Patrones, planetas y fenotipos

Un patrón puede definirse -aun siendo una palabra muy polisémica- como un conjunto de rasgos o sucesos recurrentes, esto es que se repiten, sean motivos geométricos como las teselaciones o los fractales o sean los relativos a la economía, el diseño o la climatología. Son también interesantes esos patrones dobles que aparecen en las ilusiones ópticas : ver o no ver un determinado patrón. En suma lo que hay que esperar de un patrón es que aparezca de nuevo, pues está sometido a la ciclicidad,

Existen también patrones psicológicos, asi existe patrones tipo A, tipo B, tipo C o tipo D que más bien remiten a la psicopatologia y han sido adoptados como predictores de salud. Existe pues una relación entre patrones de personalidad y la tendencia a sufrir determinadas enfermedades, por ejemplo sabemos que el patrón tipo A está relacionado con el infarto de miocardio.

Lo interesante de los patrones es que nuestro cerebro se afana en encontrar patrones -es decir repeticiones- a fin de orientarse en el mundo y es probable que nuestro hemisferio derecho se ocupe de emitir y leer patrones que -sin embargo- no puede relatar. De eso se encarga nuestro hemisferio izquierdo, que es el que construye relatos.

La idea de un hemisferio que emite y lee patrones y de otro hemisferio que los piensa, narra o ejecuta, se encuentra en muchos pensadores de la neurociencia y se apoya en ciertas evidencias que encuentran -por ejemplo- que las alucinaciones auditivas de los esquizofrénicos se producen en el hemisferio derecho y probablemente también los paroxismos vocales del síndrome de la Tourette.

Sin embargo las areas de Broca y de Wernicke existen tanto en el hemisferio izquierdo como en el derecho, sólo que con distinta función. Asi el area de Broca izquierda está relacionada con la emisión del lenguaje y el area del mismo lado de Wernicke lo está con la comprensión del mismo. ¿Qué funciones desempeñan estas mismas estructuras en el hemisferio derecho?

Las áreas relacionadas con el lenguaje en el hemisferio derecho son paradójicamente mudas y se ocupan de la expresión no verbal: creatividad, lenguaje corporal e intuición que han de ser puestas en palabras a través del hemisferio izquierdo (la corteza cerebral izquierda) que es la que narra la experiencia que procede de su costado derecho. Concretamente, sabemos que en el hemisferio derecho se ubican la percepción u orientación espacial, la conducta emocional (facultad para expresar y captar emociones), facultad para controlar los aspectos no verbales de la comunicación, intuición, reconocimiento y recuerdo de caras, voces y melodías. El cerebro derecho piensa y recuerda en imágenes de un modo fundamentalmente geométrico.

Diversos estudios han demostrado que las personas en las que su hemisferio dominante es el derecho estudian, piensan, recuerdan y aprenden en imágenes, como si se tratara de una película sin sonido. Estas personas son muy creativas y tienen muy desarrollada la imaginación y la expresividad artistica pero también las conductas apragmáticas que observamos en las enfermedades mentales donde es posible especular que el hemisferio izquierdo es incapaz de dotar de sentido las experiencias que remite el hemisferio derecho.

Leyendo el libro de Linden «El cerebro accidental» el autor nos lleva de viaje a través de la idea de que en realidad el cerebro humano no es una obra maestra de la ingeniería -o como suele decirse del diseño inteligente- sino una de las chapuzas más grandes de la historia evolutiva. Efectivamente el cerebro humano se formó a partir de retazos, de agregaciones y no de rediseños. Como bolas de helado superpuestas en un cucurucho pre-formado y cuyo volumen es imposible de rebasar por el tamaño de las caderas de las hembras humanas.

El hemisferio derecho es pues desde el punto de vista del lenguaje, admonitorio y el hemisferio izquierdo ejecutivo. Dicho de otro modo, el señor Broca derecho seria algo así como una emisora de señales preverbales, de patrones de acción fijos (diseñados por la filogénesis y la ontogénesis), el cerebro derecho gime, gruñe, ordena, grita, susurra, alude, insulta, apela de una forma más o menos tosca puesto que lee patrones fundamentalmente ratoniles (emocionales) pulsantes y repetitivos. La función del hemisferio izquierdo sería la de encontrar sentido verbal y narrativo -máxima relevancia de contexto- a aquellas señales que emergen del hemisferio derecho y para eso dispone de muchos recursos: la racionalización y la narrativa que muchas veces y como veremos a continuación raya en la fabulación.

