El metodo finlandés

acoso-escolar

Tal y como prometí en este post, es hora ya de dar algunas indicaciones para sortear eso que llamamos mobbing (en el entorno del trabajo), pero también bullyling (en el entorno escolar) o acoso a secas (familiar, de pareja) cuando no estamos en entornos laborales ni escolares.

He pensado mucho en este tema sobre todo desde que me enteré de este suceso donde una adolescente se suicidó por haber sido acosada por uno o unos compañeros del colegio. No es el primer caso que sucede en España pero es cierto que este tipo de noticias me resultan escalofriantes, no tanto por el acoso en sí que parece que es la norma en las escuelas de hoy, sino por la escasa respuesta que este tipo de conductas tienen en la administración, en los profesores y sobre todo en los compañeros de esas víctimas propiciatorias de la maldad ajena, poca resonancia emocional y mucha frialdad administrativa. Todos parecen mirar hacia otro lado y no parece que denunciar estos casos a la dirección de los centros sirva para nada, pues los centros educativos han de garantizar en cualquier caso la escolarización de los acosadores. recordemos que en España la educación es obligatoria y el traslado a otro centro en época de exámenes es algo así como un «pecado mortal» educativo. La burocracia administrativa educativa es inextricable. Otra vez ganan los malos.

En realidad el mito generalizado entre profesores y educadores es que las víctimas, como también sucede en el mobbing son las culpables de no saber como quitarse de encima al acosador. Es como si se les acusara (sin decirlo) de una «debilidad», de un no saber defenderse por sí misma. Así la víctima tiene sobre sí un doble estigma: el de ser víctima de un acoso insidioso y sistematizado y una especie de vacío que se crea a su alrededor y que le cuelga además otros sambenito: la supuesta debilidad de carácter.

Los que leyeron mi anterior post sobre el mobbing ya deben saber a estas horas que en el tema del acoso no hay solo dos agentes implicados (el acosador y su víctima) sino los testigos inocentes. Y que todos podemos llegar a ser a convertirnos en espectadores inocentes, del mismo modo que podemos llegar a convertirnos en víctimas o en acosadores, solo tenemos que tener en mente el experimento Milgram.

Que habla de la obediencia a la autoridad, hay que recordar que en el patio de un colegio, la autoridad es del más malo, del más fuerte, de aquel que impone su ley, sobre todo en entornos progresistas. Profesores tolerantes y progresistas engendran «gallitos de pelea» en el patio. Es así.

Un testigo inocente es aquel que sabe lo que está sucediendo pues pertenece al mismo entorno en el que acosador y víctima llevan su juego de depredación y que no hacen nada, miran hacia otro lado o ríen las gracias del acosador a fin de ganarse su favor y que se concentre en ese «chivo expiatorio» y no en ellos.

Lo mismo sucede con la corrupción política: el inmenso grupo de espectadores inocentes que saben lo que sucede y no hacen nada es un fenómeno demasiado importante para dejarlo pasar como intrascendente. Hay una inmensa masa critica de personas que saben lo que sucede y callan. Una especie de omertá  o ley del silencio recorre todas las instituciones del Estado, desde los colegios, los entornos laborales o la administración publica.

El problema tal y como yo lo veo es la linea que separa al chivato del colaborador inconsciente. Ni en el colegio, ni en el trabajo nadie quiere ser considerado un «chivato». El chivato es detectado con rapidez por los compañeros y sometido a su vez a un mobbing moral. nadie quiere tener al lado a un chivato, pero ¿cómo discriminar a un chivato de una persona honrada que no tolera que se cometan atropellos en su presencia?

El chivato es un aliado del poder, esa es la diferencia. Pero en un colegio el poder no está en el profesorado sino en el gallito de pelea, en el patio. Es por eso que los silencios de los espectadores inocentes benefician siempre a los acosadores (son chivatos que callan) y de pasada también a los profesores que «no se meten en líos» si las denuncias no se formalizan en papeles.

