La persistencia de la astrología

La ciencia construye un mundo y luego se niega a habitarlo

(Merleau- Ponty)

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Bessel van der Kolk es un psiquiatra de Harvard y uno de los expertos más importantes del mundo en trauma psíquico. Este fin de semana participó en un Congreso en Castellón de la Plana a propósito de «La familia y sus crisis: modelos de intervención para el siglo XXI» que contó con dos intervenciones estelares: la del propio Van der Kolk y la del sabio Minuchin.

Durante sus intervenciones contó una anécdota que es la que les quiero relatar ahora.

Después de los atentados de las Torres Gemelas el gobierno de USA decidió convocar una ayuda extraordinaria para atender a los afectados por el atentado. En previsión de que la población en riesgo pudiera desarrollar un trastorno por estrés postraumático el gobierno reunió a los expertos en el asunto para que aconsejara qué tipo de terapias iban a ser dotadas con fondos públicos a fin de sufragar estos gastos. Los expertos convocados pusieron a punto un listado de técnicas psicoterapeuticas de las que han demostrado cierta eficacia para tratar este tipo de casos. Aunque se impuso una clausula adicional: que cada afectado pudiera elegir de entre ellas. Una vez designadas estas técnicas se convocó a los ciudadanos en riesgo para que retiraran los fondos para financiar sus terapias.

El asunto es que no se presentó nadie.

Van der Kolk persiguió el misterio y se propuso investigar qué habia sucedido y qué tratamientos habian seguido aquellos potenciales traumatizados. Lo que encontró le dejó boquiabierto: el personal había optado por las medicinas complementarias, concretamente habían elegido los masajes terapeuticos y la acupuntura para protegerse de la aparición del TEPT.

Naturalmente Van der Kolk comentó que ninguno de los tratamientos elegidos por el público era eficaz para tratar o prevenir el trastorno de estrés postraumático pero el fenómeno estaba señalando algo importante: el público elige cuando está enfermo aquello que cree que puede ayudarle más allá de si está demostrada su eficacia o no. Y lo que quedó claro es que el público no se fia de la ciencia pura y dura: cuando busca ayuda lo que quiere es sobre todo ayuda humana, contacto fisico y no ciencia.

Un poco lo mismo sucede con la astrología: aunque nadie «cree» en ella lo cierto es que la sección de astrología de los periódicos es una de las mas consultadas, todos sabemos nuestro signo astrológico y algunas de sus características aunque muchos de ustedes desconocen su grupo sanguíneo. Algunos de nosotros hasta conocemos nuestro ascendente y tenemos algunos mapas descriptivos acerca de lo que los astros nos señalan acerca de nuestro carácter y también de nuestro destino. Y esto sucede en el siglo XXI en plena efervescecia de la ciencia y la tecnología. Este fenómeno tambien está señalando algo. Y en la misma dirección que el fenómeno de las medicinas alternativas en el Nueva York postatentado.

Si usted aun no tiene una carta astral no lo dude: en esta pagina web -una de las mas serias del mundo y a cargo de Liz Greene- puede realizársela gratis junto con alguna predicción a corto plazo y alguna recomendación para la semana. Naturalmente estamos hablando de interpretaciónes analógicas, genéricas, ninguna carta astral le va a decir si le va a tocar la lotería o si va a tener un accidente la semana que viene, pero ¿puede la ciencia hacerle esta predicción?

No, no puede, ni siquiera es posible predecir si usted morirá de ese cancer que tiene o de otra cosa, cuando recaerá de su trastorno bipolar o si alguna vez dejará de fumar. La ciencia no puede predecir más que en entornos lineales, en entornos no-lineales la ciencia tiene la misma capacidad de predicción que la astrología.

Ese es el problema: que lo humano transcurre entre la incertidumbre y dado que la ciencia no quiere mojarse con lo humano, es comprensible que los humanos le hayan dado la espalda a la ciencia. En realidad la astrología se parece mucho a la climatología que aun siendo una ciencia tampoco puede predecirnos el tiempo (el futuro) más que dos o tres dias, a lo sumo una semana. Ningún hombre del tiempo puede predecir el tiempo que hará el 14 de Marzo del año próximo, si lloverá o hará sol.