Observen ahora estos dos patrones de personalidad: el patrón del señor R y el patrón del Sr F.

Señor R.

Es una persona con amplias habilidades sociales, con una gran facilidad para establecer amistades y contactos, es diplomático y agradable y tiene bastante éxito en su profesión. Disfruta de un alto estatus y tiene muchísimos amigos en todas partes que le ayudan a conseguir sus fines. Apenas tiene enemigos y tiene una habilidad especial para encontrar apoyos para sus planes y encontrar argumentos para halagar a todo el mundo que le rodea. No escatimará esfuerzos ni gastos para conseguir apoyos relevantes.

Señor F.-

Es una de esas personas que carecen de intereses sociales, sin ser un asocial no tiene demasiadas habilidades para relacionarse con los demás que le consideran un tipo raro, ensimismado y siempre distraído. Tiene buena reputación debido a que ha alcanzado un alto estatus en su profesión y porque todo el mundo admira su carisma personal y su nivel de conocimientos e inteligencia. Pero apenas tiene amigos y por otra parte no los busca, no encuentra placer en las relaciones sociales, si acaso solo de uno en uno y no con todo el mundo. Se trata de una de esas personas que parece un sabio distraído que apenas se preocupa de los quehaceres concretos de la vida y depende para su gestión diaria de otros, mientras sobrevuela sobre mundos que parecen cerrados para los demás.

Se trata de dos patrones bien conocidos, todos tenemos amigos o conocidos de ambos tipos. ¿No es así? El único problema es que R piensa que F es un holgazán y que no se esfuerza lo suficiente en mantener las relaciones sociales, mientras que F piensa que R es un «pelota», un adulador que ha progresado gracias a sus dotes para la manipulación de egos ajenos, Piensa también que está sobrevalorado en su medio y que su talento no es tan brillante como se le piensa.

A pesar de que los dos señores son Sagitario.

Obsérvese cómo cada patrón tiene además su interpretación: el hemisferio derecho capta el patrón de personalidad pero el hemisferio izquierdo construye un relato.

Leer patrones y conjugar relatos son cosas diferentes. A la ciencia le gustan poco los relatos y prefiere los datos, es decir identificar los patrones para luego relacionarles con otra cosa, sean enfermedades físicas, sean particularidades psicofisiológicas o sean rasgos psicopatológicos. A la ciencia le interesa predecir y no tanto describir.

De hecho esos dos patrones tan banales y frecuentes de los que he hablado más arriba no proceden de la psicología sino de la astrología.

Patrones en la astrología.-

La astrología no es una ciencia sino una pseudociencia pues solo consideramos ciencia a aquella disciplina de donde pueden extraerse predicciones. Si la astrología permitiera conocer el futuro de la vida de los examinandos entonces seria una ciencia. Y así fue -en realidad- como surgió: una forma de adivinación del futuro que vendría determinado por la posición de las estrellas y los planetas a la hora de su nacimiento y según su longitud y latitud, es decir de su posición en la elíptica en ese momento de su nacimiento.

En realidad ni el lugar, día o posición de los planetas determinan nada y tampoco la astrología puede adivinar el futuro de nadie y sin embargo en la astrología hay gotas de verdad. ¿Cómo se explica este fenómeno?

Se explica porque la astrología, al menos la astrología moderna -de inspiración jungiana- trabaja con arquetipos. El Sr R y el Sr F son arquetipos (el Emperador y el Mago) bien distintos a pesar de compartir el signo astrológico de nacimiento, Sagitario. Pero más allá de dónde estuviera el Sol el día que nacimos, lo que interesa en una carta astral son los aspectos, es decir donde están ubicados los planetas en la elíptica.

Para ello vamos a observar cómo ejemplo los aspectos de Mercurio que están relacionados con la sociabilidad que es el tema que exploré en ambos sujetos.