Pero en Finlandia han resuelto el problema en una especie de programa destinado a liquidar este asunto o al menos disminuir su frecuencia, intensidad y dramatismo. De lo que se trata no es de focalizar el problema en la víctima (algo que aumentaría su estigmatización) ni en el acosador que puede dejar de acosar a unos para acosar a otros más débiles o bien puede delegar su acoso en otro imitador sino focalizar la atención en los espectadores inocentes.

En este articulo podemos leer gran parte de la doctrina que lleva consigo este programa llamado KiVa e implantado ya en el 90% de los colegios de aquel país. Los profesores enseñan qué es el acoso en clase a través de una serie de enseñanzas destinadas sobre todo a sensibilizar a los espectadores inocentes a fin de que dejen de serlo. Sin espectadores no hay agresión, esa es la clave del asunto.

Si no hay risa, no hay refuerzo y el acosador no tiene incentivos, pues el incentivo del acosador no procede tanto del sadismo sino de imponerse a los demás a fin de que le reconozcan como tal.

Muerto el perro se acabó la rabia.

Y sin embargo en España seguimos contándonos cuentos con mucha ideología:

Pasen y vean

¿Cómo saber si soy pobre o rico?

pobres

Ahora que ha ganado la izquierda casi en toda España. me refiero a la España urbana porque la otra, la rural sigue siendo conservadora y por tanto bipartidista, asi para entendernos. Ahora, digo es el momento de saber si somos ricos o pobres.

Asi que os propongo realizar este test que apareció en El Pais el otro dia. Una aplicación que nos viene de manos de la OCDE o sea..

Lo curioso de esta app es que mide la opinión que tenemos sobre nosotros mismos, en realidad todos nosotros nos consideramos más pobres de lo que somos estadísticamente. Es por eso que la aplicación sale al rescate para ponernos en nuestro lugar y decirnos nuestra posición en esa pirámide de ricos y pobres.

Primero nos pregunta cuantas personas comparten con nosotros nuestro hogar, y luego nos pide nuestros ingresos, luego ya nos pide opiniones sobre nuestra posición en esa supuesta pirámide de riqueza o pobreza. Y solemos equivocarnos. Haga usted la prueba.

Pero hay al menos dos grandes errores en esa apreciación, la primera es que los ingresos por sí mismos no dicen nada del estado economico de una familia. Porque el error más gordo es considerar que los individuos ganan dinero y lo gastan en sí mismos. Dicho de otra manera no se tienen en cuenta a los parientes que cuelgan de nosotros. La familia ha perdido peso en el imaginario de los economistas.

Una persona puede ganar 4000 euros al mes, y tener dos hijos en la Universidad, una esposa que no trabaja y varios ancianos que de alguna forma dependen de él. Ese no es un rico, sino un pringado de clase media, por más que sus ingresos nos lleven al error.

Y existe tambien el caso contrario, imagine usted a una pareja de médicos jóvenes que ganan entre los dos 6000 euros que no tienen hijos ni cargas familiares. Esos son ricos a pesar de que individualmente ganen menos que el caso anterior.

Me llama mucho la atención que en este tipo de programitas no se considere para nada a la unidad familiar, es como si la gente viviera sola, aislada, sin compromisos con la generación de sus padres, como si no tuvieran hijos ni tuvieran obligaciones para con su familia.

Es como si, se negara la mayor: que la mayor parte de los ciudadanos viven en familia, con hijos en paro, a los que mantienen o con hijos emigrantes a los que hay que socorrer de vez en cuando. Es como si los economistas estuvieran pensando en singles, en mujeres que viven solas y que se ganan la vida por sí mismas. Esa es la razón por la que no nos ponemos de acuerdo en quienes son ricos y quienes son pobres. Peor aun: no nos ponemos de acuerdo en quienes son esa clase media menguante que está siendo empobrecida por impuestos y pensiones cada vez más exigüas.

Y luego están las élites (las clases medias enriquecidas o los ricos de cuna): es interesante ver en la app, la situación piramidal de las élites y como salen los números respecto a su frecuencia en nuestro pais. Lo que no se dice en ningun lado es que los ricos solo tienen un destino: dejar de serlo en las siguientes generaciones.

