Ayer me sorprendí del éxito de lectores y de comentarios que tuve sobre mi anterior post en el que divulgaba las ideas de Nick Land uno de los padres del movimiento neo-reaccionario. Pero también me sorprendí de la ignorancia sobre otro de los popes de este movimiento. Me refiero a Mencius Moldbug un seudónimo de Curtis Yarvin que ahora parece que ya ha abandonado y tiene web con su nombre verdadero.
No recuerdo cuando ni quién me recomendó a este autor, pero si recuerdo que su obra no está traducida al español y tuve que ver este video subido por Pablo Zamit que se ocupó en traducir su obra más conocida: «Carta a un progresista con mente abierta». Vale la pena verlo hasta el final aunque advierto que es bastante largo.
Para los que no tengáis tiempo ni ganas de visionarlo por completo, al menos deberiaís conocer su teoría de «La catedral» que es una teoría sobre el poder.
Y aquí tenéis en pdf esta «Carta a los progresistas de mente abierta»
La nodriza de las hadas y el rey carmesí 
Otto Gross fue el primer analista en vincular su trabajo con la política radical, conectando la transformación personal interna con el cambio colectivo externo. Explica por ejemplo que en la familia el niño no tiene otra opción que quedarse solo o adaptarse; así su voluntad de conservación se transforma en voluntad de poder del yo adaptado a la sociedad. Este patrón no parece ser diferente en la edad adulta, lo que implica que aquello que se impone socialmente hablando sea por la propaganda, la manipulación, la conspiración o la posverdad, por las luchas políticas enfrentadas, etc, dependen de un Páter oculto en las sombras del poder que impone desde la cabeza del furgón a sus hijos socializados en el furgón de cola la opción de quedarse solos o adaptarse. Por supuesto no me voy a liar con la conveniencia del matriarcado que defendía Otto para remedio de todos nuestros males.
!Ahora bien como esto no tiene visos de mejora y, no creo en un futuro donde nuestras defensas se eleven, me gusta poner el acento en una especie de salto mortal del pensamiento que abandone lo que no tiene remedio, nuestra conspiradora sociedad. – !A saber, » La función intelectual de la primera infancia, en la medida en la que se puede abarcar en el terreno de la conciencia, resulta de un rango incomparablemente superior a las funciones intelectuales de todas las demás etapas vitales. La etapa siguiente de la presión exterior, adaptación y represión separa al adulto de sus inicios y cubre con un manto de olvido aquellos primeros tiempos de la experiencia – aún no modificada – del mundo y del propio ser. Del ser innato y de sus dones sólo queda una imagen escondida en el inconsciente, un anhelo y una búsqueda continua y oscura, y la proyección de las posibilidades perdidas en lo sobrenatural».
Matar al responsable, al Páter político enfrentado ahora ya corrupto, de buen rollo «risas», simbolizado en esos Poderes ocultos, en las manos negras, en los tejedores de una sociedad conspirativa que me pone en la tesitura de adaptarme o quedarme metafóricamente sola; ello me señala el verdadero camino; pero no solo eso pues lo sobrenatural todavía nos acompaña, lo sobre es lo mas natural del mundo aunque, todavía débilmente operativa. No es importante como me lo presenta, que lo hace, por que parece que tiene incontinencia a no callar. Ella habla de que estos Páters ocultos solamente están experimentando, recabando datos e introduciendo variable sencillas y complejas en las cobayas y, que tiene ideas de futuro de lo mas creativas e ingeniosas. No, no les mueve el dinero, eso esta trascendido, ahora quieren ser Dios. Aunque yo solo observo lo que cuenta, en realidad me da lo mismo, con la orientación me sobra, entre lo que significa la asociación algo surrealista a mis entendederas entre la transformación interna con el cambio colectivo externo.
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Tu haz como yo y ponte en contra de ese Pater
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Profesor nos movemos en un plano donde prevalece con mas vigor que nunca la dialéctica de Hegel o deseo de reconocimiento; algo que no es mas que la puerta trasera al sistema a través de la que se introduce un software que explotara esa debilidad. El programa fantasma instala una idea de lo mas extraña que actúa como desencadenante de un comportamiento que aprovecha la necesidad de autoconciencia autónoma. Esta idea se ha establecido sin saber por donde ha venido y, sin visos de poder ser puesta en cuarentena, actuando de manera inconsciente. La idea inculcada lobotomiza lo siguiente; !a saber, :
– Tu puedes ser mejor de lo que eres
– Tu puedes hacerlo mejor de lo que lo haces
– Tu puedes ser y obtener aquello que desees.
