida la asignatura de ciencias naturales o bien su CI no da para más, pero los que así piensan están equivocados, no es necesario apelar al delirio o la psicopatología para entender sus razones, ni siquiera no haber ido a clase el día que explicaron que el sexo no se elige sino que nos viene de serie. Por otra parte no conozco a ningún subnormal que no sepa distinguir entre un hombre y una mujer. ¿Entonces qué es?
Se trata de una desaferentización semántica, lo que Gustavo Bueno ha llamado «tercer mundo semántico», El tercer mundo semántico es un concepto muy interesante y que viene a explicar el porqué ciertas personas constituidas en gremios y rodeados de información y conocimiento viven en la ignorancia o la impotencia para interpretar esa información y ese conocimiento.
Es importante comprender que ese tercer mundo semántico no está constituido por individuos concretos sino por gremios, es decir por grupos de personas que comparten una misma identidad y es por eso que no son pacientes psiquiátricos sino colectivos minoritarios que tratan de imponer su concepción del mundo al resto de la sociedad que comparten con ellos y a la que de algún modo parasitan y la combaten, es lo que sucede con el feminismo o el nacionalismo. Gremios son las multinacionales, la universidad, los lobbies, los grupos de presión, los homosexuales, los animalistas, los seguidores de eso que se denomina cambio climático, etc. Se trata de una minoría combativa y totalitaria que a pesar de vivir en un lugar preñado de conocimiento no lo saben utilizar. Viven en otro lugar:
Ese lugar en el que habitan y que Gustavo Bueno ha llamado tercer mundo semántico y Lacan ha llamado «lo imaginario» es en realidad el cerebro mamífero, es decir el cerebro subcortical o límbico. Un lugar donde suceden algunas cosas extraordinarias.
Y donde todo es posible. Donde deseo y realidad se confunden.
Por ejemplo la ausencia de contradicción.
Una cosa es A idéntica a otra A y diferente a otra B.
Si A lleva a B, no siempre se cumplirá que No A lleva a B.
La ausencia de contradicción quiere decir que algo y su contrario son posibles a la vez.
Lacan lo matematizó así, en una formula que llamó losagne o rombo en castellano:
A<>B
Significa que A incluye y excluye a B.
Una formula que Lacan utilizó para esquematizar el fantasma, es decir esa grieta que queda abierta entre el inconsciente y el significante, lo que asoma en esa grieta es el deseo y es obvio que el deseo que apunta la autora de este tuit es el de tener un pene. Pero ya no se trata tan solo de alumbrar un pene como hacían las histéricas antiguas, sino más que eso identificar el deseo con la realidad. es por eso que hoy el sentimiento ha tomado el mando de la racionalidad, ya no se trata de tener o no genitales masculinos o femeninos. «Si yo creo que los tengo los tengo». Naturalmente el deseo no hace crecer los genitales pero hay una trampa semántica que es precisamente la que enuncia la tuitera de más arriba: si alguna mujer se siente hombre entonces la vagina -al estar en un cuerpo de un hombre- es un órgano genital de hombre.
Dicho de otra manera: hay una hegemonía del significante o dicho de una forma más clara: nada se opone al sentimiento propio, a la subjetividad, el supremo Amo.
Vivimos en un mundo de hiperrealidad que es precisamente el objetivo de este blog.
Simulacros dentro de simulacros.
No se trata de que esta mujer esté desaferentizada a causa de un accidente o alguna enfermedad, no se trata de una secuela cerebral sino de una consecuencia directa del mundo en el que vivimos, presidido por las condiciones que la postmodernidad nos ha traído y al parecer para quedarse durante algún tiempo. El socavamiento del principio de la realidad y la legitimación de todos los goces hace aparecer a nuestros conciudadanos como orates y mucho más desde que las redes sociales han dado la voz a todo el mundo, pero nada más lejos de la psiquiatría para explicar este fenómeno, se trata de algo político, algo que alguien ha inoculado para modificar los cimientos de una sociedad opulenta que ya no tiene más enemigos que ella misma para seguir viva
Debe estar conectado para enviar un comentario.