No hay que fiarse nunca de las versiones oficiales de los hechos, sobre todo cuando la verdad implicaria entrar en guerra. Es por eso que siempre existen versiones de los hechos trascendentes en la historia de un pais. estas versiones -siempre multiples- están destinadas a ocultar la verdad, tal y como podemos ver en este grafico:

Donde la verdad, -siempre única- es una figura casi imposible en tres dimensiones y que parece ofrecer una sombra de sí misma en cada una de estas tres dimensiones donde ocurre nuestra vida cotidiana.
Un ejemplo de cómo la verdad oficial es una tapadera de lo que realmente sucedió lo tenemos en el hundimiento de Kursk, aquel submarino, joya de la armada rusa. Lo curioso es que la verdad no se quiso admitir, pues de haberlo hecho hubiera sido inevitable un conflicto entre las dos potencias que nos hubiera llevado hacia la III guerra mundial. La hipótesis del accidente interpuesto se llevó el premio, pero ahora sabemos la verdad de lo que sucedió.
¿Qué hubiera sucedido si los rusos admitieran públicamente que los submarinos americanos fueron los causantes del hundimiento del Kursk?
Muy probablemente el asesinato de Kennedy o la autoría del 11-M tienen una explicación similar. Tragar la mentira es mejor que admitir la verdad, aunque todos sepamos que la mentira es mentira o una parte parcial de la verdad. Vivimos pues instalados en la hiperealidad.
La hiperealidad es la realidad que percibimos filtrada por intermediarios (Baudrillard).
Omnipresencia de la información, imperativos mediáticos, violencia cotidiana. En un nuevo estilo de subjetividad característico de la sociedad de la comunicación y el consumo, el sujeto, enfermo de hiperrealidad, urgido a vigilar sus fronteras, evoca la imagen de un sí mismo centrifugado hacia sus bordes y vacío en el centro, arrinconado a una modalidad de rasgos fronterizos aun si ésta es transitoria, defensiva y funcional. Este sujeto siente como principal objetivo la necesidad de frenar cantidades de excitación. (Sonia Abadi)
Buenos días Don Francisco
El problema añadido es que antes la construcción de esa hiperrealidad, los sistemas de filtraje, era mas «fina», mas elegante y mas coherente.
El «muñeco» estaba mejor vestido.
Ahora es de un grosero que canta muchísmo. El truco se ve a kilómetros. Y de lo que se trata es de que el tragar con el truco mal hecho sea una de las principales medidas de adhesión al régimen.
El problema es que auqnue aquí tengamos unaa tragaderas enormes, derivadas de esa involución social creciente del intelecto general; en otros sitios (Rusia, China, India..) no ocurre lo mismo. Y antes o después se impondrán precisamente porque aquí, acostumbrados cada vez mas a mentiras mas burdas, cuando ya estemos derrotadosno nos hayamos enterado y sigamos convencidos de que somos los mas altos, guapos e inteligentes.
Un saludo cordial
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Actualmente existen gafas de realidad virtual, pero para ver una realidad virtual no hace falta ponérselas.
Las gafas, básicamente un utensilio para cubrir los ojos, están compuestas por dos lentes encajadas en una montura que se apoya en la nariz y se sujeta a las orejas cuya finalidad es corregir defectos de visión o proteger la vista. Cambiando la graduación de sus lentes, o su color, tendremos distintas versiones de lo visto.
Desde la versión occidental, corregir defectos o proteger, es lo que hace la educación y los medios de información de los estados occidentales. Ambos son más bien gabinetes de comunicación que se limitan a difundir la narrativa que interesa a sus gobiernos, élites y organizaciones.
El diccionario de la RAEL nos indica que las guarniciones de las caballerías de tiro, disponen de unas piezas de vaqueta que caen junto a los ojos del animal, para que no vean por los lados, sino de frente; a estas piezas se las denomina ‘anteojeras’. También nos indica que anteojera es la actitud mental o prejuicio que solo permite ver un aspecto limitado de la realidad.
La actual cultura de la cancelación funciona como unas anteojeras sociales, cualquier atisbo de visión lateral que pueda escaparse a la graduación y color de las gafas, es eliminada gracias a la cancelación de la visión que limitan las anteojeras.
De este modo, los occidentales vemos el mundo con la visión que nos permiten nuestras gafas y anteojeras, confeccionadas por el imperio occidental de la mentira.
Pero el mundo no se limita a los países occidentales de América del norte, Australia, Europa y pocos países más. En el mundo también existen las visiones de los países de África, América del sur y Asia, con sus propias gafas y anteojeras.
Ya que difícilmente podremos quitarnos nuestras gafas, pues estamos tan habituados a ellas que lo veríamos todo borroso, solo podemos aspirar a intentar escudriñar un campo de visión más amplio simplemente girando la cabeza atisbando algo distinto a la narrativa oficial. Pero cuidado, al apartar la vista del frente, siempre existe el riesgo de ser cancelados violentamente por el freno de las riendas sociales.
A veces es necesario sumergirse en la historia para poder entender algunas cuestiones actuales. A menudo los libros de historia ofrecen distintas versiones, pero también guardan extraños silencios como en el caso de Khazaria y los jázaros, geográficamente ubicados originariamente en lo que ahora es Ucrania.
Una breve reseña inicial sobre Ucrania, Khazaria y los jázaros en:
https://latribunacr.com/2022/03/08/ucrania-khazaria-y-los-jazaros/
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