La forma de organización más antigua de la que tenemos noticia es el clan, formado por unos 150 individuos -casi todos emparentados entre si- cazadores-recolectores que se desplazaban continuamente dejando tras de sí territorios esquilmados, nuestros antecesores ancestrales se organizaban sin autoridad, compartian todo, el reparto del trabajo y la cooperación era la regla. ¿Cómo se llevó a cabo la transformación de este diseño de clan en tribu, parece que esta bastante claro leyendo el libro de Fukuyama y el más reciente y en español de Nicholas Wade (Una herencia incómoda).
La tribu es una organización de superior complejidad al clan y supone una población mas sedentaria que ocupa un espacio bien delimitado que compite, a su vez con otras tribus vecinas separadas por el bosque, el desierto o la selva. La actividad más corriente de la tribu es la guerra, una guerra discontinua pero perpetua con las otras tribus y compitiendo por los recursos, la tierra o las mujeres. Tal y como ha señalado Napoleon Chagnon los hombres primitivos no eran tan pacíficos como nos los pintaron los exégetas del «Buen Salvaje».
Lo que define a este estadío de la tribu son las fronteras idiomáticas (cada tribu tiene su propio idioma), la desconfianza hacia el vecino, el nepotismo hacia lo propio, siendo la religión y el parentesco los factores que cohesionan las mismas. Lógicamente la desconfianza no construye carreteras y por tanto los intercambios culturales entre tribus o el comercio no pueden darse en este tipo de organizaciones pero sí la rapiña y el rapto.
Nueva Guinea contabilizaba 1500 tribus en su territorio a la llegada de los primeros colonizadores. Estos señalaron la evidencia de la imposibilidad de que estas tribus se organizaran en una organización política superior o más compleja, simplemente no se entendían entre ellos y la desconfianza guiaba sus relaciones inevitables en tan poco espacio de tierra. Las diferentes lenguas operaban como accidentes geográficos e impulsaban la barrera entre estos primeros pobladores tribales, de lo que se extrae una consecuencia muy clara: tal y como sucede en el mito hebreo de Babel, Dios inventó las lenguas para dividir y confundir a los hombres, operando como una barrera genética entre poblaciones, como un río, un mar, o una cadena montañosa. La consecuencia es el aislamiento. La solución fue, otra vez la guerra. Unificar es guerrear, no se conoce ninguna sociedad que se haya unificado espontánea o voluntariamente.
Algo bien diferente sucedió entre los judíos, no necesitaron ser colonizados: Abraham consiguió cohesionar las tribus nómadas dedicadas al pastoreo precisamente a través de la religión. Yahvé logró unificar tribus aisladas y convertirlas en un «pueblo», elegido por El mismo aunque la guerra no está ausente de esta unificación si leemos el Antiguo Testamento. Por contra los árabes de oriente medio nunca llegaron a alcanzar lo que entendemos como un Estado centralizado: la tribu sobrevive aun en aquellos lugares donde hay Estados formales.
La diferencia que existe entre un Estado formal y lo tribal es el uso que se hace de la justicia o por decirlo en términos más individuales, la venganza privada. Allí donde no hay Estado las tribus imparten su propia justicia castigando -como se hace en todas las sociedades- a los transgresores, pero de una forma un poco distinta a como nos la imaginamos nosotros: son los propios familiares los que tienen a cargo la ejecución del castigo de su pariente díscolo. La consecuencia inmediata de esta forma de impartir justicia es que no hace falta guardar rencor a aquellos que deberían aplicar el castigo. Cuando alguien ofende a la tribu, o causa daños a alguien de la misma todo queda en familia, es ahí donde se lavan los trapos sucios.
