El supercentro

soraya

Escribo este post hoy después de haber visto por TV como Rajoy dimitía como presidente del PP. Muchos conocidos míos se han alegrado mucho de esta dimisión y han aprovechado para decir o preguntarse qué hubiera pasado si hubiera dimitido antes.

La mayor parte de mis lectores estarán de acuerdo con la siguiente idea: Rajoy y el PP son de derechas. Y de eso va este post qué comienza con la siguiente pregunta ¿Existe en España algún partido de derechas?

Bueno alguien podría decirme que es Vox ese partido de derechas, pero lo cierto es que Vox no tienen representación parlamentaria de modo que lo dejaremos en el frigorifico porque mi hipótesis de la que beberá este post es que en España todos los partidos que pretenden gobernar son de Centro.

¿Qué es el centro político?

El Centro político es un invento de alguien (probablemente de Suarez) que pretendió hacer emerger un partido que no oliera demasiado al antiguo régimen y que se aprovechó del miedo que el votante español de entonces tenia de las izquierdas y el rechazo de la derecha tradicional de AP. Pero lo cierto es que Centro nos remite a una posición geométrica, un punto equidistante entre una supuesta extrema izquierda y una supuesta extrema derecha. Pero la verdad del asunto es que el Centro no es un punto sino un tumulto de partidos que abrazan una misma política: la que les dicta la UE y esa constelación de intereses que nos dicta lo que ha venido en llamarse «la corrección política». Soros, Rusia, USA, la propia UE y como no Merkel y otros actores de las finanzas internacionales.

Miren Alemania, ¿quien gobierna allí? Pues una coalición de un partido liberal y otro socialdemócrata, los dos se definen como de Centro. ¿Quien gobierna en Francia? Pues un tal Macron al que no conocía nadie y que de la noche a la mañana aparece como el líder de un país donde precisamente tanto izquierda como derecha salieron derrotados. ¿Quien gobierna en Italia? Pues parece que una coalición de extrema derecha y extrema izquierda que paradójicamente se ponen de acuerdo en elegir a un primer ministro que curiosamente recibe vetos por parte del Presidente de la República. No importa, de lo que se trata es de seguir las consignas de Bruselas y que todos paguen sus deudas. Ah de aquel que no pague.

En España se bromea mucho con el PPSOE y con la «casta» o con el bipartidismo, pero lo cierto es que Rivera no parece diferenciarse mucho de Rajoy o de Sanchez. El PP y el PSOE salvo cuestiones puntuales harían y harán la misma politica: la que nos venga dictada por Bruselas. Rivera del mismo modo hará una política en el caso de que algún día gobierne muy parecida a sus predecesores.

¿Y cual es el ese programa de gobierno?

Pues parece que la nomenclatura belga ha optado por un programa buenista que en otros lados se ha llamado la «síntesis progresista» y que es un heredero de la socialdemocracia postmoderna, entiéndase bien la socialdemocracia de cuando los socialistas dejaron de interesarse por las necesidades de la gente y pasaron a tratar al mundo como identidades, de cuando renunciaron a gobernar individuos para tratar con colectivos. Es verdad que la socialdemocracia ha sido una ideología que ha tenido mucho éxito en Europa pero que se encuentra en decadencia no cabe tampoco ninguna duda: los ciudadanos han sabido percibir ese cambio de ejes en las preocupaciones de sus políticos: desde las necesidades a las igualdades.

Hoy mientras Rajoy pronunciaba su discurso de despedida y se atribuía éxitos que sin duda ha tenido en el campo de lo económico no he podido sino construir un discurso paralelo en plan abogado del diablo. Por ejemplo, es cierto que recibió un país en bancarrota por parte de Zapatero pero también es cierto que la precariedad en el mundo laboral no parece que incline a nuestro país en un sentido de crecimiento más allá de las grandes cifras y todo ello lo llevó a cabo el PP sin tener en cuenta al individuo promedio que desde el inicio de la crisis se ha empobrecido independientemente de lo que digan las cifras. Dicho de otra manera, no cabe ninguna duda de que Rajoy ha hecho la economía que le mandaron en Bruselas y lo ha hecho bastante bien.

También es cierto que ETA desapareció en el gobierno del PP pero también es cierto que Rajoy dio por buena la hoja de ruta que había pactado Zapatero sin borrar ni añadir una sola coma. Tal y como él mismo decía hoy «no moverse cuando no toca» ha sido la máxima de su gobierno. No se le puede criticar por lo que ha hecho pero muchos en su propio partido le critican por lo que no ha hecho «atado al mástil del barco como Ulises a fin de desoir el canto de las sirenas», lo cito textualmente.

