La suerte moral

suerte

Imagina dos amigos, Pedro y Juan, que se van a ver un partido de fútbol y tomar unas cervezas; ambos beben el mismo número de cervezas y sufren una intoxicación etílica con niveles de alcoholemia igualmente elevados. Ambos deciden coger el coche para volver a casa y ambos se duermen al volante, pierden el control del coche y se salen de la carretera. Pedro se sale de la carretera y se golpea contra un árbol. Juan se sale de la carretera, atropella a una chica que iba por la acera y la mata. ¿Debería la diferencia accidental de que en un caso uno se encuentre con un árbol y otro con una chica hacer que la valoración moral sea diferente?

Esto es lo que los filósofos llaman el problema de la suerte moral y lleva décadas dando vueltas por ahí desde que Bernard Williams y Thomas Nagel lo formularan. Según las leyes de diferentes países el resultado sería probablemente que a Pedro le caería una multa y le retirarían el carnet mientras que Juan acabaría en la cárcel. Por un lado, no parece que sea justo castigar más a Juan cuando ha realizado exactamente la misma conducta que Pedro. Pero, por otro lado, parece también injusto meter en la cárcel a Pedro cuando lo único que ha hecho es conducir ebrio o dejar libre a Juan con una multa cuando ha matado a una persona. (tomado de este post)

«El vuelo» es una pelicula de Robert Zemeckis y protagonizada por Denzel Washington en el año 2012 y que cuenta una historia que al parecer fue real, pero que en la ficción de la pelicula contiene algunas variantes que son las que proporcionan los elementos para iluminar el aspecto moral de la cuestión que me propongo analizar en este post.

Esta es la verdadera historia de aquel dramático vuelo, sus momentos más terribles, la reacción de los pilotos y su desenlace (extraido de este articulo).

Un atasco en la cola

El modelo McDonnell Douglas MD-83 despegó de Puerto Vallarta (México) a la 1:37 pm del 31 de enero de 2000. Tenía 83 pasajeros. Debía hacer escala en el Aeropuerto Internacional de San Francisco (EEUU) antes de su destino final: la ciudad de Seattle (EEUU).

Todo fue bien hasta que la tripulación del MD-83 se percató de un atasco en el estabilizador horizontal del avión, elemento situado en la cola y que permite maniobrar para el ascenso o descenso del aparato. Durante más de una hora, el personal de mantenimiento del vuelo no fue capaz de determinar las causas de la avería y todos los intentos por solucionarlo fueron infructuosos.

Para mantener la estabilidad del avión, los pilotos tenían que tirar de los mandos con fuerza y contrarrestar la desviación.

Llegado un momento, había que tomar una elección vital: aterrizar en el aeropuerto más cercano, en Los Ángeles, o finalizar con el trayecto previsto hasta San Francisco. Tras intercambiar información con las torres de control, el avión aterrizaría en Los Ángeles a pesar de las presiones recibidas por la empresa Alaska Airlines de culminar la ruta prevista.

Primer susto: caída en picado

Mientras tanto la tripulación del avión continuaba con su labor, desatascar el estabilizador. Poco después de las 4.00 pm, durante la maniobra de desatascamiento, el estabilizador de cola se movió a una posición en la que puso el morro del avión en dirección al suelo. El Alaska Airlines cayó en picado perdiendo más de 1.500 metros de altitud en 80 segundos. Los tres pilotos tenían un plazo querondaba los cinco minutos para salvar las vidas de los 83 pasajeros, y sólo lo podían hacer tirando con todas sus fuerzas de los mandos, y contrarrestando con sus músculos la fuerza de la caída.

El avión quedó estable a unos 7.000 metros de altitud, pero a las 4.19, como recogieron las grabaciones, se escuchó un fuerte sonido, como un golpe. «¿Has sentido eso?», le dice un piloto a otro. «Sí». Se oyen entonces unos clics, como si estuviera intentando controlar el estabilizador, y es cuando se oye un ruido muy pontente y entonces el avión sufre una segunda caída. Se convirtió en un bólido. Los pasajeros veían por las ventanillas angustiados como el avión caía irremediablemente al mar.

Una maniobra de locura.-

En una muestra de pericia, el comandante culminó una arriesgada maniobra:invertir el avión y volar boca abajo durante algunos segundos, es decir, con el techo del avión orientado hacia el suelo. Era una maniobra desesperada, pero, cayendo a tal velocidad, se podía considerar que tenía alguna posibilidad de enderezar el vuelo.