Las sociedades avanzadas -centralizadas en forma de Estado- se distinguen por el hecho de que el Estado ha quedado con la exclusiva de la aplicación de los castigos a los transgresores. Algo que ha tenido consecuencias evolutivas sobre ciertas razas pero no en otras: nos ha hecho menos agresivos, al no ser necesaria la agresividad para la defensa propia o de los nuestros, una especie de domesticación; algo que siendo como es un fenómeno relativo al comportamiento puede rastrearse a partir de una mayor gracilización del esqueleto, cráneos mas pequeños y un comportamiento más refinado, prudente y confiado.
Cada raza se centralizó a su manera, los hebreos con Yahvé y un código de leyes, los chinos a través de guerras que comenzaron antes de J.C y que terminaron en el 1000 A.C, se trata de la sociedad mas antiguamente centralizada, los Indios siguieron a China pero nunca llegaron a construir un Estado fuerte y a cambio tienen una sociedad muy fuerte con castas y divisiones que apelan a su origen tribal. En Europa podemos seguir el rastro del Estado a partir de Roma y su Imperio, su caída y posterior reconstrucción Carolingia sobre sus restos. En Europa sin embargo la construcción de los Estados se encontró con un problema sobreañadido: el poderío del feudalismo y de la Iglesia que se opusieron mientras pudieron a una centralización del poder político que no se dedicara a expoliar a los ciudadanos sino que gobernara para ellos y su bienestar. Inglaterra fue el primer país en aplicar aquello que el rey no puede estar por encima de la Ley.
El tribalismo tiene en origen una fuerte desconfianza a los poderes centralizados y en cierto modo es incompatible con ellos; a veces con razón, los reyes y los tiranos que aun hoy gobiernan en Africa tienen poco interés por el bienestar de sus ciudadanos, antes bien se ocupan ellos mismos de la depredación y de favorecer a sus familias, parentelas y concubinas. En entornos así es poco probable que las tribus dispersas de un país aun formalmente establecido respeten los poderes e instituciones que en teoría les gobiernan: los individuos vuelven su cabeza hacia las formulas arcaicas y el tribalismo se robustece. Y con él, la miseria económica, la violencia y el hambre.
No cabe ninguna duda de que existe una relación entre las diversas formas de organización política e institucional y el bienestar de los ciudadanos. No hay que fiarlo todo a los recursos, Singapur no tiene recursos pero es más rica que Nigeria y si queremos hilar más fino Corea del Sur tiene una calidad mayor de vida que sus coetáneos del Norte, Venezuela no tiene nada que ver con Inglaterra a pesar de poseer petróleo, lo mismo es aplicable a Irak o a cualquier otro país productor de petróleo o recursos naturales como el coltán del Congo. Los ricos son pocos y los pobres casi todos los demás, que son encima los que pagan más impuestos o son explotados como esclavos por gobiernos corruptos que se suceden unos a otros vertiginosamente sólo para hacer añorar al anterior como menos malo.
Todo parece indicar que la variable critica de esa transición evolutiva que va de la tribu al Estado estuvo llena de escollos tal y como he señalado antes con el caso de Europa y su feudalismo hegemónico junto con el poder de la Iglesia. Al principio los reyes no eran solo reyes por la vía hereditaria sino también sacerdotes, acumulaban así en su persona los tres poderes, el teológico, el militar y el civil. Los reyes eran absolutos, casi dioses rompiendo de este modo el estilo tribal igualitarista donde estos poderes estaban más distribuidos, sin acabar con la practica del nepotismo para los suyos. Fue Roma la primera en poner en tela de juicio esta forma de gobierno, para ello inventó instituciones -como la República- que eran una especie de vacuna contra los reyes tiranos del pasado. Esa forma de gobierno fue la que le dio a Roma su esplendor, su dominio del mundo y su expansión territorial. No puede entenderse la historia de Europa sin Roma, sus instituciones y su organización política y cómo esas instituciones forjaron y seleccionaron comportamientos concretos entre sus ciudadanos. Una de las claves fue ésta: cualquier ciudadano libre de la República podía llegar a Cónsul. Se inventó así el mérito individual, un hallazgo de los Estados como mucho antes ya había sucedido en China: el mandarinato era por oposición desde tiempo inmemorial y cualquier ciudadano podía presentarse a este cargo.