El Sr R tiene a Mercurio en Tauro (un signo de Tierra) y por tanto su concepto de lo social es muy terrestre, ligado a los intereses y ambiciones propias, mientras que el Sr F lo tiene en Sagitario (un signo de Fuego) y por tanto ligado a la búsqueda, al viaje interior. Ahora vamos a olvidarnos de los nombres de los planetas y vamos a pensar en genes.

A los genes del Sr R que se expresan en su cerebro y que están relacionados con el cerebro social les llamaremos Gen_R y a los genes del Sr F que están relacionados con lo mismo les llamaremos Gen_F. No importa si es un solo gen o un grupo de genes, lo cierto es que hay genes que se expresan en nuestro cerebro y que están relacionados con la sociabilidad y sus múltiples variaciones, pues lo importante es comprender que los genes constituyen un mosaico. No es una relación dicotómica, «o es o no es» sino que constituyen una escala analógica de «mucho a poco» y la peor noticia: ciertos genes operan en contradicción con otros, algo que la astrología interpretó como posiciones mal aspectadas, anticipando el hecho -bien conocido- de que algunos rasgos se contradicen con otros en un mismo individuo: lo que aquí es una ventaja, allí es un lastre. Lo que es obvio es que los Genes_R y los genes_F son bien distintos y las ventajas del Sr R son para el Sr F un producto de su manera de adular a los demás mientras que para el Sr R el lastre del Sr F reside en su falta de sensibilidad con los demás, en su rudeza. Ambos construyen un relato, como cualquier astrólogo hace, solo que no todos los relatos son de igual validez o profundidad y todo depende de la formación psicológica de cada cual. A mi me gusta mucho Liz Green una psicóloga jungiana que hace descripciones muy interesantes sobre los datos de cada patrón. Dicho de otra manera Liz Green construye relatos coherentes.

El relato sin embargo es el punto débil de cada patrón y todos podemos sentirnos concernidos por un relato cualquiera (efecto Forer), pues es difícil que un relato abarque toda la complejidad de un determinado rasgo y hay que recordar que el peligro más importante de la construcción de relatos es olvidar que son ficciones, es decir interpretaciones que pueden llegar a la confabulación.Y necesariamente cuando relatamos algo podemos confundir la traducción. No olvidemos que el hemisferio izquierdo ha de traducir lo que capta el derecho.

En realidad la carta astral carece de interés más allá de esa descripción de sucesos-rasgos. No importa cuando se nazca ni dónde, lo que sucede es que por algún sitio hay que empezar. Lo que la astrología describe son patrones, adobados necesariamente con el lenguaje, con relatos que vienen a acompañar a la posición de los astros, siempre cambiantes y de forma cíclica, No importa tampoco que acierte o no en sus predicciones sobre nuestra personalidad, lo que importa es el señalamiento que hace de esos patrones que se repiten indefinidamente.

La astrología del futuro tendrá que afinar mejor esos patrones y dejar de hacerlos interpretables por personas sin formación psicológica.

Dicho de otra manera: Lo que importa no es la carta astral de nuestro nacimiento, lo que importa es que cada uno de nosotros es portador de un grupo de genes que se expresan en nuestro cerebro y que determinan nuestra personalidad. Y que estos genes compiten entre sí para manifestarse y muchas veces pelean y derrotan a sus contrincantes. El cerebro es un lugar de conflicto parlamentario donde las mayorías imponen sus leyes.

En mi opinión la astrología contiene definiciones que la psicología podría aprovechar al haber dejado de lado en su práctica los relatos. fiándolo todo a las ciencias experimentales: a cuestionarios y test muy reglamentados pero que no contienen información relevante sobre los sujetos reales.

Bibliografia.-

Ringo JL, Doty RW, Demeter S, Simard PY (1994) Time is of the essence: a conjecture that hemispheric specialization arises from inter- hemispheric conduction delay. Cereb Cortex 4:331–343

Michel Gazzaniga: «El pasado de la mente».1999. Editorial Andres Bello

Julian Jeynes:»El origen de la conciencia en la ruptura de la mente bicameral». 1987. Fondo de Cultura economica.

David Linden: «El cerebro accidental: la evolución de la mente y el origen de los sentimientos» 2010.» Madrid. Kairós, transiciones.

