La condición intelectual de los lúcidos que han tenido la oportunidad de vivir en un mundo como el nuestro donde la mayor parte de la población parece no darse cuenta de la ignominia, la mentira, las convenciones sin sentido, los informativos que nos intoxican, la publicidad engañosa, la inversión del sentido comun, el esperpento de las relaciones aun las familiares, las ideas estereotipadas y falsas difundidas hasta la saciedad, las condiciones de vida asesinas, los sinvivires. Los que no alcanzan a contemplar la tragedia y se embriagan tratando de huir sin plantear batalla, los que se rinden y se refugian en paraisos artificiales. Los alienados por la opulencia que han permutado poseer por ser.
No se me ocurre explicar de un modo más fácil qué es un atractor que el recurso del brócoli. Hay algo en el brócoli que atrae al brócoli a crecer del modo que crece , a ser lo que es. La esencia del brócoli es matemática y de éste orden: un conjunto de valores numéricos hacia la cual un sistema tiende a evolucionar, en una amplia variedad de condiciones iniciales del sistema.
El atractor es una condición de la proximidad, de la posibilidad adyacente. Es posible porque unos elementos están cerca de otros. Pero la cosa se complica un poco más cuando en lugar de ser un punto, un segmento o una curva el atractor es un conjunto complicado de estructura fractal. es entonces cuando hablamos de atractor extraño.
Lo que caracteriza un atractor extraño es la incertidumbre: no existe una relación lineal entre el tipo de crianza y sus resultados por ejemplo. Lo que existe es una relación no-lineal es decir caótica, o dicho de otra manera impredecible.
Cualquier sistema vivo se expandirá hacia lo posible adyacente y al hacer eso aumenta la diversidad de lo que puede ocurrir luego. También, que las biosferas maximizan la tasa de exploración de lo posible adyacente porque si se expandieran demasiado rápido podrían destruir su propia organización interna y extinguirse.
Así crecen los partidos políticos: hacia lo posible adyacente.
Vamos a observar a cuatro atractores extraños, les llamaremos Rajoy, Sanchez, Rivera e Iglesias.
Todos son socialdemócratas aunque no lo parezcan, veamos:
El PP y Rajoy es un partido que en teoría es de derechas pero no es verdad del todo a juzgar por el cabreo que tienen los militantes cristianos con él a raíz del lío con el aborto y la ley de plazos de aquella señora Zapateril y para cabreo los de Aznar y su gente de bien. ¿Soberanista? No lo es en absoluto, es más bien un partido europeísta, merkelista al dictado de lo que mande la Europa del Norte y lo que manda la Europa protestante y calvinista es más trabajo y menos vicio, decires incompatibles con los sentires mediterráneos.
El pensamiento Alicia sin duda sigue encarnado en el PSOE, nadie sabe que es lo que defiende el PSOE y es por eso que anda perdiendo votos por su izquierda (su posible adyacente). Un partido que debería haber sido reformista y que sin embargo no ha reformado nada o por lo menos no ha tocado los grandes males de España que son tres: el latrocinio, los altos impuestos y el recibo de la luz.
Lo cierto es que ningún partido de la casta ha sido capaz de explicarnos a los españoles porque las grandes empresas, esas que llaman multinacionales mandan más que los gobiernos, aunque somos conscientes de las colocaciones de rigor a los políticos en riguroso turno de jubilación cuando dejan de gobernar, una especie de retiro dorado aseguran.
El PP también pierde votos por su izquierda, su posible adyacente se llama Ciudadanos y es un partido demasiado pulcro para un país de pecadores como es España: querían hacer un partido sin tener un partido ni implantación local y lo que han hecho es una operación de ingeniería política para manejar a la militancia desde Madrid o desde Barcelona, y es por eso que las maniobras del aparato, como esos militantes de aquí que aparecen allí es un maniobra típica de la casta. Se inflan los censos aquí para que allí gane el que yo quiero que salga. ¿Primarias para qué? Lo decimos pero no lo haremos jamás.
Ciudadanos se la coge con papel de fumar para al final acabar escupiendo en el suelo. No son fiables o mejor dicho son inciertos. Tan inciertos como los demás.
A los que mejor se les ve el plumero es a Podemos. Es cierto que desde Marx no ha habido ninguna teoría política que explique los fenómenos sociales, políticos y económicos mejor que la suya y aunque el marxismo es antinatural lo cierto es que su opuesto el neoliberalismo (que es lo más natural en nuestra especie) es el peor sistema que podríamos adoptar.
De modo que para qué vamos a esconder nuestras intenciones: lo que Podemos quiere es sovietizar España, ya suficientemente fragmentada por las autonomías en origen. Podemos tampoco es un partido sino una especie de magma tumultuario y a eso ahora le llaman populismo, un invento de un argentino que hasta tiene una teoría para explicar qué es el populismo. Laclau se llama por si quereís leerle.
