El bioleninismo

Nos ahogaremos y nadie nos salvará (Spandrell)

«Bioleninismo» es un concepto nuevo acuñado por un bloguero conocido como @spandrell (se desconoce su identidad) y que mantiene un blog titulado «Bloody Shovel«, algo así como «Pala sangrienta». Se trata de un politólogo del que sabemos que vive en el este asiático , Indonesia o cernanías pero poco más. Su concepto de bioleninismo es muy interesante para conocer las derivadas y transformaciones que ha tenido el socialismo tradicional hasta transformarse en lo que hoy conocemos como «progresismo», «socialcomunismo» al que algunos han bautizado como la «síntesis progresista». El bioleninismo sería algo así como un hiperleninismo o un más allá de la teoría marxista-leninista.

Paso a contar las ideas de Spamdrell que podréis seguir en su blog y sobre todo en su articulo seminal «Leninismo y bioleninismo».

El trasfondo de la investigación de Spandrell es la civilización moderna y más concretamente la civilización occidental que supone se encuentra en una espiral de muerte, para ello -bien conocedor de la historia de las civilizaciones- y de la teoría evolutiva, trata de encontrar explicaciones al mundo que nos ha tocado vivir y lo hace -en mi opinión- de una forma lúcida e implacable.

Su principal argumento es que nosotros los humanos no somos racionales ni irracionales a partes iguales sino que estamos muy preocupados por nuestro estatus social. Lo que nos mueve, nos impulsa es ese medraje que necesitamos llevar a cabo para acceder a bienes que por falta de educación, mala suerte o simple azar geográfico o de clase se nos escapan.

El comportamiento conocido como irracional debe ser entendido como un comportamiento que busca ascensos de estatus, pues el estatus es la mejor forma de adquirir poder, sexo, comida y atenciones por parte de los demás, es también protector de la salud. El problema es que el estatus es un juego de suma cero: no todos tienen el mismo estatus ni podrán tenerlo nunca, incluso en las sociedades mas igualitarias existirán siempre gente de alto estatus y gente de bajo estatus, se trata de un hecho biológico, del mismo modo que existen gordos, flacos, vagos, laboriosos, negros, blancos, hombres y mujeres o feos y guapos. La gente se sacrifica por elevar su estatus y las sociedades se han encargado de ello, disponiendo de mecanismos elevadores, al menos las sociedades occidentales. Los ascensores sociales tradicionales han sido, la educación, el esfuerzo individual o el matrimonio, pero esos ascensores parece que han dejado de funcionar, por la falta de trabajo, la emancipación de la mujer, la mala calidad educativa o las malas decisiones a la hora de escoger qué hacer en la vida, como la elección de profesión.

Las sociedades liberales generan mucho resentimiento en aquellos que no han logrado este ascenso social que todos y cada uno de nosotros esperamos encontrar en nuestra vida y este resentimiento es central en la teoría de Spandrell, no se puede entender nada de lo que sucede en el mundo sin comprender que existe una alta densidad de resentimiento en nosotros los humanos, un resentimiento que procede del hecho de que nuestras expectativas de estatus no se ven reflejadas en la realidad, así nos sentimos engañados por el sistema si no conseguimos un trabajo acorde con nuestras potencialidades y habilidades o una pareja que colme nuestros apetitos físicos y psicológicos. Nos sentimos víctimas de un sistema que consideramos injusto y esta es la razón por la que muchas personas militan en organizaciones o partidos políticos de izquierda, pues la izquierda se especializó ya desde Marx en subrayar las diferencias de clase como el origen de todo el mal.

Actualmente los partidos de izquierda ya no creen en la lucha de clases, más que como aliño en los discursos universitarios. La razón es que los trabajadores de los años 60 alcanzaron ya en toda Europa cuotas de bienestar inimaginables antes de la guerra mundial: tenían vacaciones, salarios altos, coche y algunos una segunda vivienda. Era obvio que en esas condiciones ningún trabajador iba a decapitar a su empresario. Dicho de otra manera la lucha de clases terminó cuando los trabajadores alcanzaron cuotas de bienestar inimaginables una década antes. Los partidos comunistas decayeron en toda Europa a pesar de que la URSS seguía financiando sus actividades clandestinas y a aveces incluso las ilegales. El comunismo en Europa fracasó mientras en la URSS aguantó 74 años para terminar fracasando económicamente como todos sabemos.

Para Spandrell el socialismo es una ideología con futuro pues se apoya sobre uno de los fundamentos de lo humano: la búsqueda de estatus, es además una ideología fácil de comprender: hay ricos que son pocos y malvados y pobres que somos todos los demás y llenos de virtudes morales. Nosotros tenemos pues todo el derecho de arrebatarles a los ricos su poder. Se trata de una teoría del resentimiento que ahora ha cambiado de protagonistas: ya no son los trabajadores, sino las minorías supuestamente explotadas, como negros, minorias étnicas, minorías sexuales, mujeres solteras, etc. Además se presenta bajo un paraguas fuertemente moral, pues ¿quién va a estar contra las razas, contra las mujeres, contra los homosexuales, contra los extranjeros, o contra el medio ambiente?

La masa social que vota estas opciones de izquierda es y será durante mucho tiempo mayoritaria en las sociedades occidentales (salvo desastre), así mujeres solteras, intelectuales, periodistas, pensionistas, funcionarios y todos los clientes de la red del estado votarán siempre estas opciones a pesar de las mentiras, los desastres de la gestión de algunos gobernantes que no voy a nombrar o de su estulticia.