Sin embargo, la velocidad y el empuje eran demasiado poderosos como para que esta inversión de vuelo pudiera ser efectiva. El MD-83 caía al mar al revés. Los pasajeros gritaban mientras el capitán se daba cuenta de que la situación ya no tenía marcha atrás.

Varios pilotos que sobrevolaban la zona fueron alertados por el control de tráfico aéreo para que tuvieran contacto visual con el vuelo 261 de Alaska Airlines. Así fue la trágica conversación:

Piloto 1 – Ese avión está cayendo rápidamente muchos metros.Piloto 2 – Sí, señor, estoy de acuerdo, esta cayendo definitivamente en picado, desciende muy rápido.Piloto 3 – Está totalmente fuera de control.Piloto 4 – Tocó agua.Piloto 5 – Sí, señor, acaban de tocar agua (confirmó uno de los pilotos cercanos a la terrible masacre)

Un impresionante golpe destrozó el avión. Todos los pasajeros murieron en ese momento: 88 fallecidos, el número más alto de muertos jamás visto en un accidente aéreo en un modelo de la serie MD-80. El avión se hizo trizas.

Con el radar de barrido lateral y un barco pesquero de arrastre, los rescatistas encontraron un cuerpo, pero no había rastros de supervivientes. «Estaremos aquí tanto tiempo como sea necesario», dijo el sargento Chuck Buttel. Al mismo tiempo se recuperaron los motores y las cajas negras del avión.

Una investigación aclara la tragedia.-

La investigación posterior de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de EEUU determinó lo siguiente: «Desgaste excesivo y lubricación insuficiente del ensamble del elevador», esto dos elementos fueron los culpables del trágico accidente. El avión fabricado en 1992, tenía más de 26.000 horas de vuelo.

El mecánico que revisó el MD-83 y aplicó el lubricante al estabilizador confirmó todo. Sólo tardó una hora en realizar la tarea que debería realizar en cuatro según el fabricante del avión. Era imposible que la lubricación fuera la correcta.

Pero no acabó ahí la negligencia. La investigación descubrió que Alaska Airlines utilizaba herramientas que no cumplían con los requisitos del fabricante del avión. Los instrumentos utilizados tenían mediciones imprecisas, por lo que deberían haber sido reemplazado por otros.

El informe final publicó un total de 24 recomendaciones de seguridad, mantenimiento y supervisión. Más de la mitad de ellas estaban directamente relacionadas con la lubricación del estabilizador, un pequeño elemento que mató a 88 personas.

Atención: contiene spoilers

La historia en la ficción.-

En la pelicula las cosas no suceden exactamente igual que en la realidad, sino que nos plantea dos cuestiones importantes: la causalidad y la responsabilidad moral.

El Comandante Whitaker (Denzel Washington) es un hombre divorciado adicto o consumidor habitual de alcohol y cocaina que es piloto de avión y al parecer un reputado piloto.

Un dia y después de una noche de sexo y alcohol ha de incoporarse a su trabajo al que acude después de una buena dosis de cocaína para despejarse de la resaca de la noche anterior. El despegue es un tanto problemático debido a una fuerte tormenta y a rachas de viento sucesivas pero gracias a su pericia le fue posible esquivar estas dificultades. Una vez conseguida la estabilidad el comandante consume un par de botellines de vodka y se queda dormido, quedando el avión en las manos del copiloto.

Cercana ya la hora de iniciar la maniobra de aproximación le despiertan pero los problemas no han terminado: al parecer el timón es ingobernable porque ha quedado atascado en posición catastrófica impulsando el avión hacia un picado. El avión comienza a caer a plomo y el comandante decide una solución heroica: invertir el avión, soltar lastre y tomar el mando a mano intentando reducir la caida en picado. Esta maniobra de gran riesgo y extrema le lleva a poder aterrizar de emergencia en el campo y salvar a la mayor parte del pasaje. Solo 6 personas mueren en ese accidente y el propio Whitaker salva la vida.

Pero se abre una investigación, puesto que hay que discriminar de quién es la responsabilidad del accidente y los fallecidos. El fabricante, la linea comercial y los sindicatos de pilotos han de decidir quién fue el responsable de la catástrofe a fin de satisfacer las indeminazciones pertinentes y concluir si hubieron responsabilidades penales de algun agente, incluyendo al mismo comandante.