Dicen que un partido así, -populista quiero decir- no puede gobernar por las contradicciones entre sus socios. Pero si ellos gobernaran dejarían de ser populistas y se quitarían la máscara para ser lo que en realidad son : comunistas, (a pesar de que ahora se han definido como socialdemócratas). Y el que se mueva al Gulag.
No cabe duda de que si todos los atractores españoles son socialdemócratas (aunque lo sean de mentirijillas) es por el éxito que las políticas socialdemócratas han tenido en la Europa protestante, otros les llaman moderados, pero moderado significa socialdemócrata para entendernos. Dejo fuera a España, Grecia e Italia, aquí en la Europa del sur parece que lo que mejor funciona es el chanchullo y el batiburrillo, el desorden como generador de orden, el caos, pues de eso va un atractor extraño y a veces las dictaduras cuando las cosas se ponen feas.
La socialdemocracia murió de éxito y murió por dos razones: la crisis económica y la otra crisis, la de los refugiados. Ambas han puesto en evidencia la vulnerabilidad de los regímenes basados en la opulencia y que no es otro sino la gracilidad de sus ideologías compasivas y asistenciales ignorando la sobrecarga fiscal que soportamos, la inflación de los recibos de teleoperadoras y energía y el timo de los oligopolios mas o menos camuflados. Por no hablar de la despoblación de Europa producto de políticas de bienestar y centradas en la mujer y sus derechos que no son otros sino el control de la reproducción de los hombres.
¿Qué es lo que se amplía en ese campo de batalla que representan el capital y el socialismo? ¿Hacia dónde han derivado las guerras entre el individuo y lo colectivo?
Naturalmente el campo de batalla se ha ampliado hacia el territorio del sexo. La guerra es más evidente desde la revolución sexual. ¿Qué revolucionó la revolución sexual?
Visto asi y atendiendo a la etimología, revolución sexual podria ser considerada como un levantamiento de los tabúes, de la represión, un permiso para gozar más de nuestro cuerpo, una guerra que se libró contra los preceptos religiosos que enjaulaban nuestra sexualidad en aburridos matrimonios o en abyectas escapadas al burdel. El amor libre que decían.
Nada de eso ha sucedido y todo parece haber empeorado: nada ha resuelto el enorme problema que representa el hecho de que la mayoria de los hombres están sexualmente deprivados como esos personajes de Houllebecq -como el repugnante y patético Tisserand- que aun es virgen a los cuarenta, los que han llegado tarde a casi todo, que no tuvieron amores adolescentes, que se saltaron etapas fundacionales en su personalidad, que fueron desatendidos por sus atareadas madres o simplemente ninguneados, que se afanaron en lograr un estatus profesional y alcanzar un empleo bien remunerado, un empleo que a fin de cuentas terminará con sus coronarias y con sus últimas esperanzas de encontrar una relación significativa.
Todas las mentes van cuesta abajo y es por eso que el fractal apunta a la extraña idea de que un país de derechas acabe siendo comunista.
Por eso Podemos apela al sentimiento sexy de la vida, en eso tienen razón pues el resto de partidos no son más que beatos comparados con esos tipos de las rastas y de las asaltacapillas.
¿Podremos tener más sexo después del 25-J?
¿Qué diria Marx?
Oponer a la propiedad privada la propiedad general, puede expresarse también en la forma animal que busca oponer al matrimonio, la comunidad de las mujeres. Este es un comunismo tosco e irreflexivo. La envidia general constituida en poder no es sino la forma escondida en que la codicia se establece o se satisface de otra manera“. (Carlos Marx).
O sea que no.
Si quieres conseguir una sociedad fragmentada estratificada libera la sexualidad de sus yugos universales o dicho de otra manera «La igualdad genera paradójicamente más desigualdad».
«Por no hablar de la despoblación de Europa producto de políticas de bienestar y centradas en la mujer y sus derechos que no son otros sino el control de la reproducción de los hombres».
Ahí está la causa de la galopante e inexorable decadencia de Europa -que tiene sus días contados; quizá, incluso, por fin brusco de ciclo tras eventos no lineales-, y por ahí se producirá su hundimiento; al menos de la Europa que conocemos: la Europa poblada por europeos. Pero antes de que se vaya a pique la nave, los náufragos a los que quede energía saltarán para poner a salvo su casa particular. Será el fin de la UE en un sálvese quien pueda, y quizá no esté lejano. En tal porvenir, las muy escasas «políticas de bienestar» que aún queden no podrán evitar lo inevitable y necesario: reproducirse para repoblar por no existir otra alternativa. La numerosa siembra de nuevos árboles tras un devastador incendio es la única posibilidad para que el bosque no perezca y se extinga.
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