El masoquismo en el cine

Parece que con Internet el masoquismo vuelve a ponerse de moda desde que es posible aquello de desempeñar varios personajes ficticios: algo que la realidad virtual y el cibersexo permiten incluso a aquellos que nunca se comieron una rosca. Efectivamente este medio es el más democrático de todos porque la gente no se ve y para mirar hay que pagar y debe ser que hay muchos que lo hacen, de otro modo no se entiende esa proliferación de jovencitas enseñando sus partes pudendas por la webcam.

Un masoquista es una «oportunidad de ser», una identidad imaginaria en la red y hay gente que disfruta tanto como los masoquistas clásicos, como aquel Sacher Masoch que le hizo firmar a su esposa un contrato mediante el cual se comprometía a flagelarle cuando él dijera. Y es que el fondo de la cuestión está en el control, ser masoquista y perder el control es una barrabasada.

lapianista.jpg De eso va precisamente una película muy bien hecha y con bastante profundidad titulada «La pianista» , una película que explora la imposibilidad de mantener una relación sadomasoquista pactada y donde el masoquismo de Erika la protagonista aparece como un sadismo vuelto del revés merced a múltiples versiones de la proyección.

La proyección es un mecanismo de defensa descrito por Freud y que consiste en «proyectar» es decir sacar afuera ubicando en la realidad algo que es interno, algo que pertenece al sujeto y no al objeto. De esta forma el sujeto queda a salvo de un sentimiento rechazado y por contra el objeto es investido con él. La proyección es un mecanismo segundón en la economía de la mente y probablemente se utiliza cuando la represión no es suficiente para contener algo y ese algo amenaza con hacerse consciente. Se trata de un mecanismo universal que unas veces es psicótico (como en la paranoia) y otras veces neurótico, también es un mecanismo normal en la mente del sujeto común cuando no es masiva o disadaptativa.

La primera pregunta que cabria hacerse en relación con Erika es ésta:

¿Es sádica o masoquista?

Es evidente que la protagonista presenta una severa caracteropatía, una rigidez excesiva, una crueldad exagerada con sus alumnos y una tiranía disfrazada de rigor por la excelencia de Shubert. En realidad lo que teme es que algún alumno pueda llegar a superarla por lo que se ocupa personalmente de desalentarles, desmitificarles o de reñirles constantemente. Crueldad que aparece en estado puro cuando mete aquellos cristales en el bolsillo de su alumna para que se corte los dedos, todo ello motivado por un arranque de celos cuando su alumno preferido la consuela en un entreacto.

Sin embargo sus actividades nocturnas e íntimas no son nada sádicas sino que presentan todos los síntomas de una sexualidad perversa polimorfa: es voyeur, es escatológica meándose mientras presencia coitos en los coches aparcados, se hace piercings en la vulva, huele kleenex sucios de esperma en lugares frecuentados por hombres, etc. Y guarda en su dormitorio un kit de instrumentos de tortura que al parecer nunca ha podido emplear por carecer de una pareja.

En otras escenas se nos muestra la relación destructiva que mantiene con su madre: duermen juntas y la madre está todo el día torturándola, haciéndole reproches, controlando y rompiéndole su ropa, vigilando sus llegadas y salidas y mostrándose muy celosa de sus amistades, al parecer la madre solo la deja en paz mientras está trabajando. Madre e hija se pelean constantemente e incluso se pegan para inmediatamente comenzar a besarse. Todo pareciera indicar que la hija no puede despegarse de esa madre tiránica y que la propia hija es cruel con la madre en un juego sin fin cuyas reglas solo ellas dos conocen, en un momento dado parece que compartieran un delirio como en aquella película de Elisabeth Taylor que se llamaba ¿Quien teme a Virginia Wolf? donde marido y mujer se pasan el día mortificándose pero ambos comparten un delirio: la suposición de que tienen un hijo.

