ADVERTENCIA AL LECTOR DE ESTE POST (¡CONTIENE SPOILEERS!)
Este post versa sobre una pelicula titulada «Revolutionary road» y contiene interpretaciones de su trama asi como revelaciones acerca del final de la historia. Si usted pretende verla en directo ahórrese la lectura de este post.
¿Puede existir la felicidad de espaldas a los planes de la vida?
Si Virginia Woolf se levantara de su tumba y pudiera ir al cine seguro que hubiera elegido esta película, una pelíula protagonizada por Kate Winslet y Leonardo di Caprio que vuelven a encontrarse después de su éxito parejil en Titanic. Debe ser por eso que encarnan a una de esas parejitas ideales que todo el mundo envidia pero que en realidad esconden un martirologio oculto entre los deseos y planes que ambos mantienen a costa de alcanzar esa quimera individual que llamamos felicidad.
La verdad es que la asociación con Virgina Woolf me ha venido por que esta película me recuerda y mucho a aquella protagonizada por Nicole Kidman y que se llamaba «Las horas«, una película a medio camino entre la vida real de Virgina Woolf y algunas escenas de sus novelas entremezcladas como si de un sueño se tratara. También la época en que discurre (1955) tiene algo que ver con la vida real de la Woolf como también de otra suicida emérita Silvia Plath, una poetisa desdichada por las mismas razones que lo son todos los bipolares: sus deseos excesivos y extremos difícilmente hallan acomodo en la vida real ni caben apenas en la contención de la literatura. April el personaje atormentado que encarna Kate Winslet en «Revolutionary road» no es una bipolar o al menos este diagnóstico tiene poca importancia en la narración y no es el propósito de su director -Sam Mendes marido real de la Winslet- hacer una tesis sobre las oscilaciones afectivas que se producen en el mismo. Pues no es una película clínica sino una película sobre el deseo.
¿Qué es el deseo?
Muchas personas creen que el deseo consiste en hacer o conseguir aquello que queremos hacer o tener. Las personas que asi piensan suelen ser bastante desgraciadas en su vida porque lo cierto es que el deseo humano es un resto de la pulsión biológica -instintiva- puesta en palabras, es decir traducida al lenguaje de esos simbolos que llamamos palabras y es por definición insaciable, repetitivo e intercambiable. Asi cualquier deseo que pueda ser puesto en palabras es de hecho verosímil. Y llamamos angustia precisamente a esos deseos que no han logrado vestirse por el ropaje de las palabras, la angustia es un deseo que no puede decirse, un deseo que no ha llegado por tanto a nacer al campo de lo nombrable.
Y no, el deseo- al menos el deseo bueno, útil, justo y digerible- no es hacer lo que queremos hacer sino desear aquello que ya estamos haciendo, aquello que es posible, verosímil, alcanzable y si se quiere moral.
Los seres humanos inventamos la moral para no tener que darnos de bruces con lo imposible pues vivimos en un mundo con limites fisicos que no podemos traspasar con nuestra voluntad y aun: nuestra mente es omnipotente y es capaz de imaginar escenarios donde la realidad queda sujeta al deseo, nada hay pues imaginable que no pueda ser llevado a cabo puesto que lo humano se debate en una disonancia: la capacidad de poder imaginar cualquier cosa a pesar de resultar imposible, poco práctico o estúpido. Es por eso que inventamos las prohibiciones culturales, no para fastidiarles la vida a nuestros semejantes sino para facilitarles el tránsito a la felicidad en esos limites que llamamos realidad o aquello que es justamente posible.
La moral no es pues una forma de coerción sino una facilitación para la felicidad, el bienestar y la prosperidad personal.
En realidad este tema de una moral eficiente ha preocupado siempre a los hombres, Kant se devanó los sesos para tratar de encontrar razones por las que los hombres entendieran que es bueno portarse bien y que es malo portarse mal. Que más allá del castigo divino o de la justicia o castigos de los hombres y las instituciones, más allá de la culpa, del remordimiento o del miedo hay otras razones para ser moral y que la moralidad en los humanos es algo tan necesario como la felicidad. Kant encontró al fin una respuesta a este dilema y le llamó imperativo categórico: venia a decir que toda conducta moral es intercambiable y universal y que puede reconocerse porque eleva la elección individual a doctrina moral: hacer y obrar siempre como si nuestras obras pudieran ser extrapoladas a toda la humanidad, a todos los individuos.