Los nietos de un rico tienen las mismas posibilidades de ser clase media que usted o que yo, de manera que no hay que fiarlo todo a socavar su patrimonio. Y lo peor: los ricos tienen menos hijos que los pobres, la situación inversa que dio lugar a la revolución industrial en Inglaterra.

Siempre me ha parecido que esa dialéctica entre pobres y ricos que siempre sale en las campañas electorales es pura demagogia. Según esa cuenta todos somos ricos, para ser pobre habria que ser un paria, un homeless, pero esos ni votan, ni seguramente están empadronados.

¿Qué es un pobre?

Si vivimos en una democracia y hay más pobres que ricos (luego más votos pobres),¿por qué se mantiene un sistema que beneficia a los ricos? 

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Recientemente un amigo y colega mío publicó este tuit en su cuenta de tuiter y me hizo mucha gracia tanto por la pregunta en sí como por los comentarios que recibió la misma.

Acababa de leer un interesante articulo sobre la estupidez y quizá por eso relacioné inmediatamente esas respuestas con lo que había leído y me propuse escribir un post sobre esta cuestión que reconozco yo también me planteé cuando era un joven ingenuo y creía que el mundo se rige por criterios lineales y la causalidad -del mismo signo- puede explicar las cuestiones complejas.

Una de estas perlas: «Los pobres proyectan su deseo de ser ricos, votando a partidos de ricos».

Y es una perla porque el comentarista presupone que sabe que es un pobre y otra cosa más: que hay partidos de pobres y partidos de ricos. Y está claro de que en España el partido de los ricos es el PP, ¿pero entonces porqué los pobres y aun, los obreros votan a este partido de ricos?

Se lo preguntaré a un pobre. Pero antes definamos qué es un pobre, cosa nada fácil porque no todos los pobres son igual de pobres, están los parias, los homeless, los marginales. La pobreza no debe confundirse con la miseria que es dónde apunta esta definición de la wiki:

La pobreza es la situación o condición socioeconómica de la población que no puede acceder o carece de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas que permiten un adecuado nivel y calidad de vida tales como la alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria o el acceso al agua potable.

Dicho de otra manera, aunque creamos que sabemos de qué hablamos cuando hablamos de pobres, lo cierto es que se trata de una categoria difusa que se usa en clave politica para describir y agrupar situaciones diversas y muy diferentes entre sí a las que no son ajenas el empobrecimiento causado por el paro, las deudas o el consumo de drogas entre otros factores asociados.

Muchas veces ser pobre (o rico) son categorias subjetivas que tienen más que ver con la comparación que uno hace de lo que tiene con lo que tuvo o su entorno consume y se le niega.

La manera más segura de definir la pobreza está relacionada con los valores. Más abajo los veremos.

Historia de O.

O es un inmigrante ucraniano que vive entre nosotros desde hace ya 15 años, no habla muy bien el castellano, pero se instaló en un pueblo de la provincia de Castellón con su mujer y sus dos hijos. Vive en la actualidad en una masía en el campo por la que no paga ningún alquiler puesto que llegó a un acuerdo con el propietario de la finca para que viviera allí y evitar que la finca estuviera sola y desprotegida.

No paga ni agua, ni luz, ni alquiler alguno, tiene una pequeña huerta para cultivar allí sus verduras, un corral con gallinas y conejos que le proporcionan huevos y carne. Además O, era fontanero en Ucrania y ha conseguido empalmar algunos trabajos reglados antes de que llegara la crisis en el boom de la construcción pero en la actualidad está en paro y ya ha agotado su tiempo, ahora solo percibe 400 euros, pero O sigue haciendo chapuzas a domicilio, y de vez en cuando consigue algunos trabajos discontinuos en negro, claro.

Su mujer se dedica a limpiar casas y está superempleada. Se pasa el día de aquí para allá, tienen un coche cada uno e Internet en la masía. Por supuesto tienen ambos un smartphone.