El espectador sabe que el comandante Whitaker no sólo no tuvo la culpa de lo que sucedió sino que fue su pericia la que salvó al pasaje. Sin embargo…..

Era un alcohólico, habia bebido y consumido drogas. ¿Qué grado de participación tuvo la adicción del comandante, su estado fisico y psíquico en el accidente?¿Tuvo alguna consecuencia en este caso concreto o se trató simplemente de una averia técnica?

Dicho en una clave más sencilla ¿De quién fue la culpa?

Y aqui es donde aparece el famoso dilema de la suerte moral. este dilema predice que los actos morales (como beber o drogarse mientras se conduce) son valorados de forma bien distinta en función de las consecuencias. Si el viaje del comandante Whitaker hubiera aterrizado sin novedad, nuestra valoración de su conducta seria muy distinta al caso que nos ocupa a pesar de saber que Whitaker no fue la causa del accidente.

Whitaker tendría -segun un 50% de personas- culpa por pilotar ebrio a pesar de que no fue la causa del accidente. Podríamos decir que no tuvo la suerte moral de otras ocasiones en que salió ileso a pesar de su adicción y su comportamiento poco ético.

Lo interesante de esta película es que nos hace reflexionar sobre una cuestión sobre la que no existe consenso: cerca de la mitad de los entrevistados en este tipo de dilemas morales estarían de acuerdo en condenar al comandante mientras que la otra mitad le absolverían en la convicción de que no fue la causa del accidente.

Como corolario me gustaria apuntarme a la idea que Pablo Malo manifiesta en su post sobre la suerte moral.

Si la mitad de nosotros no quedamos satisfechos con la solucion de un dilema, entonces el dilema no tiene solución

El nuevo orden mundial

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El nuevo orden mundial (en adelante NOM) es una teoria de la conspiración que estas navidades he estado persiguiendo y que me ha parecido muy entretenida como relato de politica-ficción, pues como todas las teorias de la conspiración ofrece datos reales y datos falsos mezclados de tal manera que construye un rompecabezas muy interesante para pensar las cosas según nuestros gustos, es decir construye sentido y como todo el mundo sabe lo que más nos pone es encontrar sentido aunque ese sentido no se corresponda con la realidad.

En síntesis consiste en pensar que tal y como sucedía en Matrix, existe un nucleo duro de toma de decisiones en algun lugar del mundo constituido por personas que siempre son masones, judíos, sociedades mas o menos secretas o reptilianos según cada interpretación, en cualquier caso ricachones plutócratas con ambiciones de dominar el mundo, auqnue personalmente echo a faltar a algun jeque árabe. Curiosamente los ricachones del golfo no están en Sion. Para los teóricos de la teoria NOM, todo está conectado tal y como podemos ver en este post, escrito por alguna persona experta en ver conexiones alli donde no las hay, lo que no deja de ser una excelencia cognitiva: errores tipo I, les llamaríamos hoy. Hasta Podemos está relacionado con la guerra de Siria, pero vamos precisamente a echarle un vistazo a esta guerra para ver si hay alguna relación entre ese conflicto local y los problemas sistémicos que padece el mundo.

Para entender la guerra de Siria en sus dimensiones históricas y estratégicas lo mejor es que el lector visione este video que en 5 minutos nos cuenta los antecedentes y presente del conflicto explicado de una manera fácil, para dummies.

Como el lector podrá ver en esta guerra se dan cita otros intereses bien distintos a los que podría entenderse como simples conflictos locales. las potencias USA, UE, Rusia, Irán, Israel y Turquía tienen intereses propios que defender en esa conflagración y no está muy claro quién apoya a quién, es dificil saber quién es el bueno y quién es el malo aunque lo más probable es que todos sean malos a juzgar por el genocidio que se ha llevado a cabo. Turquía ha pasado de ser un aliado occidental a convertirse en uno ruso en poco tiempo junto con una reconversión al islamismo de su presidente Erdogan. Lo que es evidente es que esa guerra se produce en un lugar mientras que los que intervienen en ella están en otro,  eso es cierto pero aun no hemos llegado el núcleo duro de Sion, estamos hablando solamente de países extranjeros con intereses en el creciente fértil.