Es entonces cuando ella conoce a un alumno que se enamora de ella y la pretende, pretende acercarse a ella con amor y afecto, entonces ella lo acorrala en un water y le obliga a masturbarse delante de ella, sin que la toque, es decir ella proyecta en él una amenaza -el amor- y le trata con desdén, ejerce ahí un papel de ama. Pero ese papel de ama en realidad no la convence, porque es -tal y como decía Freud- un contrainvestimento pulsional, es decir un rasgo de carácter que construyó para no ser dañada por su madre: en realidad ella y su madre son muy parecidas, ella es tan o más sádica que su madre: un mecanismo conocido con el nombre de identificación con el agresor”. Dado que no puede tolerar las muestras de cariño, afecto o compasión la pulsión que se le acopla mejor a su amor por el muchacho es la del sometimiento masoquista es por eso que ella le escribe una carta a él para conseguir firmar un contrato D/s, es decir las condiciones pactadas para el goce (ha de ser así y solo así). La paradoja de este tipo de contratos -que Sacher Masoch también le hizo firmar a su mujer- es que el miembro sumiso ejerce un control absoluto frente al supuesto dominador que se ve así invadido por una especie de identificacion proyectiva masiva. El chico se ve obligado a ser sádico con ella, puesto que es ella quien le ha pedido que la maltrate y le pegue, por que ella «siempre ha estado buscando a alguien que la pegue». El problema se le va de las manos cuando el chico se identifica con ese fantasma masculino (el fantasma masculino por antonomasia) y cruza la delgada linea que separa la realidad del simulacro, la tragedia de la farsa: movido por una enorme excitación irrumpe en la casa y le da una buena paliza a la pianista y de paso la viola, después de encerrar a la madre (Annie Girardot) en su cuarto.

Naturalmente no se trataba de eso, el juego que quería jugar la pianista no era esa violencia real y desenfrenada del macho que no entiende las condiciones del juego. Lo que plantea la película es la dificultad que para una mujer como esa (o para cualquier otra) tiene la satisfacción de una pulsión masoquista en el sexo real, es en la maternidad donde la mujer satisface simultaneamente dos deseos: el masoquista y el fálico y parece que la satisfacción de ambas pulsiones le están vedadas en la sexualidad. ¿Cómo hacerle entender al macho que ella no quiere que la maltraten o la violen de un modo gratuito? Ella quiere que la maltraten y la peguen como un acto de amor, en el contexto de un juego donde se puede parar en el momento en que ella decida.

La película plantea también el tema de la dominación masculina en su más feroz versión, así con esta clase de tíos no se puede jugar, parece admitir ella al final, cuando se clava ese puñal en el pecho como una manera de autoprovocarse dolor a si misma ante la imposibilidad de encontrar un partenaire que entienda los vericuetos del juego.

El muchacho se identifica con su propio fantasma y por poco la mata, precisamente cuando ella cede su coraza caracterológica y le hace un hueco a una cierta pasividad femenina, es entonces cuando él no cae en la evidencia de que su entrega es un acto de amor, la ultima oportunidad de curarse antes de iniciar una carrera masturbatoria de autodestrucción.

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Otras pelis sobre el tema:

Ätame de Pedro Almodovar

Terciopelo azul de David Lynch

Stico de Jaime de Armiñan, protagonizada por Fernando Fernan Gomez

Portero de noche de Liliana Cavani,

Secretary de Steven Shaimberg.

El sirviente de Joseph Losey.

Bélle de jour de Luis Buñuel

 

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En esta web hay una extensa filmografia sobre el tema. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

11 comentarios en “El masoquismo en el cine

  1. Conocí a la Huppert en La Dentelliere, jovencísima. Y debe ser buena actriz, porque como pianista me irritó tanto que me dieron ganas de abofetearla yo misma en vez del chico 🙂

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  2. A menudo cuando te leo me preguntó cómo es posible tanta lucidez por tu parte, esa especie de clarividencia que parece traspasar-te. Me pregunto pues, de dónde viene, cómo llegaste dónde estás, si tuviste y tienes al otro del par que proclaman se necesita en el viaje del conocimiento, viaje a la vez tan absolutamente individual…

    Y debo agradecerte que, sin mostrarme «qués» nuevos la mayoría de las veces, sí me estés ofreciendo muchos «cómos» en este desbarajuste en el que me hallo.

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  3. Haneke en un director controvertido que le gusta provocar y remover conciencias. Cuando vi La pianista me sorprendió sobre todo una escena que mencionas pero que no comentas.Y que me llevó a una interpretación algo distinta a la tuya.
    Si no recuerdo mal la protagonista no llega al orgasmo en ninguna de sus prácticas sexuales, ni como voyeurista ni como sadomasoquista. Es esta ausencia de orgasmo lo que la obsesiona porque no entiende cuál es el sentimiento y la sensación que tienen los que sí son capaces de alcanzarlo. Comprende que el goce debe ser intenso y como no conoce ningún goce parecido lo asocia a otro sentimiento de igual categoría pero de signo contrario, el dolor.