¿Como sabemos que O es pobre?

Bueno, es obvio que O es un trabajador, con poquísima formación que sirve para hacer trabajos poco exigentes y de la manera que aprendió en Ucrania, un poco a salto de mata. Un trabajador poco cualificado por así decir.

Lo cierto es que más allá de los ingresos que consigue O y que suele ser la medida con la que algunos miden la pobreza (tantos euros al año), lo cierto es que un pobre -siguiendo ciertas ideas que he leído en alguna parte a Gregory Clarck – es el que tiene valores de pobre:

1.- Poca alfabetización.

2.- Poca inversión en la educación de sus hijos.

3.- Sin ninguna tradición de ahorro.

O, y su esposa gastan todo lo que tienen en bienes materiales, caprichos, ropa y sobre todo en viajar a su país de origen donde planean construirse una casa. Divididos entre la nostalgia de la familia de allá y la de acá tienen muy poca fe en el futuro. Nunca saldrán de pobres porque no participan de los valores de la clase media (ahorro, propiedad y alfabetización) y sus hijos serán igual de pobres que ellos.

¿Pero lo son?

Lo cierto es que no disponemos de ninguna medida cuantitativa para determinar quién es pobre y quién no. La palabra «pobre» como la palabra «rico» están bastante vacías al menos en el centro de la campana de Gauss donde nos concentramos la mayor parte de la población. Lo unico cierto es que la clase media se ha empobrecido en los ultimos años si bien aun no podemos considerarnos -la mayor parte de nosotros- como pobres. Y es verdad que no lo somos pues nuestros valores son valores de clase media.

¿Y a quien creen ustedes que vota O?

Pues al PP naturalmente, ellos vienen de un país comunista y aquí son ricos, como suelen decirles sus familiares ucranianos que les visitan casi todos los veranos en la masía donde por cierto ya han dejado de cultivar la huerta y de criar gallinas, pues tal y como dicen y puede que tengan razón, en el supermercado es más barato.

De manera que la respuesta a la pregunta que encabeza este post por mi parte seria esta:

No trates de explicar la complejidad social con un argumento lineal tan pobre como ese y no confundas a los partidos con las élites.

Son las elites extractivas las que empobrecen el país y no los partidos y además las élites son transversles.

Están en todos lados.

Bibliografía.-

Carlos Cipolla. Las leyes fundamentales de la estupidez humana

¿Qué hacemos con el mobbing?

mobbing

No bastan las buenas intenciones hay que ir más lejos, saber más.

El señor miró complacido a Abel y su ofrenda pero vió con desagrado la de Cain. Cain se encolerizó y su rostro se descompuso. El Señor le dijo:¿Por qué te sientes malhumorado y vas con la cabeza baja?. Si obraras bien ¿no alzarías la cabeza?, en cambio si obras mal el pecado está en tu casa y te acosa sin que puedas contenerle. (Genesis 4.17)

No cabe duda que el primer acosador del que tenemos noticia fue Dios, vale la pena recordar este capítulo del Génesis que cito para observar como el favoritismo con el que Dios distinguió a Abel fue el detonante del primer crimen cainita de la humanidad, al tiempo que señala hacial Caín haciendole responsable -por su pecado- de su propio favoritismo. No sabemos por qué Dios prefería a Abel, lo que si sabemos es que los dones con que Caín trataba de ganarse sus favores no dieron ningún resultado.

Y este post pretende en primer lugar señalar qué es y qué no es mobbing (en adelante acoso) y dotar al lector de algunas estrategias sobre como hacerle frente.

En primer lugar hemos de separar algunos conceptos; el maltrato o abuso no es mobbing, a veces forma parte de la explotación de las personas sea en el ámbito laboral o cualquier otro entorno, Y para un psicólogo que recibe casos en su consulta resulta imprescindible separar el mobbing de dos cosas: la simulación y la querulancia paranoide, ambas llevan consigo ganancias visibles y no voy a referirme a ellas. Voy a referirme pues al acoso verdadero, algo que existe aunque sea muy difícil de demostrar en un tribunal de justicia, sobre todo en nuestro país con un derecho demasiado garantista en comparación con el mundo anglosajón, donde los indicios suelen tener peso de prueba.

