En el post anterior hice una breve incursión en el tema de las conspiranoias y en este me propongo abordar el tema desde un planteamiento general. Ya conté que si existe la conspiranoia es porque la realidad es siempre incompleta, al menos tal y como nos la cuentan los medios informativos, por no hablar de las incompletudes de la verdad jurídica que casi siempre nos resulta decepcionante.
Pero hay otras condiciones para la conspiranoia, una es la facilidad para su difusión, algo que Internet ha venido a cumplimentar sobradamente pues se trata de un medio donde cualquiera puede convertirse en editor de sus propias historias y relatos. Pero existe otra condición que a mi modo de ver es la condición más importante: necesitamos un mundo postmoderno y un pensamiento postmoderno.
¿Qué es la postmodernidad?.-
En este post de Pablo Malo podemos hacernos una idea muy completa de qué significa eso de la postmodernidad. Si la modernidad dio a luz a un hombre dividido, la postmodernidad ha dado a luz a un hombre subjetivo. Dice Pablo Malo:
«El postmodernismo es anti-realista, es decir, afirma que no existe una realidad independiente ahí fuera y la sustituye por un relato socio-lingüístico y construccionista. Epistemológicamente, dado que rechaza la existencia de una realidad exterior, el postmodernismo niega que la razón, o ningún otro método, sean métodos para adquirir un conocimiento objetivo de la realidad. Dado que la realidad es un constructo sociolingüístico, el postmodernismo enfatiza la subjetividad. Las explicaciones o relatos acerca de la naturaleza humana son colectivistas, sosteniendo que las identidades individuales son construidas por los grupos sociolingüísticos de los que los individuos son parte, grupos que son muy variables en dimensiones como sexo, raza, etnia y riqueza. El relato postmodernista consistentemente enfatiza las relaciones de conflicto entre estos grupos y, dado que no se da un papel a la razón, los conflictos entre estos grupos se resuelven fundamentalmente por la fuerza, sea enmascarada o desnuda. El uso de la fuerza lleva a relaciones de dominancia, sumisión y opresión. Finalmente, los temas postmodernistas en ética y política se caracterizan por una identificación con los grupos percibidos como oprimidos en los conflictos, y una voluntad de entrar en la refriega de su lado.
Dicho de otra manera: los relatos conspiranoicos no necesitan ser verdaderos, puesto que la verdad ya no existe, basta con que el relator los crea y su grupo de seguidores le legitime. Así y todo como dice un lector de este blog:
«Del mismo modo que existe ‘la conspiración’, -a veces demostrada-, de que en muchas manifestaciones se infiltran provocadores, -a sueldo de los poderes del estado profundo-, con el fin de sabotearlas; es muy probable que también existan conspiraciones, creadas específicamente, para desarrollar un ruido que oculte a otras conspiraciones por aquello de que: ‘A río revuelto, ganancia de pescadores’.
Y esta es la idea que pretendía desarrollar a continuación. ¿pueden los mismos «conspiradores» desacreditarse a sí mismos intercalando mentiras inverosímiles dentro de un relato creíble en gran parte? ¿Por qué arriesgarse a perder credibilidad mezclando «churras con merinas» es decir un relato verosímil con otros fantásticos?
Bueno, la hipótesis del lector que traigo es que ciertos conspiranoicos están a sueldo del otro lado al que pretenden denunciar, algo así como la paradoja del mentiroso.¿Cómo saber cuando miento, si soy un mentiroso declarado?¿Miento cuando digo la verdad?
Otra manera de pensarlo es la propiamente postmoderna. ¿Cómo podemos fiarnos de la información oficial si viene siempre regulada por intermediarios con sus propios sesgos e intereses informativos? Tampoco podemos fiarnos de las redes invadidas por trolls pagados por esos mismos intereses. Las fake news son indistinguibles de la verdadera información, ya no hablamos de sesgos sino directamente de mentiras.
«El problema de los intermediarios es que decodifican la información de los hechos, ya sea inconscientemente, para adaptarla a su sesgo cognitivo preestablecido y evitar una disonancia cognitiva, o voluntariamente y de manera intencionada, para adaptarla a su relato establecido de antemano».
Hace pocos días hubo en Nueva Zelanda un tiroteo llevado a cabo por un tipo con un fusil de repetición en el interior de una mezquita causando un gran número de muertos y heridos. Bueno, lo sabemos porque nos fiamos de los informativos hasta cierto punto a pesar de que no lo vimos personalmente. Pero la noticia lleva colgando otros detalles: se trataría de un ataque ultraderechista, un ataque xenofóbico, supremacista según el País.
Nos lo creemos con algunas dudas dada la adjetivación dudosa siempre de la prensa, pero al cabo de dos días hubo un atentado en Holanda en un tranvía, otro tiroteo de un tipo que logró escapar (pero al poco tiempo se le detuvo). Tampoco estuvimos allí, pero lo creemos y también estamos dispuestos a aceptar que se trató de un atentado yihadista. Pero esta vez la prensa no dijo nada ni de xenofobia, ni de Islam, ni de supremacismo, simplemente dijeron que el individuo era turco.