3 comentarios en “Patrones, planetas y fenotipos

  1. Puede haber un prejuicio acerca de los patrones psicológicos. Dicen que es una manera de cosificar a la gente mediante etiquetas y que la descripción comprensiva mediante estos patrones es insuficiente.

    Ciertamente lo es, pero, porque todo sujeto responde no solamente a patrones generales, sino, también a características personales que obligatoriamente hay que tener en cuenta, ya que cada patrón general es “interpretado” por cada uno de nosotros de forma particular.

    Por ejemplo, el blues es un género musical y cuando lo escuchamos sabemos que es un blues porque responde a un patrón rítmico, armónico y melódico determinado, pero, a su vez, también podemos reconocer al músico que está tocando porque podemos distinguir su manera personal de interpretarlo.

    Podemos saber si se trata de Freddie King, de Eric Clapton, de Stevie Ray Vaughan…

    Me gusta mucho lo que dice Jung acerca de los patrones en esta entrevista muy en consonancia con lo que se comenta en el artículo:

    En cuanto a los relatos creo que se puede dar una vuelta de tuerca mas a la apertura a la experiencia en el sentido de que la capacidad de asociar ideas divergentes se puede ampliar a la capacidad de asociar cúmulos o sistemas complejos de ideas, o sea, asociar e interrelacionar narrativas completas y de distinta procedencia.

    La capacidad de dar esta vuelta de tuerca a la apertura a la experiencia será característica indispensable de las personas que evolucionen.

    Por otro lado, el relato personal fruto de la verbalización de lo intuido, tiene que ser obligatoriamente coherente tanto internamente como con la realidad externa, lo intuido tiene que ser expresado en un “lenguaje de validez general”, cierto que solamente entendido por una minoría, pero, por falta de capacidad de la mayoría, no por la incapacidad del sujeto a la hora confeccionar un relato coherente como ocurre con los psicóticos, por ejemplo, que solamente es congruente dentro de su mundo no compartido.

    De todas formas como como la alta esquizotipia nos hace vivir en la frontera, siempre será buena idea seleccionar concienzudamente a quien le transmitimos nuestros relatos, que, al menos en mi caso, se hace de forma natural, ya que simplemente percibo que no establezco la necesaria conexión con el interlocutor como para poder hablar de estos temas.

    Muy cierto lo del efecto Forer y la falacia de la validación personal, pero, también es cierto de que es muy difícil encontrar a alguien con capacidad para poder validar el relato en el caso de que este sea correcto, pero, altamente complejo.

    Aparte de que también existe un “efecto Forer inverso” expresado a través de relatos equivocados mediante diagnósticos psiquiátricos erróneos, por ejemplo.

    En todo caso lo cierto es que detrás de los relatos complejos puede haber una esquizotipia elevada que si no acabó en trastorno ni en psicosis, fue principalmente no por la potencia del intelecto del sujeto, sino, por su carácter altamente escéptico.

    Creo que este escepticismo de base, puede disminuir en algo el efecto Forer como también el hecho de que se tenga una alta capacidad en cuanto a lo que comenté anteriormente acerca de una apertura a la experiencia evolucionada, ya que de lo que se trataría, entonces, sería de intentar integrar y compatibilizar de forma coherente y veraz relatos procedentes de disciplinas, escuelas, modelos y sabidurías diferentes.

    Mediante este tipo de integración coherente de relatos de diversas procedencias podremos abarcar quizás la complejidad que necesitemos, en todo caso, nunca la totalidad de la complejidad, por supuesto, pero, a cambio el peligro del efecto Forer creo que podría disminuir bastante.

    Desde luego que estas narrativas, teniendo su gran mérito, para nosotros no deberían alcanzar el estatus de verdad y mucho menos de verdad última, habrá que tomarlas como hipótesis meramente transitorias esperando ser mejoradas o incluso ser sustituidas por otras mas adecuadas, por lo que no habrá que tomarlas demasiado en serio, ni por supuesto polemizar con nadie, ni intentar a toda costa convencer a nadie de nada, a mi estas dos cosas no me apetecen en absoluto, me repelen.