Una definición operativa:

Según Heinz Lehman es el fenómeno en que una persona o grupo de personas ejercen una violencia psicológica extrema, sistemática y recurrente -al menos de una vez por semana- y durante un tiempo prolongado de no menos de seis meses, sobre otra en el lugar de trabajo, con la finalidad de destruir las redes de comunicación de la victima, socavar su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr finalmente que esa persona acabe abandonando el lugar de trabajo, bien sea por propia voluntad o por prescripción médica.

Dicho de otra manera, el fenómeno es muy parecido a la violencia que se ejerce en el ámbito conyugal o en la pareja, si bien los objetivos no son los mismos. En la pareja lo que se busca es la sumisión y la dependencia extrema usualmente de la mujer hacia el hombre.El acoso sexual, conocido informalmente como «luz de gas» es una variante del mobbing y no voy a referirme a él en este post.

El acoso ha de ser constante, insidioso y mantenido en el tiempo. El objetivo del acoso laboral suele ser lograr que la víctima abandone su puesto de trabajo o arroje la toalla y ceda ante las pretensiones de sus superiores, algo que se logra a través de varios mecanismos, el descrédito, la divulgación de rumores, la intimidación, la intrusión en la intimidad de la victima, el muy español «ninguneo», el traslado obligatorio de despachos bajo el pretexto de reestructraciones funcionales o los sabotajes a la tarea que la victima tiene encomendada.

Lo interesante es que el acoso no siempre procede de un acosador directo, en ocasiones es la propia institución o empresa la que por su propia perversidad tiene una estructura que facilita el acoso individual, el solapamiento de funciones es una de estas perversidades junto con los guiones no escritos y que se encuentran alejados de los objetivos a cumplir.

Un ejemplo de lo que trato de decir con esta idea de los guiones no escritos:

Una empresa A decide contratar un gerente profesional para abaratar costes, esta empresa A tiene un proveedor que es la empresa B pero resulta que algunos de los accionistas de A están tambien en B, y estos accionistas pueden obetener ventajas de suministrar equipos a la empresa A, lo que pierden en un sitio lo ganan en otro. Pero el gerente G fue contratado precisamente para abaratar los costes pero no contaba con que hay una variable oculta, naturalmente todos los esfuerzos que lleve a cabo para mejorar su gestión serán rotulados por esos accionistas como malapraxis o maldad.

En un post anterior ya escribí sobre esta cuestión de la perversión en las organizaciones, de modo que no voy a referirme a ellas. Sólo quiero ahora recordar dos ideas: los jefes suelen rodearse siempre de personas dóciles a las que puedan controlar y obtener información (chivatazos) con independencia de su relevancia profesional, y otra:; la mayor parte de acosadores no son jefes supremos sino mandos intermedios o capataces.

¿Quien es el acosado?.-

El mobbing es un concepto etológico no psicológico y por tanto el mejor instrumento de análisis es la teoría sistémica, pues es todo el sistema el que conspira contra la víctima como más abajo se verá. Y hace referencia a una coalición de individuos que forman una alianza provisional para arrebatar el poder a ciertos machos que obtienen prebendas de la manada. Fueron los etólogos los primeros en describir estas alianzas siniestras donde de lo que se trata es de arrebatarle a alguien su poder o bien una venganza del grupo frente a un líder irresponsable. Pero hay otras acepciones de esta conducta de acoso: ciertos etólogos observaron que si de una manada de cebras elegimos al azar a algunas y las marcamos con una cruz negra en el vientre, serán más susceptibles de ser devoradas por una fiera o un depredador. Significa que en esencia el mobbing está relacionado con la percepción de una diferencia, no es que los depredadores prefieran a las cebras con cruces en la barriga sino que sus compañeros de la manada estarán mas dispuestos a sacrificar a las diferentes en el caso de un ataque.