Aparentemente estos hechos están desconectados entre si y suceden a muchos Km de distancia el uno del otro, es como si fueran atentados de distinto color, con distintos objetivos o incluso como venganza el uno del otro. Voy a ponerme conspiranoico y pensaré, ¿Y si ambos atentados hubieran sido ordenados por la misma persona o personas?
¿Para qué? Pues para enfrentar religiones y sensibilidades políticas, para dividir.
Lo cierto es que a pesar de la proximidad temporal entre ambos ningún relato periodístico ha relacionado ambos atentados. Y sabemos que existen atentados de falsa bandera, es decir ataques que parecen proceder de un agente concreto cuando en realidad pueden obedecer a un plan bien distinto al que parecen perseguir los terroristas regulares por así decir. Por ejemplo, con independencia de quienes fueron los autores del 11- M, es demasiado obvio que aquel atentado se llevó a cabo para influir en las elecciones, aquellas que ganó Zapatero.
Cortinas de humo.-
Sin ánimo de ser exhaustivo me referiré a ciertas conspiranoias de éxito en las redes:
- Los chemtrails, ya han sido refutados una y otra vez pero siguen acumulando creyentes, sin embargo los disruptores endocrinos, los pesticidas y los plásticos no desarrollan una denuncia de activismo similar. Debe ser porque es cierto y la verdad no interesa.
- El crimen de Alcasser es probablemente el crimen mas querido por los conspirancionistas que suelen utilizarlo para mezclarlo con sectas satánicas, pederastias y crímenes rituales en donde participan casi siempre personas de muy alto estanding político o empresarial. Lógicamente nadie se planeta una critica política a este poder depredador que tenemos en nuestro país, de ahí la necesidad de aliviarse atribuyéndoles los crímenes más abyectos, Una cortina de humo falsa para ocultar otros crímenes mas domésticos como la corrupción o la falta de democracia. ¿Quién nos sube el recibo de la luz?¿Dónde van a parar nuestros impuestos?
- Los reptilianos son bien conocidos por el publico en general gracias a la obra del escritor británico David Icke, la figura del reptiliano ha renacido con bastante popularidad, asociándola a teorías conspiratorias de dominación mundial por parte de los reyes, jefes de estado, aristocracia y magnates financieros muy ligados a la masonería contra la humanidad. ¿Qué necesidad hay de inventarse a un reptil con apariencia humana para referirse a las personas que gobiernan el mundo en la sombra? Existe un Estado profundo como existe un Internet profundo alejado de la mirada de extraños, son los que en realidad nos gobiernan y probablemente dominan a nuestros gobernantes con el dinero o las prebendas, pero no son reptiles sino humanos.
- Con todo, me parece que la conspiranoia que ha tenido más éxito es la mentira de que las vacunas provocan autismo, una cortina de humo para tapar otros errores de las farmaceúticas.
Paranoia y conspiranoia.-
La paranoia es una de las tres psicosis clásicas (las otras dos son la esquizofrenia y la psicosis maniaco-depresiva). La mayor parte de la gente llama «paranoicos» a muchos de estos conspiranoicos que publican en youtube sus videos o escriben en blogs propios. Personalmente no creo que estas personas sean paranoicos.
La paranoia -que ahora se llama trastorno delirante– supone la presencia de un delirio siendo el delirio de persecución probablemente el más frecuente. Pero para que exista un delirio es necesario que el individuo salte por encima del principio de realidad y mantenga sus convicciones de forma persistente, sean impermeables a la persuasión o a la presentación de pruebas en contra de esa creencia y estén descontextualizadas. En el lenguaje cotidiano, describe una creencia que es falsa, extravagante o derivada de un engaño. En psiquiatría, implica que la creencia es patológica (el resultado de una enfermedad o proceso de una enfermedad). Como patología, es distinta de una creencia basada en información falsa o incompleta o de ciertos efectos de la percepción que se denominan, con más precisión, apercepción o ilusión.
Pero además es necesario que exista una realidad-real. Sin realidad no hay atentado contra el principio de realidad y como vimos más arriba la postmodenidad se caracteriza por una negación de la verdad y la realidad, si todo es un constructo entonces todo lo que pienso es verdadero. El conspiranoico puede mezclar convicciones verdaderas con otras falsas o extremadamente fantásticas, pues es víctima de su propia subjetividad sin la plomada de la realidad.
La paranoia, en este sentido ha muerto y ha mudado en conspiranoia, aunque ciertamente los paranoicos siguen existiendo y se distinguen más claramente de estos por su rencor. Los conspiranoicos no suelen ser personas rencorosas, al contrario son muchas veces personas bondadosas y empáticas y más allá de eso conocen muy bien el tema del que hablan seguramente porque han dedicado muchos esfuerzos -obsesivos- en su búsqueda.
En su búsqueda de la verdad, que no hallarán pues viven en un mundo donde la verdad ha sido descontextualizada y puesta al servicio del subjetivismo, mejor si es compartido con algún grupo. Es decir mejor si se puede crear identidad al tiempo que se conoce. Es por eso que prefiero hablar de metanoia en lugar de paranoia.
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