En realidad si saco a relucir este asunto de la moral es porque encuentro muchas relaciones entre la moral -la falta de ella- y la desdicha particular de April y porque además es imposible entender o enjuiciar las conductas que alli se proponen sin un juicio moral. Ella sufre porque tiene un sueño: irse a Paris a vivir una vida bohemia y sofisticada. Pero en realidad ella es quien es y no alberga nigun talento especial salvo la de ser una vulgar ama de casa y ser madre de dos hijos, ha fracasado como actriz y es lo suficientemente inteligente para saber que ha fracasado, sin embargo no puede abandonar su sueño obsesivo de vivir en Paris y es por eso que trata de convencer a su marido (Leonardo di Caprio) para que abandone el estúpido y detestable trabajo que lo mantiene atado de por vida a una mesa de escritorio y la acompañe a realizar su sueño parisino. Ella trabajará de secretaria y él mientras tanto no hará nada salvo pensar qué quiere hacer el resto de su vida, ella se ofrece a mantenerle con el fin de que encuentre su misión en el mundo mientras que ella ya conoce cual es la suya: Paris.
Naturalmente el plan es por asi decir, poco pragmático, dado que la pareja tiene dos hijos en edad escolar y mal que bien el tiene un trabajo y una casa en uno de esos barrios residenciales para clases medias que existian en USA en esa época bastante diferentes de los lugubres domicilios que habitábamos los españoles de los 50. Sin embargo acepta la propuesta de su mujer, en realidad su trabajo no le gusta y siempre deseó no acabar como su padre, empleado tambien de la misma compañia, aspiraba a algo más, él como ella tambien se ha sentido toda la vida un ser especial sólo que…no sabe aun en que consiste esa especialidad, Paris es una buena oportunidad para averiguarlo. Pero a diferencia de April, él tiene un mito: su padre, él no quiere ser como su padre, es algo que tiene claro, el quiere superar a su padre sólo que cuanto más lo intenta más se parece a él, terminando incluso trabajando en su misma empresa.
Al salir del cine me pasó algo muy curioso: no sabia a qué carta quedarme, me quedé dudando sobre los dilemas que planteaba la pelicula que eran dilemas muy razonables, eran estos:
El dilema que plantea April a su marido es realmente dicifil de contrariar sin apelar a la moral. ¿En realidad no es mejor romper las ataduras con nuestros aburridos trabajos e intentar vivir de acuerdo con nuestras preferencias? ¿No es el sistema quien termina corrompiendo nuestra vida atándonos a las casas compradas a plazos, a los gastos inútiles y a las convenciones sociales? ¿No es una locura malgastar nuestra vida yendo de la urbanización al trabajo cada dia sólo para pagar las facturas que genera el vivir tan lejos del trabajo? ¿No es normal y deseable que las personas dejemos nuestros cautiverios y nos dediquemos a irnos a Paris a vivir una vida bohemia?
Es indiscutible que la decisión de ir a Paris es una de esas decisiones que parecen apuntar hacia la heroicidad, romper con las ataduras, atreverse a hacer algo riesgoso, el espiritu de la aventura. Para apuntalar este argumento en la película aparece un enfermo mental, un matemático loco que siempre dice la verdad, una especie de Diógenes, un cínico que practica la sinceridad radical y que ejerce de abogado del diablo ante las dudas que se plantean en el desarrollo del relato. Quiero remarcar aqui que el discurso sin concesiones del loco -que es paralelo al discurso interno de April- es dificilmente rebatible desde una concepcion naturalista de la vida, evidentemente es mejor irse a Paris a vivir un sueño que morir de infarto viajando a una oficina aburrida, ¿quien podria dicutirlo?
Pero el loco sincero es revestido precisamente con el papel de loco porque no sabe que la libertad radical no existe (por eso está loco) y que la conducta humana tiene límites, límites que él mismo traspasa cuando agrede a sus familiares o cuando insulta a sus vecinos lanzándoles a la cara la verdad que no quieren oir. En realidad el loco está loco porque no sabe que algunas cosas no se pueden hacer como por ejemplo lanzarle una radio a su madre y que si uno hace eso tiene muchas posibilidades de acabar en un manicomio o en la cárcel. A diferencia del delincuente el loco no sabe que existen límites para sus deseos y que por más furioso que uno esté con su madre no se le pueden lanzar objetos, no se puede dañar a otros.