Los chinos presentan IQs unos cuantos puntos por encima de nosotros los europeos, son un poco más inteligentes, pero sobre todos los rasgos de su personalidad el más importante es el conformismo con los poderes públicos, es por eso que los chinos han tenido gobernantes tan nefastos como Mao y aun hoy el poder político está en manos de comunistas trasnochados. No existe otro país que haya abordado más obras publicas ostentosas que China. La gran Muralla China sólo podría ser trabajo de chinos si se me permite la broma. Sus ciudadanos han sido expoliados por el Estado más veces y más intensamente que cualquier otro país. India es uno de esos países donde no se puede abordar ninguna obra publica sin la oposición de gran parte de la población. Es interesante preguntarse donde quedamos nosotros los españoles entre esos dos modelos, el chino con su conformismo aquiescente o el indio con su tozudez frente a cualquier innovación.
Nuestra naturaleza está plenamente arraigada en las formas tribales de subsistencia, no hay mas que contemplar fenómenos como los nacionalismos, esos del «derecho a decidir» son en realidad los fenómenos tribales de nuestro tiempo, una nostalgia de cuando fuimos tribus. También el nepotismo de nuestros políticos corruptos que se lo llevan todo a casa. ¿No es el caso de Pujol un fenómeno nepotista, donde uno defiende a los suyos? Cualquier forma de saqueo que tienda a favorecer a los nuestros es tribal, la política basada en partidos es necesariamente tribal; los Eres de Andalucía, las tarjetas B de los banqueros, las secesiones de los partidos, de las religiones: todo tiende a escindirse. Como los imperios vuelven a ser estados después de sus declives mas o menos predecibles. Todo vuelve, todo regresa. El eterno retorno de lo diferente que no de lo idéntico, pues una vez inventada una organización de nivel superior, con idas y venidas, ascensos y descensos se habrá alcanzado un hito para los humanos.
Lastima que hasta dentro de tres o cuatro generaciones no nos enteraremos de que lo que hoy tenemos no es necesariamente peor que lo que queda por venir.
Muy bueno. Gran visión trasgeneracional / transhistórica.
Un «premonición» ad hoc (como otra cualquiera): se creará un macroestado gigantesco humano que, después de haber acabado con casi todas las organizaciones tribales, se destruirá en una guerra atómica accidental y quedarán dos o tres tribus en alguna esquina olvidada del mundo.
La tremenda radiación de la explosión nuclear global dará lugar a unas mutaciones genómicas resistentes a la radioactividad y algunos miembros de esas tribus resistentes desarrollarán una nueva especie de hominido o similar.
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Si, las tribus tienen mucha tradición en a ciencia ficción, son por asi decir, la reserva espiritual del mundo. Pero yo no creo en ese macroestado, nunca llegaremos a esa especie de gobierno mundial, ahora bien es posible la segunda parte de tu predicción.
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Interesante, pero opinable.
El estado Libio antes de ser democratizado por la OTAN estaba basado en las tribus y se encontraba entre los de mayor y mas equitativa renta de Africa.
Lo de que las sociedades supuestamente mas avanzadas son menos agresivas, es un decir, pues durante los tres últimos años, las Fuerzas de Operaciones Especiales de EE.UU. (SOF en inglés) fueron desplegadas en 133 países, según Nick Turse en un artículo publicado en TomDispatch citando fuentes de un oficial del Mando de Operaciones Especiales estadounidense (recordemos que hay 194 paises en el mundo). Es la guerra necesaria para la unificación mundial.
Respecto a que las lenguas operan como accidentes geográficos, pues bueno, depende; si existe una lengua común franca que sirva a todas las tribus, los comerciantes o los imperios pueden no tener problemas en eso, como paso en el Mediterraneo, con Roma o en Al Andalus.