Sucede porque los sistemas abiertos (no lineales) no se pueden predecir, son inciertos y presididos por el caos, pequeñas modificaciones aquí provocan terremotos allí, las variables son tan numerosas que sólo pueden manejarse en distancias cortas, de manera que puestos a vivir en la impredictibilidad la gente opta por aquello que al menos es estético y lo cierto es que la ciencia es fea y aburrida. No es por persistencia del pensamiento mágico o superstición que la gente prefiere las medicinas alternativas al huraño psicoterapeuta o la astrología al hombre del tiempo sino un toma de posición ética y estética frente al conocimiento: puestos a desconocer al menos que sea divertido y la astrologia es eso, divertida.

Y es precisamente lo que falla en la ciencia, en pro de la objetividad la ciencia ha renunciado a posicionarse frente a lo humano, siendo como es una invención humana y siendo como está hecha por hombres, lo cierto es que como dice Merleau-Ponty, un cientifico es aquel que construye una casa y luego se niega a habitarla por resultar tan fria e impersonal como un motel de carretera.

Una amiga mia llamada Cristina Trullá lo dice aqui, se puede decir más alto pero no más claro:

Y es que ‘lo humano’ se le escapa a la ciencia porque la ciencia no pudo todavía ser diseñada para lo humano. La ciencia estudia ‘lo humano’ de similar forma que estudia ‘lo animal’, o sea, lo que se supone que no está provisto de emociones, de lenguaje, de función simbólica, de recuerdos, de pasiones, de sueños, de deseos.. ¿cómo medir lo inmensurable? ¿cómo comprender lo que no puede ser observado en un microscopio o aislado para su estudio?. Efectivamente, el psicoanálisis no es una ciencia como no lo son tampoco la mayoría de teorías psicológicas. Las que lo pretenden ser, que las hay, se alejan más de lo humano cuanto más científicas pretenden ser. Sencillamente, lo humano no encaja en la ciencia aunque la ciencia tenga origen humano. Y es que lo humano siempre estará mucho más allá de la ciencia. Pretender conocer lo humano tan solo a través de la ciencia es dejarse en el tintero la esencia de la vida. Lo humano está sujeto a cambios constantemente; imposible pues proponer hipótesis falsables. Imposible la objetividad. Por dicha razón, cuando hablamos de lo humano -y hasta que no tengamos algo mejor- sería mejor utilizar los métodos cualitativos además de los cuantitativos. Personalmente, no me es imprescindible el método científico para seguir investigando sobre lo humano, aunque muchas de las premisas en las que me apoyo estén formuladas desde la ciencia. Pero ceñirme tan solo a ellas sería renunciar a mucho del saber que ha generado hasta el momento la Humanidad.

Dicho de otra manera, la ciencia y el arte tiene que confluir.

Y esto es precisamente lo que propone Ernst Peter Fischer en su libro «La otra cultura«, un ensayo dedicado a divulgar las ciencias naturales lejos de una parafernalia demasiado complicada para ser entendida por el publico general. Lo cierto es que -asegura Fischer- a pesar de que todos nos beneficiamos de la energia eléctrica pocas personas entienden  el concepto de energia y mucho menos el de electricidad, lo que no es obstáculo para que la gente ilumine y caliente sus casas con ella. Es verdad que la ciencia ha mejorado la vida material de las personas pero no proporciona respuestas a la incertidumbre ni las ayuda a ser menos infelices o a hacer frente a las adversidades de la vida. Fischer propone una refundición de la ciencia y el arte y volver al paradigma Leonardo da Vinci, un humanista cientifico.

La colaboración entre ciencia y arte ya ha comenzado y pone como ejemplo las estructuras buckmisterfullerianas o la anamorfosis como nudos, puntos de encuentro entre la imaginación artistica y la ciencia.

No es de extrañar: al fin y al cabo ambas actividades procede de la curiosidad y de las ficciones que cada cual construye para entender el mundo, los paradigmas de lo cientifico y del arte no está tan lejos unos de otros como nos enseñaron en el colegio.

Observese como esta estructura geodésica de 60 carbonos nos puede dar una pista de cómo son los virus.

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11 comentarios en “La persistencia de la astrología

  1. Y sí, Paco, o los cientificistas se quitan rápido las gruesas anteojeras que llevan o en breve habrá cátedra de astrología en los parques públicos, así las cosas están.
    Es más divertida, como tú dices, y además puedes realizar al profesional todas las preguntas que quieras sin que se cabreé.