Y es precisamente eso lo que April a pesar de su aparente altruismo hace tambien: daña en principio a sus hijos pequeños que como es natural no quieren moverse de su entorno habitual y se confronta con los intereses de su marido quien sólo fanfarroneba cuando le prometió de novios que la llevaria a Paris. En realidad él no puede costear ese viaje, aunque está dispuesto a gastar todos sus ahorros en la aventura.
Pero la principal prueba de la inmoralidad y el egoísmo de April es la pretensión de tratar de imponer una quimera, una fantasia particular a las vidas de tres personas que cuelgan de la suya, una obsesión que bien pudiera interpretarse como la compensación de sus fracasos como actriz y la pretensión de conquistar una nueva identidad «artistica» lejos de alli donde fracasó la primera vez.
Y es precisamente esta ambigüedad lo que da tanto valor a la pelicula, en ningun momento se le impone al espectador una visión de las cosas sino que la narración continua hasta el final dejando que sea precisamente el espectador quien se posicione con respecto a los temas éticos que el film va planteando, es tanto asi que la sensación que uno tiene al terminar la pelicula es de confusión ¿qué es lo bueno, qué es lo malo? ¿Que diria Kant antes este problema?
Antes de contestar esta preguna avancemos un poco más en el relato: lo que viene a suceder después de la decisión de la pareja de irse a Paris y de anunciarlo a todos sus sorprendidos vecinos, es un imponderable, April queda embarazada casi al mismo tiempo que él es promovido en su trabajo y con un importante aumento de sueldo y de modificaciones en su puesto de trabajo, más responsabilidad, más poder, más dinero. Cuando esto sucede el espectador tiene la sensación de que el sentido comun se impondrá y que las razones para permanecer en aquel «detestable» lugar parecen acumularse. En realidad la situación ha cambiado y los hombres hacemos constantes actualizaciones de nuestras intenciones como los programas que instalamos en nuestro ordenador, simplemente cambiamos de opinión cuando las circunstancias cambian.
Pero este no es el caso de April quien no dejará de ver su embarazo como un obstáculo a los planes ya perfilados con su marido. Es él quien duda, y no sabe a qué carta quedarse y mientras él duda ella hace planes para provocarse un aborto, primero a espaldas de su marido y luego llevando estos mismos planes en secreto.
Y aqui se plantea de refilón otro de los dilemas morales de nuestro tiempo, el tema de si es o no licito deshacerse de una vida humana que ya late en el interior de su madre, un tema delicado sobre el que hay posiciones encontradas y que ha pasado de ser un problema moral a convertirse en un problema sanitario, son las semanas de gestación o las indicaciones médicas el motivo del debate postmoderno y no ya tanto las implicaciones morales del hecho.
A estas horas de la pelicula yo ya estaba absolutamente perplejo y no sabia si lo que estaba viendo era uno de esos dramones banales o si estaba asistiendo a una obra de arte de esas que remueven conciencias y expectativas en el espectador sensible. Asi que decidi preguntarle al Sr Kant que estaba justo en la fila de detras mio y él me dijo:
– A veces los dilemas morales no tienen solución desde dentro de la moral.
– ¿Entonces desde donde?
– Desde la estética, desde la belleza, desde la razón.
-¿Y que seria lo razonable? -pregunté yo al maestro.
– ¿Es razonable el plan de ir Paris?, pregunto Emmanuel.
– No demasiado -añadi.
Entonces se trata de la lucha de un deseo frente a la realidad, de una quimera, de una fantasia infantil que se bate en duelo a través de una pataleta de una niña malcriada que cree que su deseo es la ley que debe imperar por encima de las leyes de la vida y que se argumenta desde una verdad compartida por la mayoria, nuestra vida es desdichada porque no elegimos bien, porque no hicimos lo que quisimos, porque la aspiradora de la vida se nos tragó. April está tambien loca porque como el matemático no sabe ni conoce los limites que enmarcan la vida y decidió pasar por encima de ellos. Ella hizo su elección y la hizo desde su concepto de lo verosimil porque ignoraba los limites que la moral señala. La moral es la salvación, la guia, el carril de las decisiones humanas, más aun de los que no tienen limites claros y tienden a traspasarlos.
-¿Pero entonces estamos condenados a seguir al abanderado , no hay espacio para los sueños?