Según el post: protestar contra el sistema basado en la esclavitud de la deuda, contra las leyes para limitar la libertad de expresión, contra los oscuros tratados como el TTIP, es decir reclamar cualquier derecho a decidir que se oponga a los deseos de la patente de corso otorgada por el estado al gobierno por un determinado periodo de tiempo, es hacer el indio. Si esto es así, o redefinimos de una vez la ya vilipendiada palabra democracia, para hacer tranquilamente el chino, o no queda mas remedio que ser etimologicos consecuentes y hacer el indio.
Como dice Larken Rose: el problema es que con los estados, las personas se han convertido a la religión del estatismo .
“Tiene una deidad sobrehumana: que a su vez tiene derechos que no tienen los humanos. No está restringido por normas aplicables a los mortales. Emite mandamientos y si los desobedeces eres un pecador y mereces ser castigado.
Los fieles, los verdaderos creyentes, tienen gran fe en estos rituales estrafalarios llamados Elecciones, Legislaciones y Nombramientos, y se disfrazan y dicen: Ahora por arte de magia, «represento al gobierno.» Sé que solo tengo aspecto de persona pero, no solo tengo los derecho de una persona porque yo represento a la “deidad mágica llamada Gobierno” y se me permite exigirte tu dinero y mangonearte y hacerte daño si me desobedeces porque estoy actuando en nombre del Gobierno y el Gobierno tiene «mandamientos» llamados leyes y estas leyes no solo son amenazas para los humanos, son decretos de algo sobrehumano, así que todos ustedes buena gente de ahí fuera deben inclinarse ante esta deidad.
Si quieres el Mundo arreglado, a esto has de rezarle y te damos ciertos rituales de cómo has de rezarle y cuando y rezarle al «dios» para que convierta el Mundo en lo que tu quieres y que te salve de todas las incertidumbres de la realidad.
La doctrina de esta religión es simplemente absurda y unos ejemplos de ello son: el “Consentimiento de los Gobernados», pues no existe tal cosa. Si es consentimiento; es voluntario si está siendo gobernado, no lo es.
¿Puedes otorgarle a otro un derecho que tu no tienes? ¿y tu y tu colega? ¿podéis los dos darle a un tercero un derecho que ambos carecéis? Pues no. Entonces ¿Cómo puede el Congreso tener derechos que tu no tienes?”
No hace falta seguir, como ya es sabido las religiones son el opio del pueblo.
Ojala haciendo el indio lleguemos a la sociedad del bien común donde la acracia sea la norma en su sentido etimológico; amplíando la idea de anarquía señalando no sólo una sociedad organizada antiestatalmente sino además un orden social basado en el principio de no invasión, en que las normas sociales de convivencia sean resultado de acuerdos voluntarios, y donde se rechace la legitimidad de cualquier imposición por la fuerza.
En Grecia, cuna de la democracia, ya han empezado a hacer el indio.
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Como siempre mezclas verdades parciales, y algunas cosas fuera de contexto junto con errores garrafales.
Hombre poner a Libia como ejemplo de una sociedad tribal «avanzada»y culpar a la OTAN de su miseria económica (en un país con petróleo) es un poco insólito. Lo que sucede es que las sociedades tribales funcionan y adquieren estabilidad con las tiranías pero las tiranías no hacen progresar una sociedad, solo la estabilizan puntualmente y son sustituidas por otra tiranía en la mayor parte de los casos.
Con respecto a la agresividad citas ejemplos puntuales y periféricos. Lo cierto es que las sociedades avanzadas cada vez son menos violentas y si atendemos a la «cifra de homicidios» que es un buen marcador para este asunto, todos los indices indican que vamos hacia una sociedad más pacifica. Y eso es un hecho no una opinión.
