La disforia nacional (II)

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Llamamos disforia de género a cierta condición clínica que sucede cuando el sexo anatómico y el cerebral no coinciden en un individuo concreto de tal modo que el individuo -si es un hombre- no se identifica con su sexo anatómico y sostiene subjetivamente que «es una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre». Pero no se trata tan solo de una experiencia subjetiva sino que lleva enredada una conducta de busqueda de cambio de sexo. Asi este tipo de personas se someten a tratamientos hormonales, psicológicos y finalmente quirúrgicos a fin de modificar (amputar) sus genitales y construirse una vagina artificial.

Este tipo de personas pueden mejorar después de la intervención quirúrgica. Es por eso que antes de acometer el tratamiento hay que descartar ciertas patologías psiquátricas que podrian complicar y mucho la evolución a largo plazo de estos pacientes.

A los catalanes les pasa un poco este mismo proceso: no quieren ser españoles -al menos la mitad de ellos- pero resulta que lo son. ¿Puede uno dejar de ser lo que es?

De los transexuales hemos aprendido que se puede hacer aunque es necesaria una cierta preparación pero los resultados no pueden preverse, lo cierto es que no sabemos que clase de disonancia sufren estas personas, aunque sabemos que sufren a consecuencia de ello y que también mejoran con su nueva identidad sexual. También sabemos que no tienen ninguna perturbación psiquiátrica conocida.

Y a los catalanes les pasa lo mismo, no padecen ningún tipo de perturbación psiquiátrica colectiva (que sepamos), lo único que sabemos es que no nos «ajuntan» a nosotros los españoles y eso también produce en nosotros una cierta disforia patriótica.

Pues la disforia no es sino un sentimiento a medio camino entre la ansiedad y la depresión que se caracteriza por irritabilidad, intranquilidad, desazón y desubicación. No es ethos como dice Borrell sino un problema de identidad.

Estamos metidos pues en una disforia patriótica, tanto los catalanes como nosotros.Lo cierto es que no sabemos cual es la causa de la disforia de género y mucho menos de la disforia patriotica pues aun no hemos identificado biológicamente el soporte de esa disonancia. De manera que no podemos hacer otra cosa sino creerles. Si dicen que son mujeres atrapadas en un cuerpo de hombre debe ser verdad.

Y si dicen que no se sienten españoles como Fernando Trueba pues tambien debe ser verdad, aunque semejante afirmación no se puede falsar ni demostrar, es como la existencia de Dios.

Pero sabemos algunas cosas que proceden más de la historia que de la Psicología y los que leyeron el post anterior ya saben a estas horas cuales son los antecedentes-agravios que pueden explicar la situación actual.

Como estamos en clave electoral y hasta el Domingo no veremos los resultados, lo que me gustaria decir en este momento es que las estrategias politicas frentistas, no van a servir para nada, ni los bancos con sus corralitos, ni los empresarios con sus temores, ni la prima de riesgo, ni la Merkel u Obama van a hacer cambiar de idea a esos catalanes que van a votar «Junts per el si» el día 27. Y lo harán a sabiendas de que el dia 28 no será independientes, ni el año próximo tampoco. De ahi la paradoja:

«Votaré independencia a sabiendas de que no seremos independientes».

Porque lo que no puede ser no puede ser.

¿Qué lectura podemos hacer de esta paradoja democrática?¿Como hay que leer esta especie de órdago catalán? ¿Alguien vota sabiendo que va a perder?

De lo que se trata, efectivamente es de darles-darnos en las narices.

Pero el gobierno español y los medios de comunicación afines tambien se han equivocado de estrategia movidos por el vertigo disfórico y el ridiculo internacional que se avecina, ¿pero si la independencia es imposible a qué vienen tantas amenazas de supuestos escenarios que nunca se darán?.

Tal y como dice Arcadi Espada, se trata de una torpe estrategia que ha terminado por instalar en lo real (antes sólo estuvo en lo imaginario) la posibilidad de la independencia.

Pero seamos fieles a la verdad y prosigamos con nuestro análisis psicológico-disfórico del caso catalán:

-Cataluña es rica, España es pobre (exceptuando Madrid y las Vascongadas)

-Cataluña es innovadora, España rutinaria.

-Cataluña es culta, España inculta.

-Cataluña es industriosa, España agrícola y de secano.

-Cataluña no tiene hacienda propia el Pais vasco y Navarra sí.

-Barcelona es cosmopolita y con un urbanismo bello, Madrid es provinciano y polvoriento, al decir del archiduque Carlos que eligió Barcelona como sede de su corte.

-Madrid es el centro pero no tiene puerto.

Casi que de lo anterior se podría proponer que Barcelona fuera la capital de España e instalar alli la corte como hizo por cierto el archiduque Carlos que no fue nada bien recibido en Madrid.

Dicho de otra forma: las diferencias en España entre comunidades son muy notorias. España se caracteriza por su desigualdad e invertebración. No es lo mismo vivir en Barcelona que en Almeria o dicho de otra manera: el centralismo no ha sido nada bueno ni para la periferia ni para el resto de España.

La solución a este dilema es la reforma de la Constitución y dar un paso decidido hacia el federalismo no para contentar a los catalanes sino a los espeñoles en su conjunto. No sólo existen bolsas de descontento ciudadano en Cataluña sino tambien en la Comunidad valenciana de cuyo caso particular hablaré en mi próximo post.

Qué es el federalismo.-

El federalismo es un sistema politico que es el opuesto al jacobino o centralizado y se inventó para proteger a las minorias, que casi siempre son barridas por la democracia, por el rodillo democrático que privilegia a las mayorias frente a las minorias.

Aqui hay un articulo muy bueno de Roger Senserich sobre este asunto y que recomiendo encarecidamente leer para entender que en nuestro pais aunque la estructura de las Autonomias es cuasifederal existen no pocas instituciones que no lo son, y que en puridad son democráticas esto es no-federales.

El ejemplo más notorio es el Tribunal Constitucional (TC) tan amiguete de los politicos de turno que nadie puede creerse su independencia. El TC es muy democrático pues es designado por las mayorias en el Parlamento pero no defiende a las minorias, por lo que no es federal. En realidad un tribunal de estas caracteristicas no debe responder a un reparto de cargos democráticos beneficiando a las mayorias sino responder a criterios profesionales de elección siempre con la mirada puesta en las minorías.

La otra clave para entender el funcionamiento no-federal de nuestras autonomias es el problema de la financiación de las comunidades. Se trata de un criterio tambien democrático, el Gobierno vencedor es quien impone a las comunidades el dinero que han de percibir, lo que deja sin efectos la autonomia que un sistema federal garantizaría.

No queda otra más que federalizar una vez ya descontadas las intentonas de Cataluña de catalanizar España. La ultima se zanjó en un fracaso sonoro. ¿Recordais la operación Roca?

Los españoles no le creyeron y apostaron (grave error) por Adolfo Suarez y su CDS. España siguió atrasada e inculta y Cataluña siguió engordando en su decepción de influir en el resto de España.

Y de ahi la disforia.

Y será para bien, porque España y sus gobernantes tendrán que ponerse las pilas y avanzar en la invención de un Estado nuevo y moderno e innovar instituciones y suprimir lo obsoleto, no es posible tener un pais a tres velocidades, y tendrán que hacerlo porque la disforia no parará de crecer y habrá complicaciones incluso psiquiátricas sino no intervenimos con cirugía mayor.

¿Qué sucederá cuando el 80% de la población de Cataluña sea independentista?