    De todas maneras, desde mi punto de vista, lo importante no es el relato en si, lo importante es la integración, mediante su compatilización coherente y equiparación de desarrollo evolutivo, de las funciones Intuición-Pensamiento, como primera gran integración necesaria y base de la siguiente e imprescindible integración cuerpo-mente.

    Estoy muy de acuerdo con todo lo que se argumenta el artículo y solamente me quedaría hablar algo acerca de mi punto de vista a propósito de la Astrología que lo dejaré para un próximo comentario.

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  2. Hay una cosa que me gusta de la Astrología, el astrólogo no trabaja a partir de lo que el consultante le cuenta, como si ocurre con el psiquiatra o el psicólogo, de esa manera, podemos estar seguros de que su opinión acerca de lo que le pasa, no estará mediatizada por su narrativa.

    Hace ya unos cuantos años me hice un estudio astrológico no muy profundo por parte de un aficionado a la Astrología Huber.

    La Astrología Huber fue fundada por Bruno Huber a partir de la integración con la Psicosíntesis de Roberto Assaglioli. No me he dedicado a su estudio, es muy complejo.

    Estoy absolutamente de acuerdo con la necesidad de que sean los psicólogos los que ejerzan la Astrología. Intenté, para ilustrar este comentario, encontrar algún video de YouTube, y lo que abunda es el intrusismo, la superficialidad y la charlatanería.

    Cuando contacté con el astrólogo únicamente me pidió hora, fecha y lugar de nacimiento. Creo que ya a la semana siguiente fui a verlo y lo primero que me dice fue lo siguiente: «¿A que tu vives la vida como si fuera un sueño, como si fuera irreal? «Le contesté de forma afirmativa ya que llevaba y llevo décadas en situación de despersona-desrealización.

    La razón que me argumentó como origen de esa irrealidad fue que tengo a Neptuno en la casa XII muy cerca del Ascendente por lo que soy un neptuniano total.

    No conocía a Liz Green, pero, he visto que hay un libro suyo, de mas de 500 páginas, dedicado en exclusiva a Neptuno, por algo será.

    Tiempo atrás, había estado 2 o 3 años probando con la homeopatía y el homeópata me había recetado varios medicamentos sin resultado alguno hasta que un día me dijo: ¿Sabes que te digo? Que he llegado a la conclusión de que eres Hydrogenium. Bueno, probamos con Hydrogenium con diferentes potencias y nada de nada.

    Lo que mas me sorprende y convence, a pesar de la falta de resultados, de que pueda haber algo de verdad en la Homeopatía, es el acierto, la profundidad y los matices con que, al menos en mi caso, hacen las descripciones, tanto de los problemas, como de las características personales.

    Creo que Hydrogenium es un neptuniano ya que pienso que describe a la misma persona.

    https://www.homeopatie-trifa.ro/hydrogenium-7.htm

    No encuentro mucho de Hydrogenium en Internet, pero, las características expresadas en el vídeo demuestran su carácter plenamente neptuniano.

    Por otro lado en la página rumana se expone el caso de un Hydrogenium clarísimo envuelto en una también clarísima confusión de identidad eriksoniana.

    (Sabemos que para Ken Wilber la confusión de identidad grave de Erik Erikson es el problema que caracteriza, dentro de su modelo, a la estructura de conciencia nº5, Reflexivo-Formal. Sabemos a su vez, que el propio Erikson estaría en total desacuerdo en este aspecto con Wilber, pero, creo que este, al ver lo bien que Erikson describe el problema, lo utiliza)

    En lo que yo he podido entender, creo que existen 2 “arquetipos” opuestos entre sí que pueden hacer, dependiendo de su grado evolutivo, una confusión de identidad eriksoniana, uno sería el delincuente juvenil y otro el filósofo.

    Según he leído, Neptuno es un planeta lento, por lo que su acción la ejerce a nivel generacional, no individual, salvo en 3 casos: Que en la carta natal se encuentre en la casa 1, en la 12, o en conjunción con el Sol.

    Es un planeta transpersonal, caracterizado por su poder disolvente y confundidor, sin limites y expandidor de la conciencia, que conecta al sujeto tanto con el inconsciente como con el consciente colectivos, inundando al neptuniano con un tsunami de imágenes, ideas, sentimientos e intuiciones que lo dejarán en un estado de gran perplejidad y confusión.