Te ilustro:
Steven Pinker: The Better Angels of Our Nature: Why Violence Has Declined (2011). Trad. esp. Los ángeles que llevamos dentro. El declive de la violencia y sus implicaciones. Paidós
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Ciertamente la objetividad budista no es posible y a menudo me voy por los cerros de Úbeda. Gracias por publicar mis comentarios.
Con respecto a Libia habría que preguntar que opinan los libios y sus tribus acerca de como prefieren el reparto de la riqueza de su petróleo: si con el anterior tirano o con la insólita democracia del estado actual. Como sociedad humana, sea tribal o no, pues como mínimo parece ser que la mayoría de libios disfrutaban de un mayor bienestar antes que ahora.
Podría decirse que hay tribus clásicas y tribus modernas o urbanas, entre las que se podría incluir el gobierno y las corporaciones policiales que con las leyes y el monopolio de la violencia mantienen puntualmente estabilizadas a las demás.
La agresividad de EE.UU. podrá ser interpretada como puntual y periférica, pero si su mismo gobierno se autodenomina como gendarme del mundo será por alguna razón.
Creo que limitar la violencia a los conflictos de sangre es una exagerada reducción. Pese a su evidente gravedad, no se pueden menospreciar los hechos de que dejar a personas y familias sin casa, sin subsidios de subsistencia y sin el futuro que nos habían vendido en las sociedades avanzadas, a pesar de no ser violencia física, es sin duda violencia psicológica que hace aumentar el numero de suicidios y enfermedades mentales. Esto son hechos que ocurren a diario en Portugal, Grecia y España en las tribus más desfavorecidas, pero claro son opinables.
A pesar de las diferencias, creo que estamos de acuerdo en que seguimos estando estructurados en clanes y tribus, en sus nuevas formas, bajo el yugo de una o mas religiones –el estatismo y la de cada cual, si procede- y sobretodo en que el bienestar de los ciudadanos depende exclusivamente de la bondad de los caudillos de turno mas que del sistema político. Es por esto que la acracia representa el máximo orden para el bien común.
Quizás que las tribus griegas hayan olvidado la paciencia china para hacer el indio, sea una señal del final de un ciclo que marque el fin del estatismo para un reinicio que nos devuelva a la época dorada de la añorada acracia del Edén.
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El problema de creer en cosas que no son verdad es que impiden ver las que son verdad y constituyen axiomas de verdad universales. Lo falso opera como un pre-juicio como cuando hablas del Edén ácrata, eso no ha existido nunca salvo en los mitos de la creación del mundo.
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Bueno hay que ser optimistas, nunca se sabe. Quizás los mitos no sean tan mitos, como se descubrió con Troya.
En cuanto a los axiomas, que una proposición sea tan clara y evidente que se admita sin necesidad de demostración, no significa necesariamente que sea verdad, tan solo que se admite como principio fundamental indemostrable sobre el que se construye una teoría que se cree como verdadera.
Así, la angustia gödeliana nos hace ver que todo sistema de formulaciones axiomáticas y consistentes contiene proposiciones de incertidumbre.
Puesto que existen axiomas o proposiciones de incertidumbre nunca podemos saber lo que es verdadero ni lo que es falso, y efectivamente son nuestras creencias las que operan como pre-juicios o sesgos cognitivos que nos hacen creer algo como verdadero o como falso. Seria equivalente a lo que estudia la psiconeuroinmunoendocrinologia con el efecto de la creencia en el placebo.
Cada persona, cada clan, cada tribu, cada país, cada estado, etc… son holones, sistemas, multiversos, si se quiere. Con la información o creencia adecuada, el cambio de cada uno es posible.
Los axiomas pueden dañar seriamente la salud, la duda permite hacer preguntas y aceptar nueva información, afortunadamente aqui se permite la dudar, pero esto ya pertenece a otro post, o a otra tribu.
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Eso de que los axiomaspueden dañar la salud es verdad, aqui tienes algunos:
http://evolucionyneurociencias.blogspot.com.es/
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