A occidente lo que le interesa es que la región se estabilice -parece que ya han renunciado a democratizar la zona-  y pueda extraer los recursos (petroleo y gas) de una manera fácil y barata. El acceso de Siria al mar mediterráneo ofrece buenas garantías para los gasoeductos más allá de la via marítima dando la vuelta a la península arábiga desde el golfo pérsico. El problema es que Bashar Al Assad es aliado de Rusia desde hace mucho tiempo y no parece fácil desalojarle del poder como sucedió con su homólogo en Irak, Sadam Hussein. La guerra civil en Siria es obviamente un error de las potencias occidentales -otro más- a la hora de valorar sus alianzas en ese avispero que es el mundo árabe fuertemente escindido al menos entre dos facciones, chiíes y suníes, enemigos irreconciliables.

Y para estabilizar esa zona es necesario reconducir los errores que se produjeron en el reparto geográfico tras las guerras mundiales europeas. Las fronteras trazadas a mano por Inglaterra y Francia fueron de una incompetencia absoluta, al dejar sin resolver los problemas tribales que enfrentaban y enfrentan al mundo árabe (chiíes contra suníes), los religiosos (musulmanes contra cristianos y /o judios),  problemas derivados de minorias étnicas sin Estado como los kurdos y la deuda que el imperio otomano en su derrota no terminó de liquidar con el mundo árabe y su sueño de la Gran Arabia que Nasser trató de resucitar sin éxito.

De manera que en esa guerra hay al menos otras cuatro guerras inscritas, un ajuste cuentas que parece no tener fin. Y que no lo tendrá fácilmente mientras Rusia y USA no lleguen a un acuerdo y no cabe duda de que la solución es encontrar un nuevo reparto de fronteras y países que logren albergar a todos estas etnias escindidas, un ejemplo son los kurdos, sin un Kurdistán libre no habrá paz en Turquía ni en Iraq.

¿Hay una agenda del NOM?.-

Según los conspiracionistas que defienden la existencia de ese nucleo duro de Sion, de lo que se trata es de conseguir:

1.- Un gobierno mundial único

2.- Una única moneda.

3.- Sin fronteras entre las naciones: tráfico libre de mercancías y personas.

4.- Un ejército y una policía únicas que intervengan puntualmente alli donde existan conflictos.

5.- Una religión y un idioma únicos.

Como puede observarse se podría tratar de una utopía hippye casi, aquella que cantara John Lennon en Imagine, pero en la interpretación de los resultados hay dos variantes posibles: unos se inclinan por pensar que estos objetivos pueden alcanzarse de buena fe, es decir aprovechando la buena voluntad de individuos y pueblos, mientras otros ven en este panorama la eclosión de un peligroso totalitarismo, una especie de neofascismo orweliano.

Para empezar habría que homogeneizar las poblaciones , las razas, las culturas, exterminando idiomas, religiones, creencias, tradiciones, mitografías y etnias peligrosas (las portadoras del gen guerrero), aniquilar culturas enteras, amputar el etnocentrismo y someter a la población a un ojo externo similar al que Orwell imaginó para su Gran hermano. Es decir el remedio podría ser peor que la enfermedad, una distopía asi puede imaginarse pero es dificil pensar cómo podría llevarse a cabo teledirigida desde ese centro de Sion, donde un puñado de prohombres supuestamente homógeneos entre sí llevarian a cabo tal proyecto.

Pero lo cierto es que algunos acontecimientos de los que están sucediendo en Europa hacen pensar en una agenda así. Una agenda que trata de fracturar y desestabilizat los estados-nación. No olvidemos que los estados-nación son el principal enemigo del NOM. En este sentido el nacionalismo catalán es un ejemplo de desestabilización hispánica que pareciera como programada por alguna mano negra.

Pero no sólo el estado sino tambien la familia como sede subjetiva de cualquier identidad ha de ser socavada y no cabe ninguna duda de que a pesar de resistir, la familia ha perdido vigor como tampón social de adversidades económicas y emocionales de sus miembros, el feminismo, las leyes de género y las leyes de identidad de género parecieran haber sido pensadas por esos extraños habitantes de Sion. Del mismo modo la religión católica y las cristianas y su tradición parecen ser un obstáculo a estos supuestos propósitos desestabilizadores. Al fin y al cabo la religión católica es fuente de individualismo y muy complicada metafísicamente si la comparamos con la religión musulmana más orientada hacia el conformismo y el colectivismo. De elegir a una de las dos, los del núcleo duro eligirían esta última, al fin y al cabo es la unica religión que garantiza orden en esa «lacra»que ha venido en llamarse emancipación de la mujer.