    El neptuniano se convierte por ello en redentor y víctima absorbiendo los pecados, las culpas y sabiduría colectivas como propias por lo que se convierte en un Prometeo desde sus dos vertientes, tanto desde el catalizador, como desde el crucificado.

    Es muy importante para cualquier Prometeo del montón, como yo, que pueda estar leyendo este comentario, comprenda que su intensísimo sufrimiento, del cual segurísimo que estará asombrado por la entidad del mismo, sepa que a su culpa personal entendida desde su biografía y a los padeceres propios de su conflicto intrapsíquico y de su choque contra la realidad, se le ha sumado la culpa colectiva.

    Esta es una descripción no muy profunda de Neptuno, pero, algo es algo:

    https://www.mi-horoscopo-del-dia.com/astrologia/planetas-astros/neptuno.htm

    Al parecer hay 2 tipos extremos, el directo y el inverso, según, entre otras razones, donde se encuentre Mercurio. He podido concluir que el directo correspondería con un Intuitivo Sentimental Introvertido, el neptuniano artista, mientras el inverso con un Intuitivo Pensador Introvertido, el neptuniano filósofo.

    El inverso es mi caso puesto que tengo a Mercurio en la casa 9 y en trigono con Neptuno en esta página está bastante bien descrito:

    https://cubanfoodla.com/mercury-9th-house-boundless-curiosity

    El problema que se le achaca al neptuniano inverso, al neptuniano filósofo, se refiere a su excesivo escepticismo, a que está permanentemente dudando y comprobando de forma obsesiva si sus hipótesis y conclusiones son ciertas. Se le aconseja que confíe mas en su intuición.

    Este gran escepticismo de base, puede provocar parálisis por sobreanálisis, pero, como ya comenté también puede ayudar a evitar que se desencadene un trastorno grave.

    Creo que sería digno de estudio el como es posible que 2 pseudociencias, la Astrología y la Homeopatía, sean capaces de hacer una descripción bastante acertada y llena de matices acerca de mi problemática y de mi forma de ser, y, sobre todo tan coincidente con mi propio relato, con la narrativa que me he construido durante tantos años, una narrativa que de seguro no es compartida en absoluto desde la Psiquiatría y la Psicología convencionales.

    Por otro lado sigo pensando que las narrativas llegado a este nivel, puede que tengan que abarcar y contemplar muchísima «cantidad» de complejidad para que sean eficaces en cuanto a las necesidades del proceso, por eso quizás la razón de este fuerte empeño espontáneo que no se sabe de donde viene y quien lo decidió, de deficarse de forma intensiva a asociar e interrelacionar tantos relatos procedentes de tantos diferentes puntos de vista.

    Para mi, como escéptico, todo esto es absolutamente asombroso.

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  3. Esto de la Astrología tiene sus cosas. Si fuese una ciencia exacta, todas las personas que nacieron el mismo día, a la misma hora y en el mismo lugar, deberían tener las mismas características personales y eso no ocurre.

    Dicen que unas personas activan su carta natal, mientras otras no lo hacen. Que la carta natal precisa para esa activación una evolución consciente mínima. En eso podría estar de acuerdo, ya que pienso que la Astrología debería quedarse totalmente al margen de cuestiones no trascendenes, cosa que tampoco ocurre.

    La cuestión es que me hice de nuevo por internet otra carta astral en varias páginas diferentes, y estaba en un error, no tengo a Mercurio en casa 9, sino, en casa 8.

    Esto además de suponer un vuelta de tuerca mercurial, supone un mayor ajuste con mi forma de ser, al menos desde mi autoperspectiva. Cierto es que la casa 8 y la 9 al estar pegadas, tienen en común muchas cosas, por eso también me sentía identificado anteriormente con la 9, pero, con la 8 mucho más todavía.

    Mercurio en casa 8 como investigador solitario y autodidacta, dedicado a ponerle nombre a la información sin codificar con la que Neptuno nos puede inundar. Un Mercurio en casa 8 con la misión de diferenciar lo que es nuestro de lo que no lo es, ya que hemos bebido de una fuente, pero, la fuente no nos pertenece, creer eso es lo que nos ha hecho inflarnos. Tampoco somos la fuente misma, creer eso, aparte de equivocado, es muy perligroso, podría conducirnos a una psicosis.

