El medio es el mensaje
Marshall Mc Luham
Seguramente todos los que escribimos nos hemos considerado genios incomprendidos en algún momento de nuestra vida creativa, no existe narcisismo más poderoso que el del escritor. Y tambien seguramente todos los que escribimos hemos tenido malas experiencias con los editores, hemos sido ninguneados, rechazados, timados, engañados y humillados cuando no abiertamente ignorados. No conozco ni un solo caso de escritor que no posea una amplia experiencia en rechazos y calabazas por parte de todas las puertas a las que llamó para editar su obra.
Cuando uno se da una vuelta por Internet se da cuenta de que existe mucho talento disperso por la red, en blogs, webs y hasta el género epistolar se ha revitalizado a causa del email. Hemos aprendido a escribir a base de emiliarnos o de intervenir en foros y chats, sólo hay que darse una vuelta para comprobarlo. Es verdad que no todo el monte es orégano y que hay tambien mucha basura, mucha -demasiada subjetividad- cuando no una literatura destinada más bien a asustar o espantar o quizá epatar al personal.
Pero asi y todo la red ha sido sobre todo desde el invento del blog, la depositaria de esos «malditos» que nunca tuvieron su oportunidad de ver realizado su sueño de tener un libro editado por una editorial de papel.
Lo cierto es que una vez superada esa primera etapa de vanidosa condescendencia tan comprensible el problema sigue siendo el mismo: el problema no es editar un libro sino en conseguir que te lean. Es por eso que el blog es una magnifica oportunidad para conseguirlo: los lectores son otros blogueros que a su vez buscan entre sus preferencias aquellos blogs que tratan temas similares. Yo tengo cinco libros editados de esos de papel y nunca he cobrado una peseta por ellos, pero eso no es lo peor: se trata de libros que nunca fueron bien distribuidos, publicitados y que por supuesto son muy dificiles de encontrar en las librerias. Mis lectores tuve que buscarlos a mano, regalándoles el libro, obtener de ellos una opinión tarea imposible, el blog sin embargo difunde a velocidad de vértigo y da la oportunidad además de dejar comentarios, sin contar con el feed-back de las estadísticas de visitas, algo que te hace de alguna forma saber qué gusta y qué gusta menos.
Este post no tiene vocación de explicar cómo funciona ni por qué el negocio editorial está en crisis (una crisis permanente) pero quien quiera saber las razones puede visitar este manifiesto de Vazquez Figueroa donde da algunas ideas del por qué no se vende casi nada. No se vende -en resumen- porque los libros son caros, hay poco hábito de lectura y desde luego el libro no es un negocio, lo que significa que el escritor debe buscar lectores y no dinero, objetivo opuesto al de los editores. El dinero o la fama y esas cosas son subproductos que proceden de los lectores y uno no puede poner sus objetivos vitales en algo tan banal como el éxito o el vulgar pecunio si realmente tiene algo que decir.
El negocio editorial no puede pretender ser un negocio como el inmobiliario, preñado de especulación. La razón es que no existe una masa critica de lectores lo suficientemente numerosa para poder ganar dinero en él. Los libros son demasiado caros y los escritores asi y todo ganan muy poco o bien nada como es mi caso, de este modo todos perdemos, tanto editores como escritores y potenciales lectores que se han pasado en masa a Intenet donde casi cualquier cosa ya puede encontrarse en archivos pdf, un gran invento, lo mejor desde el kleenex.
Y yo me alegro, y no sólo me alegro sino que me he hecho militante de esa causa que es abaratar los libros y ponerlos (colgarlos) gratis en la red, por eso son de aplaudir iniciativas como las de bubok que te permiten editar gratis un libro y ponerlo a disposición del publico en general. Yo ya me he dado de alta y pretendo poner algunos de mis libros «liberados» en ese sitio de forma gratuita. Cambio lectores por lucro.
En realidad esta idea de que Internet sirva para difundir la obra creativa de fotógrafos, musicos o escritores está obteniendo una gran confianza por parte de los creadores y el público en general. Baste darse una vuelta por flickr o jamendo para darse cuenta de que el talento no editado es bastante mayor que lo que los lobbyes de la cultura consideran como tal. Pero más allá de la confianza este tipo de iniciativas cambiarán el mundo del comercio artístico, y no sólo del artístico sino tambien el inmobiliario o el científico.
¿Por qué pagar una comisión a un intermediario si usted puede encontrar piso por Internet?
¿Son caros los pisos? ¿Por qué entonces cargarlos con gastos adicionales?
En fotocasa o en Idealista puedes encontrar tu piso tanto en alquiler como en venta. ¡Abajo los comisionistas!