Pero de lo que no cabe ninguna duda es que la llamada «crisis de los refugiados» ha sido el acontecimiento más importante de los ultimos años y el que de alguna manera está desestabilizando con más fuerza la UE. Existen evidencias y no solo conspiranoias que nos permiten establecer que hay un plan para llenar Europa no solo de refugiados de la guerra de Siria, sino tambien del Norte de Africa, la avalancha crece dia a dia sin que las autoridades hagan nada más que andar muy preocupadas por la xenofobia. Les preocupan más las acciones xenófobas probables que las acciones terroristas o aquellas protagonizadas por inmigrantes o refugiados contra la propia población civil. Algo muy sospechoso. Tanto que si yo fuera conspiranoico pensaria que la Merkel pertenece a ese núcleo duro de Sion.

Pues parece claro que una forma de asegurar la xenofobia es el incumplimiento de la ley y el abuso que se ha cometido con la admisión de refugiados. De manera que otra vuelta de tuerca seria pensar que en realidad nuestro grupo de Sion, lo que anda buscando es precisamente eso, un recrudecimiento dela xenofobia y la persecución al islamista.

Pero mi opinión es que no existe solo una agenda en este mundo interconectado y caótico que nos ha tocado vivir. Obviamente Soros no pertenece a ese supuesto clan de Sion. Soros -si es que existe este personaje- va por libre aunque muy probablemente suscribiria ese plan de NOM aunque es dificil saber qué piensa o pretende ese hombre o qué fines persigue más allá de financiar la Sexta o a Podemos o golpes de estado en Ucrania -según dicen- claro que lo que dicen también forma parte de esa otra agenda que llamamos «propaganda» y ya sabemos que lo que persigue la propaganda es que haya mucha gente que crea algo con independencia de que ese algo sea verdadero o falso: si hay muchos que creen en una mentira, al final de esa mentira surge una verdad. Es por eso que lo mejor es no creer en nada de lo que oigamos y menos en la red.

Primero fue el mito, luego la razón, mas tarde la ciencia y ahora la conspiranoia, es decir la postverdad.

Claro que los medios tradicionales tampoco son de fiar y yo ya he dejado de confiar en casi todo el mundo después de enterarme que el supuesto autor de la masacre de Berlin habia dejado su documentación en el camión y que las autoridades rusas ya sabian -antes de encontrar la caja negra del Tupolev- que no se trataba de un acto terrorista. ¿Cómo lo sabian?

Por cierto y para los que no lo recuerden, el Tupolev que llevaba al coro del ejercito sovietico se dirigía a Siria y fue derribado sobre el mar Negro. Repasen un poco la geografía de la zona y verán qué territorios aéreos cruzó.

No hay una agenda, hay muchas agendas que parecen ser una.

Y sobre todo hay un simulacro universal en manos de los mercaderes del apocalipsis.

Culturas del honor y la dignidad

Recientemente pude ver, casi por casualidad un interesante reportaje que la 4 llevó a cabo en Egipto, más concretamente en el Cairo en su programa «Fuera de cobertura» sobre las micro y macroagresiones que sufren las mujeres en Egipto, sobre todo después de eso que ha venido en llamarse «Primavera árabe» y que más concretamente tuvieron lugar en la plaza Tarhir y que cualquiera de ustedes puede visionar tanto en youtube como en las noticias buscando en google.

Al dia siguiente me encontré de bruces con un post de Pablo Malo acerca de las culturas de la victimización, donde el lector interesado pues encontrar algunas teorizaciones inquietantes para entender este problema que ya había sido descrito por ciertos antropólogos como Peter Frost con el nombre de eva-burlas, el lector interesado puede seguir este concepto en este antiguo post sobre culturas de la vergüenza y culturas de la culpa.

Las periodistas que llevaron a cabo ese reportaje en la 4 y que de alguna manera estuvieron expuestas a estos ataques nos dejaron un documento muy interesante para aquellos que como yo seguimos estos temas y tratamos de explicárnoslos de una manera naturalística y prescindiendo en lo posible de presupuestos ideológicos o políticos. Me quedo con un par de entrevistas que llevaron a cabo, una a un comerciante del centro de El Cairo, en una zapatería y otra a unos adolescentes, de esos que pululan por las calles buscando chicas para intimidar, perseguir, insultar o molestar.