No importa si las diferencias son por arriba (una mayor inteligencia o brillantez) o por abajo (ser gordo, feo, o albino) lo que interesa saber en este momento es que todos podemos convertirnos en victimas del acoso, aunque los que más riesgo tienen son aquellos a los que sus compañeros han identificado como diferentes, a veces por una cuestión tan trivial como «no ir a tomar café con todo el grupo».

De modo que todos podemos ser victimas de acoso pero también podemos convertirnos en acosadores o al menos en espectadores inocentes.

Condiciones para que podamos hablar de acoso.-

1.-Relación asimetrica.- Tiene que existir una relación de poder, rango o posición dentro de una organización. El acoso entre iguales es posible pero poco frecuente, hablamos entonces de maltrato. Sin embargo en algunas organizaciones donde las jerarquias son difusas o son permeables, cambiantes o ambigüas tambien es posible que un empleado acose sutilmente a su jefe por ejemplo no pasándole información o «ninguneándole», es decir no reconociendo o negando la jerarquía.

2.-La víctima no puede escapar del campo.- Es decir no puede irse salvo perdiendo dinero o reputación, de modo que la cosa cambia segun las leyes laborales. El acoso en la empresa privada está sometido a leyes bien distintas a las que regulan a los funcionarios por ejemplo. Un funcionario es muy dificil de despedir pero un empleado privado puede irse por propia voluntad o bien cobrando una indemnización, pero hay otros factores que pueden influir sobre la no-escapatoria del campo de acoso y dependerá en cualquier caso de su espacio relacional y de otros conflictos solapados con el acoso.

Sobre los  errores más frecuentes que suele cometer el acosado y algunos consejos para escapar del acoso volveré en el próximo post.

¿Crimenes moralistas?

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Segun los psicólogos evolucionistas hay dos tipos de violencia, una reactiva y otra proactiva. Aqui hay un buen artículo para comprender mejor estas diferencias.

Pero hay otras formas de verlo tal y como podemos ver en este artículo de Michael Shermer, que lleva por título ¿Es el terrorismo una forma de justicia privada?. La tesis sorprendente de este artículo es que el terrorista no es un ser amoral ni inmoral sino todo lo contrario. Es posible hablar pues de que existen crímenes que proceden no tanto de lo que nosotros entendemos como psicopatía, -un término que suele asociarse a la maldad (ignorando que la maldad es un término moral)- sino que suceden por un exceso de moralización.

Y no cabe duda de que la principal factoría -aunque no la única como ya conté en este post– de normas y preceptos morales son las religiones, más concretamente las monoteistas.

El sentimiento innato de justicia.-

Franz de Waal es un primatólogo y etólogo holandés que es famoso en el mundo de la ciencia y la divulgación por sus estudios sobre la agresión, moralidad y alianzas entre macacos. En este divertido video experimenta con capuchinos e intenta demostrar que el sentido de la justicia es innato al menos entre los simios.

No cabe ninguna duda de que el sentido de la justicia es una parte de los sentimientos morales que evolucionó junto con otras emociones con el objetivo de detectar a los tramposos y castigarles. Es interesante señalar que todos tenemos un sentimiento acerca de lo que es justo o injusto (de forma real o equivocada) y que este sentimiento está muy relacionado con la comparación que hacemos sobre lo que reciben los demás y lo que recibimos nosotros, tal y como podemos ver en el video de los capuchinos. Es interesante recordar que el sentimiento de justicia es profundamente egoista y que se activa solo si somos nosotros los que salimos perdiendo en la comparación y permanece inactivo si somos nosotros los ganadores en el reparto.

Algo asi sucede en el juego del ultimátum.

En el juego del ultimátum, en el que a una persona se le da una cantidad de dinero que debe compartir con otra persona, con la condición de que si la oferta es aceptada pueden quedarse con el dinero, pero si la oferta es rechazada no se obtiene nada.

Está demostrado que estamos dispuestos  a pagar el 30 por ciento para castigar a quien no coopera. Esto se llama el castigo moralista.