    Y gracias por el detalle..

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  2. «Un médico sin el conocimiento de la Astrología no debería considerarse a sí mismo médico.» (Hipócrates, s. IV aC)
    Ya sabe que creo que ese curioso paralelismo entre la meteorología y la astrología es muy acertado, pues nuestro hombre del tiempo acierta un porcentaje parecido de predicciones (teniendo en cuenta que ha estudiado cuatro años para acertar) cuando dice “mañana PODRIA llover” tanto como ciertos astrólogos cuando dicen “usted PODRIA pelearse hoy con su hermana”. El porqué unos se escuchan religiosamente a unos o a otros lo expone magníficamente en este post
    “lo humano siempre estará mucho más allá de la ciencia” Bingo, Cris! Qué bien escribes 
    La electricidad es otra analogía que me encanta, ya que todo el mundo cree en ella a pesar de no haber abierto nunca un cable eléctrico y haber “pillado in fraganti” a los electrones corriendo por ellos como en la maratón de El Corte Inglés con su numerito a la espalda, y eso nos llevaría a qué es humanamente creible y qué no, así que mejor lo dejamos aquí 🙂

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  3. Más sincros, porque precisamente hoy estaba pensando en el derrumbamiento de las torres gemelas y me he preguntado ¿quién estaría ahí grabándolo? (Será porque el otro día veía esas famosas imágenes donde un bombero entrevistado in-situ decía que el trocito mayor que se había hallado en los escombros era el auricular de un teléfono y se preguntaba el documental si el choque de un avión puede hacer añicos tan pequeños un edificio entero……)

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  4. La metafora de la electricidad Ana es muy acertada por que ¿cuantas personas usuarias de la electricidad saben que son los electrones los que discurren por el cable? ¿Y que es lo que les hace correr?
    Si hicieramos una encuesta a pie de calle nos soprenderiamos de la ignorancia que hay detrás de este asunto, simplemente no interesa, los electrones son efectivamente aburridos, salvo si alguien ¿los cuánticos? nos explican que el amor por ejemplo es una carrera de electrones.

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  5. Viendo la ya archiconocida foto del incendio del World Trade Center (que la gente se empeña en llamar exclusivamente «torres gemelas») me viene a la cabeza algo que vi este verano en Berlin en el Pergamon Museum sobre «Babylon: Mythos und Wirklichkeit»). Contemplando en una de las salas de la exposición las numerosas obras, maquetas, cuadros y representaciones de la torre de Babel, se me hizo clara la siguiente intuición / hipotesis: la destrucción del World Trade Center es otra (actual) destrucción de la torre de Babel. La destrucción de la torre de Babel original se debió, según fuentes históricas, a la «mala imagen» que despredia la ciudad de Babilonia (llamada en alemán die Uhre Babylon, la puta Babilonia). Fue considerada el lugar más abyecto, lascivo, degenerado y codicioso de entonces…y las sucesivas Babilonias serán destruidas…como la que se alojaba en las torres gemelas: EL CORAZÓN DEL COMERCIO MUNDIAL, EL WORLD TRADE CENTER. Todo esto me pareció la eterna repetición de un mito.

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  6. O sea, que como la climatología no puede predecir el tiempo dentro de 15 días, pero sí dentro de 4, entonces se parece a la astrología, que no puede predecir nada.

    No se puede predecir, ciencia médica en mano, de qué morirá uno. Es cierto, pero se pueden decir unas cuantas cosas acerca de la influencia de algunos factores ambientales o genéticos en el aumento o disminución de las probabilidades de alguna de esas ocurrencias inciertas (eso es ocuparse de lo humano). ¿Lo mismo que hace la astrología? Me temo que andan por ahí sueltas algunas falacias que a alguien le cuesta soltar.

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  7. Y este señor, Bessel van der KorlK, no se le ocurrió mirar a qué clase socioeconómica pertenecían la gran, la inmensa mayoría de las víctimas en los atentados del 11-S? Porque la gente no es imbécil y el contacto humano lo tendría de igual forma con psicólogos y psiquiatras profesionales, pero después de haber perdido casi todo encima les ofrecen «padrenuestros» pero previo paso por Caja Bancaria Crediticia… qué esperan que hagan, que encima se cuelguen con una soga?

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