    Aquí dejo algo de información al respecto, de un interesantísimo Mercurio en casa 8, siempre entendiéndola como una información incompleta, pero, de la que se pueden aprender cosas:

    https://cubanfoodla.com/mercury-8th-house-transformative-thinker

    Cierto también, en mi caso, todo lo relativo a mi Neptuno en casa 12, fortalecido por tenerlo en Escorpio, que también es mi ascendente, sumado a mi signo zodiacal que es Cáncer.

    Agua y más agua por todas partes, hipersensibilidad y vulnerabilidad a raudales.

    Este video corresponde a un curso acerca de Neptuno. Una vez que me quité los prejuicios acerca del impartidor de la conferencia por su manera peculiar de expresarse, descubrí bastantes enseñanzas aprovechables.

    Es un curso dedicado a Neptuno y las relaciones amorosas, pero, lo dicho se puede extrapolar perfectamente a todas las demás áreas de la vida.

    Pienso que en el trozo de complejidad tan grande que tienen que abarcar, integrar e interrelacionar, las personas que avanzan en su proceso consciente, debe entrar indefectiblemente, lo simbólico, lo metafórico y lo arquetípico.

    Poder hablar de si mismos y de la realidad circundante también desde esas perspectivas es obligatorio. Quedarse en el extremo opuesto, con las narrativas convencionales provenientes exclusivamente de los manuales de psiquiatría, por ejemplo, no es suficiente en absoluto.

    Conocer muy bien lo que esos manuales dicen acerca de nosotros, también es muy importante, pero, a continuación, es imprescindible hacer un puzzle o un mandala integrándolo y cohesionándolo todo con todo.

    Creo que la Astrología es un medio muy adecuado para el autoconocimiento desde esas tres instancias, la simbólica, la metafórica y la arquetípica. No creo que sirva para otra cosa (quitando su utilización perversa como medio de engañar a la gente con el fin de sacarles el dinero)

    Como he comentado en otras ocasiones, las aperturas a la autotrascendencia y a la experiencia por las que los esquizotípicos se caracterizan, juegan aquí un papel fundamental, como también lo juega el nivel 6 de desarrollo consciente de Wilber. Sin estas condiciones, es imposible lograr la síntesis ni la integración requeridos.

    No olvidemos la verbalización de lo intuido, la integración transpersonal Pensamiento-Intuición, que conlleva, a su vez, el suficiente y necesario conocimiento de la Sombra y del Inconsciente que se nos exige.

    Este proceso de búsqueda y de síntesis tiene como objetivo la Unio Mentalis, la primera de las 3 conjunciones alquímicas y el consecuente establecimiento o en su caso activación de nuevas conexiones neuronales interhemisféricas.

    Esto se efectua durante la fase de la Albedo, que sucede a la de Nigredo. El proceso de Albedo, es un aclaramiento y posterior y sucesivos vuelta a aclarar una y otra vez, hasta que el proceso diga que es suficiente.

    Es un proceso muy largo y durante el mismo, todas las energías y todas las capacidades del sujeto estarán al servicio de este procedimiento, aunque no se quiera, habrá que pasar por el aro, ya que para la Psique, lo que queramos o no queramos le es absolutamente irrelevante.

    Todo ello como integración básica e indispensable para la posible y futura integración Cuerpo-Mente, con el propósito de que el individuo psicológico pueda llegar a poder establecerse.

    De eso se trata todo esto, se trata de un proceso de evolución y transformación conscientes. Desgraciadamente, muchos de esos auténticos pioneros se quedarán perdidos para siempre en tierra de nadie, en ese Purgatorio que se encuentra a medio camino entre el hombre común y el hombre cósmico-centáurico.

    Para culminar un proceso como este, hay que tener mucha valentía, sabiduría y humildad. También mucha aceptación y confianza para dejarnos llevar por esa instancia superior a nosotros que es la que realmente sabe y maneja las riendas, no obstaculicemos.

    Ese Purgatorio es exactamente al que San Juan de la Cruz se refería con su Noche Oscura de los sentidos, ya va siendo hora de que lo vayamos entendiendo.

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