En ambas aparece un mantra inexplicable en la mentalidad occidental: la mayor parte de los hombres opinan que las mujeres se merecen este tipo de acosos debido a que las mujeres provocan a los hombres. Me hizo gracia sobre todo la entrevista que una de estas periodistas le hace a un señor mayor sentados en la zapatería de su propiedad y que lleva a cabo con los brazos desnudos y vistiendo totalmente de occidental. El hombre le dice claramente que «usted yendo vestida así me provoca porque me obliga a mirarla».

Me pareció fascinante, un hallazgo antropológico esencial, algo que aquí en nuestro mundo sería imposible de mantener, incluso de pensar. Los egipcios en su salsa no dudan en hacérnoslo saber. Las mujeres provocan a los hombres solo con mostrarse, es su manera de vestir la que les obliga a «pecar» o a tener malos pensamientos, es por tanto lógico que los hombres acosen a las mujeres «descocadas» incluso a aquellas que vistan de forma ortodoxa pero que se arriesguen a pasear por zonas calientes como ese centro de El Cairo que es un poco como el Harlem de Africa.

Naturalmente la hipótesis del programa era predominantemente de tipo sexista o politico: de lo que se trata -según ellas- es de impedir la vida pública de la mujer, una especie de censura política oculta. La hipótesis del patriarcado no apareció en el programa, pero andaba latente la causa final fe esos hechos: el machismo. El machismo como causa ultima de este tipo de intimidaciones y agravios.

La mujer del Cesar no ha de ser solo honrada, además ha de parecerlo.

El honor es un valor moral que está presente en prácticamente todas las culturas clásicas, no es solamente una cuestión nipona, sino que puede rastrearse en los orígenes grecolatinos de nuestra historia europea. Se trata de una forma de cohesionar las sociedades haciendo recaer sobre los individuos la responsabilidad de sus actos. decir honor es hablar de reputación, un seguro de vida para las transacciones, para los pactos y para los contratos, antes de que hubieran jueces o abogados.

Es por esta razón que las sociedades guiadas por el honor son precisamente aquellas donde el Estado es débil, ha desparecido o no ha podido llegar administrativamente a todos sus rincones. El honor es patrimonio de lo tribal y se regula a través de la vergüenza, caer en el deshonor es una forma de exclusión, de exilio y de marasmo social, nadie puede fiarse de la palabra de un hombre sin honor.

En este sentido el honor de los hombres depende fundamentalmente de su esposa, de sus hijos e hijas y es el hombre el depositario de ese honor que se adjudica a su familia y por lo que es merecedora de respeto y de confianza, un intangible a conservar. Una mujer que desafía el honor de su familia cometiendo adulterio o alguna transgresión relativa a esa cultura debe ser castigada, no por el Estado -demasiado lejano para delegarle ese papel-, y tampoco por sus vecinos sino por el más allegado a ella. es por eso que entre ciertas culturas existen todavía los castigos de honor, donde un hermano casi siempre es el encargado de castigar una hermana díscola.

Y es precisamente esa lejanía la que legitima también la venganza individual. Nada puede quedar sin castigo en una sociedad del desierto, donde las condiciones de vida imponen un divorcio entre el Estado si existiere y la exigencia individual de liquidar las deudas incluso al precio de la sangre. El «Ojo por ojo y diente por diente» es la primitiva forma de justicia que emana de esas culturas. Es así como ciertas culturas y quizá todas consiguieron cohesionar sus respectivas sociedades, junto con las creencias religiosas y una justicia divina en la otra vida si se cumplían -en ésta- las condiciones impuestas por la Ley, que en un principio fue integrista, es decir Dios (lo divino) y la justicia terrena eran la misma cosa.

El problema de las culturas del honor, por más trasnochados que nos parezcan sus presupuestos, no está en ellas mismas sino en su colisión con las culturas de la dignidad.

La cultura de la dignidad.-

Si el honor hay que merecerlo, la dignidad se supone que existe de hecho solo por estar vivo y ser miembro de una determinada comunidad. Más aún: pertenecer a la especie humana por sí mismo nos otorga una dignidad especial con independencia de si somos o no honorables.

La dignidad es un subproducto del cristianismo y la suposición de que todos somos hijos de Dios y de alguna manera, iguales ante su suprema indistinción. Las sociedades otrora guiadas por el honor sufrieron, sobre todo en Europa una transformación lenta a través de los años hasta establecerse hegemónicamente sobre la anterior, de la que aun quedan restos en todos y cada uno de nosotros.