Lo cierto es que si el PP es un partido de derechas lo ha disimulado muy bien:

  • Ha mantenido la ley del aborto de Bibiana Aido.
  • Ha mantenido el matrimonio homosexual.
  • Ha respetado la hoja de ruta del fin de ETA, haciendo la vista gorda a algunas excarcelaciones.
  • Ha dado dinero a las organizaciones feministas.
  • No ha derogado ni «la ley de memoria histórica», ni la «ley de violencia de género», verdaderas monstruosidades de la legislatura anterior.
  • En las CCAA y a través de barones del PP ha promulgado leyes a favor de la transexualidad y eso que ha venido en llamarse «identidad de género».
  • Ante el problema catalán reaccionó tarde y de forma muy débil, depositando el peso del Estado en manos de los jueces y abandonando a su suerte a los catalanes españoles que hoy se sienten ninguneados y abandonados por el Estado. El referendum de la independencia se llevó a cabo a pesar de que negó por activa y por pasiva que fuera a celebrarse.

Es obvio que ninguna de estas políticas es de derechas sino de centro progresista (socialdemócratas postmodernas). No es de extrañar pues que muchos de sus votantes se hayan ido a Ciudadanos y otros a Vox según dicen.

Y todos estos errores se podrían acumular a otras cosas que no ha hecho: 1) abordar el plan hidrográfico nacional, 2) Abordar de forma valiente el problema de la corrupción de su partido y 3) Llevar a cabo un proyecto  educativo que al menos nos dure unos cuantos años y 4) Modificar algún texto de la Constitución para que el español pueda ser aprendido en cualquier lugar de España, 5) Legislaciones a favor de energías renovables, etc.

Dicho de otra forma: el mandato de Rajoy se recordará por su inactividad, bien es cierto que no se pueden llevar a cabo grades reformas con la aritmética parlamentaria actual pero también es cierto que Rajoy venia de una mayoría absoluta que aprovechó para apretarnos los tornillos fiscales a los españoles. No ha hecho pues ni una sola política de derechas, ni un solo gesto. Es por eso por lo que los españoles tardaremos mucho tiempo en otorgar otra mayoría como la que Rajoy disfrutó en la legislatura anterior.

Los españoles hemos aprendido que con o sin mayorías absolutas los políticos no van a gobernar por y para los ciudadanos sino para esa constelación de intereses que llamamos la Troika.

Rajoy lo ha hecho mal en mi opinión, pero no solo lo ha hecho mal sino que ha provocado una enorme desafección en su votante natural, ¿quien recogerá esos votos?

Se abre ahora un periodo de incertidumbre, pues el PP ha de elegir un nuevo presidente, o más bien presidenta que sea del agrado de Bildelberg. Mientras tanto gobernará Pedro Sanchez con los presupuestos expansivos del PP y tiene un buen año por delante sin demasiadas interferencias salvo el casus belli de Cataluña que ha venido para quedarse muchos años por obra y gracia de una Constitución que no supo anudar las competencias del Estado y de las Comunidades autónomas. Pedro Sanchez toreará mejor que Rajoy ese asunto sin mojarse demasiado. Es verdad que necesitamos otra Constitución pero no hay consensos y por lo tanto tendremos que tirar con la que tenemos.

Mientras tanto la Troika ira evaluando a sus tres candidatos, el que salga del PP renovado, a Pedro Sanchez y a Alberto Rivera y ellos dirán qué es lo que conviene a los españoles: aquel que demuestre mejor ser de centro centrado.

Nota liminar.-

En un post anterior hablé del club Bildeberg y me gustaría ahora hacer una apostilla sobre los planes que según Cristina Martin tiene este selecto club con España. Mi opinión es que el plan de federalizar España no es un proyecto europeo, creo que el proyecto propiamente europeo es el de centrar el voto y el deseo en los europeos. Pero el lector debe entender que existe una confluencia de intereses que proceden de distintos lugares. Obviamente a George Soros le importan un bledo los transexuales: su interés es otro, y la secesión de Cataluña puede interesarle a él pero no a la Merkel ni a las elites europeas. Lógicamente Rusia también tiene oscuros intereses en Europa y a Trump lo que le interesa es dejar de pagar la factura de la OTAN. Y no descarto de que haya otras agendas que no soy capaz de detectar.

En resumen, a mi no me preocupa nada que Pedro Sanchez sea el presidente interino de España, lo que me preocupa es a quién designarán los poderes fácticos y economicos para dentro de dos años.

Y creo que será una mujer. De armas tomar, claro.

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