!Veamos que el concepto de progreso alude a la creación de un nuevo orden. Esta idea sibilina con tres cabezas de serpiente es el nuevo orden mental que incorpora el idealismo progresista que declara en positivo que es una mejora para la humanidad por un lado y, aquí encontramos lo interesante, a la par que satisface el afán egoísta de reconocimiento; !A saber, mas de lo que soy, de lo que hago y de lo que obtengo es lo mejor. La cabeza y la cola enlazados uroboricamente. Es un sistema cerrado inexpugnable, la única oposición solo la encontrara en los elementos mas conservadores y reaccionarios de la sociedad, que no entienden que cualquier estrategia que implique volver al viejo orden es una quimera, además de indeseable por que las conexiones neurológicas son irreversibles cuando hablamos desde un punto de vista estadístico de la mayoría de la población, ello provocara mas daños colaterales. Solo el miedo a un enorme estado de incertidumbre da oxigeno al conservador y la cordura al progresista de a pie; por que es precisamente la ausencia de miedo que no es de sentido común, lo que precariza al ingenuo que no ve los peligro de su inflación. A un extremo la inconsciencia, al otro el miedo, que es un estado de alerta; ambos indeseables a nuestra biología y, como fondo el ser innato y sus dones donde sólo queda una imagen escondida en el inconsciente, un anhelo y una búsqueda continua y oscura, y la proyección de las posibilidades perdidas en lo sobrenatural.
No hay salida de Matrix profesor excepto en modo Neo y, solo Neo puede salvar a la humanidad; por que como pontifica Krishnamurti, Tu eres el mundo Neo y, el mismo solo encuentra la puerta de salida en el retorno al Ser innato junto a sus dones, incluido lo sobrenatural. Es aquí donde el análisis de Otto Gross cobra todo el sentido al vincular la transformación personal interna con el cambio colectivo externo, como un elemento de sincronicidad que lo valida a nuestra mirada. El Umbra Pater es el digno adversario, es la serpiente; el único que aporta los desafíos necesarios para aventurar a Neo al Ser, por que no somos la causa decisiva de nuestro comportamiento, si no el efecto desencadénante, pues todo nos esta causándonos. Nuestro albedrio consiste en apropiarnos de los hechos consumados.
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Quienes renuncian a la Libertad esencial para comprar un poco de Seguridad temporal, no merecen la Libertad ni tampoco la Seguridad.
Benjamin Franklin
Como dice Eudal Carbonell hemos de reforzar la conciencia crítica de especie para cambiar la relación humana con nuestro entorno y con nosotros mismos.
En el fondo todos los problemas de la humanidad se reducen a un problema de falta de ética, esto es de falta de crítica sobre la moral en la que se nos ha adoctrinado para adecuarnos a lo que el psicólogo Bob Altemeyer denomina seguidores autoritarios.
No se trata de devenir amoral ni leguleyo, al contrario, se trata de investigar los fundamentos profundos, la raíz, de los valores de la moral y la ley del ‘pater’; para, observando sus resultados sobre la humanidad y el planeta, ser críticos y desarrollar una propia opinión ética sobre si esta moral y ley, bajo la que vivimos, es adecuada para el bienestar y la sostenibilidad de la mayoría de la especie humana y del planeta que la sustenta.
El literato chino Yan Lianke nos indica que la discusión no ha de ser sobre cuál es el mejor sistema de gobierno (socialismo, capitalismo, etc.), sino sobre cómo se utiliza el poder para servir a la gente y no para liderarla.
La desconfianza hacia la libertad nos conduce al autoritarismo. Pero aún así, este no es el problema. El psiquiatra polaco Andrzej Łobaczewski nos indica que ni las ideologías políticas, ni los sistemas de gobierno, ni las religiones, son el problema en sí, la raíz del problema son las redes de individuos patológicos que se insertan en estas organizaciones, las asumen por dentro y se mantienen al frente de las mismas.
Como bien dice José Antonio Marina, los humanos somos una especie de híbridos de la biología y la cultura. Al igual que estudiamos nuestro genoma biológico, también debemos hacerlo con el cultural: y aquí entra el de los seguidores autoritarios.
El psicólogo Bob Altemeyer nos dice que, en comparación con otros, los autoritarios no han pasado mucho tiempo examinando evidencia, pensando críticamente, llegando a conclusiones independientes y viendo si sus conclusiones encajan con las otras cosas que creen. Aprendieron qué ideas son malas, de la misma manera que aprendieron cuáles son buenas, de las autoridades en sus vidas. Están relativamente dispuestos a permitir que las autoridades atropellen las libertades civiles y las garantías constitucionales de libertad personal. Parecen pensar que las autoridades están por encima de la ley. Los máximos no están preparados para pensar críticamente.
Al no disponer de ética propia, los seguidores autoritarios son totalmente dependientes de las estructuras morales y leyes externas para mantener bajo control los impulsos prohibidos, de modo que apoyan un estado, o religión, que haga cumplir las reglas morales y una cultura social que estigmatice a quienes violen esas reglas.
Por todo lo dicho, debemos considerar el más que probable vacío interno patológico de aquellos que crean ese orden, y ahí es donde llegamos a la raíz, a la psicopatología y al efecto de las redes de individuos patológicos que se insertan en las organizaciones de poder, las asumen por dentro, y se mantienen al frente de las mismas. Ellos son quienes adoctrinan la moral, el orden y las leyes en nuestro mundo. Ellos y sus redes son el ‘pater’, el cabal, la catedral, o como queramos llamarlos. Ellos son el origen, los pastores, pero los seguidores autoritarios somos quienes perpetuamos la situación, las ovejas del sacrificio.
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