Pero si pudo establecerse una cultura de la dignidad fue gracias al establecimiento de Estados fuertes que administraban la Justicia en nombre de sus súbditos. Ya no hacía falta la venganza personal pues el Estado velaba por nuestros derechos, como pasaron a conocerse a todas y cada una de nuestras obligaciones anteriores. No era ya necesario vengarnos de nuestros ofensores, bastaba con denunciarlos a la policía o llevar los contratos a una audiencia penal o civil.

La dignidad llevaba implicita la idea de la igualdad, de manera que las culturas igualitarias que hoy tenemos al menos en Europa se han desarrollado a partir de la idea cristiana de la dignidad de ser todos hijos de Dios, una idea muy original. Ya no hace falta hacer nada para mantener el honor, basta con ser un buen ciudadano y no delinquir contra el Estado y sus leyes para ser merecedor del honor que en cualquier caso viene colgando de la dignidad humana. Naturalmente esta igualdad se aplica tanto a hombres como a mujeres,  y abarca las distintas razas, religiones, creencias u orientaciones sexuales, ideológicas o políticas. Se trata de la esencia de nuestra forma de gobierno: la democracia, algo incomprensible para una sociedad regulada por el honor como supremo valor moral.

Tolerancia, justicia y democracia son valores de esta idea de la dignidad. Y si la vergüenza es la emoción que regula las interacciones sociales en las culturas del honor, la culpa es la emoción que regula las interacciones en las culturas de la dignidad.

Choque de trenes.-

El problema adviene cuando ambas culturas entran en contacto en eso que ha venido en llamarse multiculturalismo y una de ellas ha de integrarse a la fuerza en la otra. Integrarse o asimilarse es de hecho un problema porque se supone que la distancia o el esfuerzo corresponde a aquel que llega como inmigrante y que lleva esa pesada carga de poseer una cultura «más atrasada», se trata de algo así como una conversión religiosa como imponer la democracia a la fuerza. En realidad la idea de integración supone una negación de las diferencias muy similar a las que castigamos con la idea de «xenofobia, en este caso predominaría la eliminación de las mismas. La diversidad si ha de ser diversa no admite a trámite ningún tipo de integración salvo si se renuncia a las claves identitarias que le sirven de soporte a los individuos concretos. No es de extrañar que los terroristas islámicos en Europa, sean esos que aparecían perfectamente integrados en sus sociedades  y que incluso eran cantantes de rap y que se radicalizan rápidamente por Internet, una forma de decir que estas personas carecían de identidad, pues la integración en una sociedad de la dignidad está demasiado alejada de las tradiciones que sirvieron de soporte  a estas personas en su imaginario, dicho de otra forma no sirve como modelo identitario salvo si se hace voluntariamente. Nadie puede obligar a nadie a integrarse o a seguir una moral impuesta por un tercero. Sus padres y sus abuelos dan fe de que esto solo es posible en apariencia.

El papel que juega lo publico y lo privado en la vida de las personas es también un abismo que separa ambas culturas. Para las mujeres árabes, gitanas y chinas denunciar una agresión doméstica es un deshonor. Y si el honor está por encima de la vida parece lógico que mantenerse fuera de los juzgados sea mejor idea que ir aireando los trapos sucios de nuestros familiares. Para nosotros parece ya un tópico el decir que las agresiones domésticas han de visibilizarse y denunciarse. La idea que preside esta forma de hacer, es que haciendo visibles todas las agresiones estas desaparecerán. Algo que es discutible por cierto.

Las periodistas de TV4 que hicieron el reportaje más arriba citado no conocen estas ideas y simplemente trataban de explicarse ese fenómeno de agresiones a mujeres desde su perspectiva de la dignidad occidental, donde una mujer tiene derecho a vestir como quiera o a pesar por donde le plazca y a las horas que quiera, pero pasaron por alto también un fenómeno interesante y es la deprivación sexual de los hombres de aquella cultura. Un hombre no puede acercarse a una mujer (considerada como de los suyos) si no está comprometido con ella, sólo entonces puede hablarle y pasear con ella, nada de arrumacos ni de cogerse de la mano por la calle. No es de extrañar que ante tanta represión sexual haya tantas micro y macroagresiones. Y tantos suicidios.

Pero ni siquiera el suicidio tiene la misma interpretación en una cultura del honor que entre nosotros.

La vejez, el amor y el tiempo

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Todos los ancianos tienen cara de filósofos, excepto aquellos que se han estirado la cara y ocultan esos surcos que denotan el paso del tiempo. Rostros de muñecos sin mueca alguna de humanidad me recuerdan esas caras de botox.