Donald Black sostiene que sólo el 10% de los homicidios son producidos por rapiña como los que suceden en un robo o hurto, dicho de otra manera: los homicidios que se cometen por incentivos económicos directos son una minoria. El otro 90 por ciento son moralistas, una forma de pena capital en el que los autores son jueces y verdugos de una víctima que perciben que les han hecho daño de alguna manera y son merecedores de la pena de muerte. Ejemplos inquietantes:

Un hombre que «mató a su esposa después de que ella» se atreviera a llevarle la contraria en una discusión,» una mujer que «mató a su marido durante una pelea en la que el hombre golpeó a su hija,» un hombre que «mató a su hermano durante una acalorada discusión sobre los escarceos sexuales de este último hacia sus hermanas menores», «una mujer que» mató a su 21 años de edad, hijo, porque él había sido «tonteando con los homosexuales y las drogas ‘», por no hablar de las discusiones de tráfico, etc.

Dicho en otras palabras: la mayor parte de los homicidios se cometen durante situaciones de ira, situaciones comunes y banales, donde los individuos parecen no tener control sobre sus emociones pero que paradojicamente se perpetran siguiendo una siniestra inspiración de que el «otro» -la victima- se lo merecía. Y dónde el agresor no tiene nada que ganar.

De la venganza privada a la Justicia del Estado.-

Es un fenómeno relativamente nuevo el que el Estado mantenga la exclusiva sobre las penas y castigos a los delincuentes o tramposos.

Después de la Edad Media, la venganza privada fue sustituida en su mayor parte por la justicia penal, una justicia garantista que ha de velar necesariamente por los derechos del reo.

¿Pero qué sucede cuando la gente no confía en el sistema penal o creen que esta justicia está sesgada en favor del ofensor?

Es lo que sucede cuando las personas viven en sociedades tribales, en Estados débiles con gobiernos corruptos o se trata de comunidades apátridas que toman la justicia por su cuenta.

El terrorismo es una de esas actividades, Black  argumenta en un artículo de 2004 en Teoría Sociológica titulado «La Geometría del terrorismo,» que es una forma de auto-justicia cuyos motivos dependerán del grupo terrorista en particular. Estos van desde el marxismo revolucionario en la década de 1970 hasta el terrorismo apocalíptico del Islam de hoy (conocido como ISIS), que no es un estado en absoluto, sino una confederación de yihadistas.

La gente de izquierdas al menos en nuestro pais son bastante comprensivos con el fenómeno terrorista islámico que niegan e interpretan desde unprisma politico: una especie de conspiración norteamericana de espias y CIAs y que minimizan o justifican por los lastres del colonialismo. Se niegan a verlo como lo que es: una forma religiosa de moralización obligatoria.

¿No seria absurdo decir que la matanza del dia de San Bartolomé que enfrentó a protestantes y católicos durante la Reforma protestante no tuvo nada que ver con la religión?

No menos absurda es la creencia de que los yihadistas son agitadores políticos seculares disfrazados. Lo que realmente quiere ISIS,  es volver a una civilización del siglo VII y a su entorno jurídico, y en última instancia a provocar el apocalipsis.

De manera que liquidar el asunto diciendo que aquello que no entendemos es una cuestión de psicopatía (psicologizar el problema) es una forma de blanquear la verdad ocultándola y haciendola opaca a la mirada del lector informado, atento y sagaz que no tiene ningún sentimientos de culpa por lo que hicieron otros y en otro momento de la historia.

Más concretamente, el terrorismo no procede del colonialismo, lo que aprendimos algunos de este periodo de la historia es que los valores democráticos empastan mal con ciertas sociedades que mantienen una cohesión tribal a través de una coacción religiosa más o menos aceptada individualmente.

La evolución de las instituciones que dan lugar al bienestar y la libertad no han ido todas al mismo tiempo como ya comenté en este post. Los musulmanes tendrán que hacer su propio proceso de secularización si quieren integrarse en el mundo del siglo XXI