Lo cierto es que no conozco a nadie que esté en contra de esas minorías y sin embargo esas minorías se sienten victimizadas ahora con más intensidad que nunca y a pesar de la evidencia de que no somos racistas, ni machistas ni homófobos la mayoría de nosotros aunque pueden existir focos residuales en cualquier ámbito. Es obvio que estas minorías carecen de razones para manifestarse en Europa hoy frente a la muerte de ese Floyd de Minneapolis. ¿Qué tiene que ver Holanda con el supuesto origen racista de ese crimen?

Algo parecido sucede con el feminismo que se ha tomado como paradigma de ese nuevo marxismo cultural. La opresión del hombre hacia la mujer sería comprensible en el mundo árabe donde existe una masculinidad tóxica -según Spandrell- pero es incomprensible en occidente donde el feminismo ha reducido los incentivos para que los hombres construyan familias, lo que explica el bajo nivel de nacimientos en toda Europa pero el crecimiento  continuo de los países árabes.

Cualquier grupo político requiere la lealtad de sus miembros para sobrevivir y es obvio que los «ricos» no se sienten obligados a mantener lealtades pues no las necesitan. Pero comprobar la lealtad de los miembros de un grupo es complicado si los individuos tienen recursos propios para sobrevivir, es por eso que es mejor reclutar a aquellos que no «tienen donde caerse muertos» esos son los mejores militantes de un partido político. Que toda su vida y su estatus proceda del interés del partido. Esta idea es leninista, pues fue Lenin el primero en sacudir a la casta zarista de sus lugares de privilegio y colocar allí a sus hombres desarrapados pero leales. El problema es que estas personas a las que se les ha ascendido su estatus de forma artificial acaban careciendo por completo de resiliencia pues en el fondo saben que no lo merecen.

Lo verdadero no tiene acólitos pero lo falso acumula grandes cantidades de seguidores pues creer en algo disparatado es la mejor forma de demostrar lealtad. Es por eso que las vacunas no tienen defensores, ni la redondez de la tierra o las bondades de la medicina oficial, sin embargo las posiciones contrarias reclutan gran cantidad de seguidores.

De muchas formas, el sinsentido es una herramienta de organización más efectiva que la verdad. Cualquiera puede creer en la verdad. Creer en un sinsentido es una demostración inequívoca de lealtad. Sirve como un uniforme político y si tienes un uniforme, tienes un ejército.” (Moldbug)

Es por esta razón que Spandrell cree que la izquierda tiene más futuro (y presente) que la derecha, pues los de derechas no tienen incentivos para unirse y los de izquierdas tienen muchos, esos que dan estatus y que los de derechas creen que nunca perderán o que en cualquier caso se conforman con mantenerlos. Hay mucha gente ineficaz que quiere ascender de nivel y eso generará a la larga problemas tal y como vimos en la URSS: los desarrapados pueden ser comisarios, espías, políticos o policías pero no son ingenieros ni médicos. Eso mismo está pasando en China: las contradicciones del sistema que lo hacen ineficaz a medio plazo económicamente.

Mientras el cristianismo funcionó sirvió como premio de consolación para los pobres, pues como es sabido para el cristianismo ser pobre era un mérito como hoy lo es ser homosexual o feminista, el cristianismo era una religión «pobrista» como su fundador, pero este argumento cayó en desgracia cuando las masas ilustradas exigieron no solamente un mejor puesto en el cielo sino también en la tierra.

La mejor forma de construir capital social es la manera de asegurar que una civilización prospere y se mantenga, por eso Spandrell propone una nueva religión dado que las actuales son demasiado viejas y ya no hacen bien su trabajo de asociar capital colectivo y de hacer al mundo más cohesionado. Pero probablemente esa religión ya está en marcha, con esa mezcla de ecologismo, feminismo y empatía que conocemos con el nombre de «lo políticamente correcto» y que si no es una religión se le parece mucho en su división del mundo entre nosotros y ellos.

Es por eso que los populistas utilizan los residuos de lacras pasadas para imponer su lacra opuesta.

Bibliografía.-

El articulo «leninismo y leninismo biologico consta de tres post)

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Un comentario en “El bioleninismo

  1. El espíritu de la época suele permear a la mayoría bajo las alas de un tropel de dogmas; esta debilidad de lucidez critica tan generalizada deja poco mas que un poso reducido de disidencia. La cuestión es, esta disidencia en que se diferencia de la mayoría?, sencillamente en que tienen activas las antenas de la intuición; es por eso que caminan solos por lo invisible de un saber que se condensa súbitamente en inspiración. !Ahora bien, no es la misma intuición la solución formal a un problema en base a conocimientos adquiridos, hechos y experiencias; ! a saber, que la intuición de un artista, un místico o un poeta; estos últimos no suelen sufrir merma alguna a cualquier status; no así los primeros que avisados por su intuición de hechos y experiencias, les lleva a concluir que ponerse de perfil con voz alta y valiente altanería es lo único inteligente; es una disidencia resentida de Maestros que buscan denodadamente resarcirse a su status birlado.
    Lorca ya lo intuía en su «Ausencia» – Porque te has muerto para siempre, como todos los muertos de la Tierra, como todos los muertos que se olvidan – en un montón de perros apagados – la tristeza que tuvo tu valiente alegría.

    La vida es sueño y, en los sueños mejor no perderse; peor mil veces que dormirse los ojos, es dormirse el corazón.

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