Lo mismo sucede en el «mercado» científico, la idea de PlOs, es poner en manos de los usuarios un recurso publico que hasta ahora se encontraba en manos de los editores de las grandes revistas que pastichean con el saber de los otros. Nadie cobra en esas revistas pero es casi imposible que te acepten un articulo en ellas a no ser -claro- que estés en la onda de lo politicamente correcto. PlOs es en realidad una entidad sin ánimo de lucro y por tanto su difusión es gratuita a diferencia de las otras que recaudan sus fondos tanto de la publicidad como de los suscriptores. El que tenga algo que decir que lo diga en PlOs. Es otro ejemplo.
Y no hablo del mercado musical porque probablemente fue el primero en soportar pérdidas por la cultura de «las bajadas» del Emule y el comercio ilegal de las copias. Pero en mi opinión el problema de fondo es éste: ¿Hay que pagar una copia como si fuera un original?. Efectivamente los cedés son demasiado caros del mismo modo que los DVDs, esta es precisamente la contradicción que tendrán que resolver los grandes marchantes del arte, de la musica y los editores. Necesariamente el mercado se tendrá que contraer, ya nadie puede permanecer ajeno al fenómeno de la Red y mientras esta siga funcionando (igual algun dia alguien descubre como paralizarla) lo cierto es que estos negocios que otrora fueron boyantes entrarán en recesión.
Pero los individuos creadores tambien tendremos que cambiar y sustituir nuestro narcisimo heredado de aquellas ideas románticas que nos impulsaban a creer en el escritor como un iluminado y transformarlo en la convicción de que el genio solitario, el lobo que transformará el mundo con una novela ha perecido ya. Y además ya no los necesitamos: no necesitamos genios individuales, lideres dotados de talentos excepcionales porque estamos en la RED conectados unos con otros y podemos compartir, ideas, información y ficciones. Lo que necesitamos son pequeños talentos locales operando en paralelo unos con otros y creando una consciencia global que de lugar a una nueva ética planetaria, a un nuevo orden del saber y a un comercio justo donde el dinero revierta en el origen y no vaya a engordar a una cadena de burócratas.
Un saber que será definido como interconectividad global o globalización del conocimiento y que no podrá ser sino solidario: un concepto que ha dejado de ser ya un deseo utópico y se ha convertido en una necesidad, algo que va más allá de la idea de aldea global propuesta por Marshall Mc Luhan, más allá porque no es solo la conexión global el beneficio inmediato de los cibernautas sino la asistencia mutua, el compartir recursos mientras se favorece la expansión de forma geométrica de esta conectividad cooperativa, estoy pensando ahora en las redes sociales tipo facebook que a pesar de su ingenuidad aparente operan como un cerebro humano siguiendo su mismo modus operandi: un principio de solidaridad.
Una idea que me apasiona por lo que tiene de transgresora respecto a lobbyes, intereses politicos e influencias económicas que no obstante seguirán teniendo su influencia en la economia real. Creo que la tecnologia de la red va a cambiar el mundo y no solo el mundo sino las mentes individuales que tendrán que adaptarse a transmitir la cultura -el conocimiento- sin esperar nada a cambio, se trata de un posicionamiento politico sobre el lucro individual, sobre la vanidad humana que repercutirá sobre el papel del Ego en esa cadena de interconexiones en que se funda lo humano y generando espacios de expansión en los propios bordes de la conciencia. Creo que más allá de los personalismos, el éxito de toda esta tecnología está en la red en si misma, en la gratuidad y en la universalización del saber, es algo transgresor que rompe nuestras ideas preconcebidas sobre casi todo, aun hoy me pregunto cómo Internet no está de hecho prohibido.
Mi estrategia a este respecto es escribir lo que quiera, a mi ritmo, sin tapujos ni autocensura, dejando a parte la conveniencia y sin ningun pudor, decir aquello que mucha gente piensa sin osar decirlo para no ser anatemizado. Inundar la red de toda mi obra y hacerla accesible a todo el mundo: he descubierto que prefiero mil lectores diarios a un libro publicado dormitando en las estanterias, les he declarado la guerra a los lobbyes, a las editoriales, a los intermediarios y a los burócratas.
Porque el problema no es el capitalismo sino la secuela de beneficio privado que ha dejado en nuestras mentes individsuales, el capitalismo sin ese idolo que he llamado el gran lucro se desactiva en toda su capacidad dañina, el cambio tiene que venir de las mentes individuales y es esto precisamente lo que la red propicia.
Desarrollaré una forma de pensar autónoma y sin concesiones que hallará en algun remoto lugar de la tierra a otros que se sumarán a ese proyecto: ningún mercader podrá seguir este imparable ritmo frenético que la libertad propicia, escribiré más rápido que ellos en detectarme y llegará un dia en que nadie tendrá que pagar más que por el valor real de las cosas.
Por eso pondré (colgaré) mi obra en la red a 0 euros.
¿Alguien se apunta?
Se llama sharismo y su ideologia es compartir.
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