– Sueña pero no hagas daño a nadie, que tu sueño no sea un pretexto para dañar y si no estás seguro cambia tu sueño.
Y Kant desapareció de la butaca que ocupó durante esos ultimos minutos donde ella muere a consecuencia de un aborto realizado como era costumbre en aquella epoca: en condiciones de enorme riesgo para la salud de la embarazada. Al terminar la pelicula pensé: «menos mal hoy esta mujer no hubiera muerto gracias a los avances de la ginecologia». Y me senti confortado.
Pero Kant aun no habia dicho la ultima palabra porque en la salida del cine me lo volví a encontrar encendiéndose un cigarrillo:
-No te sientas confortado, sientete tambien atribulado.
– ¿Por qué? ¿No es bueno que hoy ya no mueran las mujeres en un aborto clandestino?
– No es bueno porque eso no tiene que ver con la moral, es higienico, pulcro pero tiene un efecto secundario: nos obliga a tener menos en cuenta las decisiones morales y sin juicio moral tendreis muchas enfermedades mentales los de vuestra época, enfermedades mentales y disfunciones sociales, violencia y sufrimiento sin sentido . No os envidio.
Y desapareció entre la multitud que se dirigia hacia la cola del restaurante donde servian hamburguesas repletas de colesterol.
Nota liminar.-
La actuación de Kate Winslet madura, magistral e inolvidable.
Leonardo Di Caprio se ha hecho mayor y ya no despierta ternura alguna.
Sam Mendes se supera si mismo desde aquella inolvidable «American beauty»
No tengo claro que el dilema en relación con el aborto sea su inmoralidad o inmoralidad. la polémica,, en lo que yo entiendo, atinge a si esa conducta, moral o no, se debe castigar penalmente. No todo lo inmoral es ilegal, ni debe serlo: no se castiga penalmente el adulterio, ni el hecho de vender libros o producir películas que excitan bajas pasiones o inducen a los jóvenes a conductas o actitudes equivocadas. Ya sea porque nuestra sociedad haya asumido que la prohibición de las conductas antedichas sacrificaría valores más importantes que aquellos otros que vendría a salvaguardar, ya que haya llegado a la conclusión que esas prohibiciones resultan contraproducentes a los fines deseables a que parecen apuntar (al revestir con el prestigio de lo prohibido el adulterio o la pornografía -por ejemplo) la decisión que se ha tomado ha sido la de no prohibirlas, y la cuestión con el aborto -en lo que yo entiendo- va en esta misma línea.
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Lo que se plantea en la peli es un dilema ético, no penal. Otra cuestión es si el Estado ha de intervenir o no en las conductas individuales y donde está el limite. Casi todo el mundo estaria de acuerdo en que el homicidio debe estar penado por la ley, tambien la pederastia, pero no el adulterio o el aborto. Sin embargo todos esos limites son muy borrosos y arbitrarios. Por otra parte esas prohibiciones dependen mucho de la cultura, en nuestro pais la pornografia es libre pero en un pais musulmán no es asi, de modo que la Moral es muy colectivodependiente y parece ser que no hay normas universales salvo el tabú del incesto.
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No he visto la película, pero te aseguro Paco que los spoileers «Didn’t spoil it», al contrario me entusiasmaron para ver el filme cuando llegue a México que espero sea pronto.
Tu lectura del relato me parece extraordinaria. Gracias por el post-
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El problema de q algo se convierta en irrenunciable y devenga en obsesión es que la persona deja de vivir para dedicar todo su esfuerzo en conseguir aquello que le resulta irresistible. Y en el camino, poco a poco va perdiendo su sentido de ser en el mundo, convirtiéndose en un cadaver. April, x voluntad propia, dejo de estar viva para convertirse en un cadaver.
Cuando Kant te dijo: «Sueña pero no hagas daño a nadie, que tu sueño no sea un pretexto para dañar», se le olvido decirte que no hagas daño a nadie, pero, ni siquiera a ti mismo porque si te haces daño a ti mismo por querer perseguir tu quimera, en el fondo también estás haciendo daño a los demás ya que tú eres el mundo y el mundo eres tú.
El problema es que cuando April hizo lo que hizo no sabía que con su manera de actuar no solo estaba haciendo daño a sus hijos sino también a sí misma. En el fondo, y como decía Sócrates, la ignorancia es el origen de todos los males. Por tanto, no es una cuestión de moralidad, sino de ignorancia.
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