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Los jóvenes no tienen arrugas ni necesidad de parecer lo que ya son y es por eso que viven de espaldas al tiempo, ajenos a Cronos, no saben que hay un futuro ni tienen, por asi decir pasado, es por eso que ser jóven es vivir de acuerdo con el tiempo interior, ese que siempre falta, ese tiempo al que se niega en un perpetuo «aqui y ahora» donde tanto la enfermedad, la decreptitud y el mal son barridos de la conciencia. Los jóvenes no saben que el tiempo es cíclico, no saben que todo vuelve a aparecer como un karma maldito.

El anciano Saturno, es el arquetipo del tiempo (Cronos) inexorable con su guadaña para todo lo viviente, es el arquetipo de la muerte, de la decadencia, de la autoridad pero tambien del principio del deber, de la sabiduria y del sentido. Saturno es el padre y es la enfermedad, la decrepitud y la tiranía en sus aspectos más negativos. Saturno es oscuro, seco y frío.

El tiempo divide al individuo en dos mitades, el tiempo hechizado, ese al que solo comenzamos a encontrar sentido a partir de los 60, el tiempo repetición, el tiempo ciclico, el tiempo del reloj o de Cronos.

La mayor parte de la gente cree que la muerte es aquello que ocurre al final de la vida. Se trata de un error epistemológico, pues nuestra existencia discurre en el intervalo donde ambos polos de contrarios se reunen una y otra vez, se repelen y se atraen. Hay mucha vida en la muerte y hay mucha muerte en la vida, ambos polos se complementan y se funden en muchas ocasiones a lo largo de una existencia individual. La muerte se manifiesta a través de la enfermedad, el sacrificio, el dolor, las contrariedades y el sufrimiento, la muerte es un No y es tan revitalizante para la vida como un bálsamo de aquellos que nombra Cervantes en su Quijote, -el bálsamo de Fierabrás-, una especie de “curalotodo” reconstituyente a base de vino y romero. La vida a través de la pulsión, del anhelo o del acercamiento y la búsqueda.

La vida ha de estar mezclada con una cierta perturbación para ser una vida plena. Eros no es un subproducto del amor sino de la muerte. El amor es precisamente lo que inventamos para repudiar la muerte (a-mors)

Pues no hay síes sin noes, no hay vida sin muerte aunque sea simbólica o simulacrada porque sin ella es insoportable el peso exitoso de la vida y es imposible renacer a cada instante pues es eso, el instante, lo único que tenemos siendo todo lo demás, pasado y futuro sendas abstracciones que sólo adquieren sentido momento a momento como si tratáramos de momentos magnéticos, de imanes y de fuerzas fisicas.

No hay pues Eros sin Tanatos, amor sin sufrimiento, pecado o transgresión sin virtuosa sublimidad, símbolo sin diábolo.

No es posible decir si, sin decir no, no es posible afirmar nada sin el consenso de un simulacro pactado de antemano, no es posible apartar y ocultar el no y ontologizarlo salvo en una especie de trasmutación neurótica del todo, el No sólo puede blanquearse pero no ocultarse como decia Baudrillard y a costa casi siempre de instalarse en una neurosis, una neurosis epistemológica.

Hay un tiempo para asir y un tiempo para soltar, un tiempo para el apego y otro para el desapego, un tiempo para el placer y otro para la pérdida, un tiempo para el Si y un tiempo para el No, pero no se trata simplemente de una turnicidad entre los opuestos sino que más allá de eso, en cada No hay plegado un Si, en cada pérdida se encuentra plegado un renacimiento, en cada despedida un reencuentro.

No hay risa sin lágrimas.

Pero al anciano le niegan los jóvenes no ya ser un objeto de amor, sino tambien la capacidad de ser sujeto amoroso. Es la soledad o aislamiento del viejo encerrado en esa jaula que le tienden sus próximos y sus herederos. Su aislamiento procede de algo metafisico, el tiempo ha caido encima de él, el tiempo cronológico y se presenta en forma de repetición.Ya no le falta tiempo sino que el tiempo le ha dado de alta.

Y es por eso que el anciano es el único que ha comprendido la naturaleza del amor, pues ya ha fundido en sí los dos polos que le alimentan: Eros y Tanatos en forma de surcos en la cara. Al fin en un mismo abrazo.

El amor ha logrado por fin separarse del sexo y es precisamente entonces cuando entendemos que todo era al fin y al cabo una repetición de lo mismo.