    Tú dices que lo que plantea la película es la dificultad de una entrega masoquista de la mujer en la práctica sexual real yo añadiría además que lo que plantea la película es la necesidad de sentir amor y goce a cualquier precio, aunque sea a través del dolor.

    Por eso, no es que se haga un piercing en la vagina, sino que se autolesiona cortándose la vagina para luego cuando desarrolle su actividad como voyeurista mirando a las parejas a través de los cristales de los coches y se sienta muy excitada, orinar y poder sentir de forma intensa una sensación parecida, un inmenso dolor que la estimule y le haga sentir, aunque de forma contraria, algo parecido, al orgasmo que es lo que ella no puede conseguir.

    Por otra parte, de Haneke me sorprende la figura masculina que refleja en algunas de sus películas. No son hombres reales, siempre quedan esteriotipados dentro de la categoría del macho, dominante y maltratador, violento o del pelele ,débil y dejándose llevar por la mujer como por ejemplo en Funny Games.

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  4. No sabia que existia esa pelicula «Funny Games» ¿existe en español?.

    Por otra parte y en relación con tu comentario decir que es muy interesante esa identificacion que haces entre orgamo femenino y masoquismo. peronsalmente creo que la anorgasmia en la mujer no es necesariamente masoquista y que en el masoquismo femenino existe una capacidad para el orgasmo, de forma que no me fijé en ese detalle de la peli por considerarlo trivial.
    Por otra parte creo que el hombre que aparece en la pelicula es un maltratador que es impulsado a serlo por el masoquismo de ella pero que no conoce el goce del sufrimiento y lo confunde con una simple sucesión de violencias gratuitas y sin sentido.

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  5. Existe, existe la película y está también en español.

    La relación que hago entre la falta de orgasmo y el masoquismo no la planteo en términos generales porque carezco de base para realizar tal afirmación. Yo sólo he hablado de una situación en concreto dentro del contexto de la película, en la reacción que tiene ese personaje en particular. El tema del sadomasoquismo que plantea Haneke no está basado en una necesidad intrínseca de sumisión de la protagonista sino en una incapacidad de amar- debido a una relación enfermiza con la madre- sin que de por medio se establezca ese tipo de relación. Es una persona mortificada por la relación con la madre.
    Dices que es en el campo de la maternidad donde la mujer puede realizar la pulsión de masoquismo y el fálico que le estaría vedado en el campo de la relación sexual real. En este caso la película muestra una madre castradora, celosa y posesiva, la hija no ha sabido romper el cordón umbilical que la mantenía unida a la madre y el carácter masoquista de entrega y abnegación que toda madre tiene por su hijo cuando es pequeño ha evolucionado a un sadismo de absorción y pertenencia del objeto por el que se ha luchado tanto durante toda la vida. Todo masoquista es sádico, según creo, y no al contrario. Entre madre e hija hay una relación de dependencia pero dentro de un esquema adulto, por haberse alargado en exceso en el tiempo una relación tan estrecha. Establecen una relación de pareja pero sin sexo. Una relación de pareja pero sin orgasmo, duermen incluso juntas. La protagonista no conoce otro tipo de amor que el que siente por la madre y por tanto entiende la relación amorosa en ese contexto de amor – odio, que siente por la madre. Ella no sabe, sólo imagina que lo que quiere es que la dominen para sentir amor carnal, sexual por una persona. Por eso establece todo un mundo imaginario donde poder alcanzar lo que le falta amor – goce. Lo que ella busca desesperadamente es ese goce, el orgasmo como premio a una vida de sacrificio y dedicación a su carrera profesional y al cuidado de su madre . Se encuentra atrapada porque abandonar a la madre ahora que es una anciana y que tanto la necesita sería matarla pero por otra parte sus ansias de mujer le llevan a pegar el salto y a buscarlo de la única manera que ella lo ha entendido, dentro de una relación sadomasoquista.

    El final es trágico porque cuando el chico consigue superar el dominio al que se había visto sometido a ella lo único que le queda para poder sentirse viva es el dolor, y en este caso ya sin goce, por eso se clava el cuchillo sin buscar la provocación de un estímulo o goce parecido al orgasmo, al final queda sumergida en el dolor sólo por el dolor , eso es lo que interpreté y no que se lo clavará porque su parternaire no entendiera las claves del juego. Ella no jugaba.

    Es cierto que Haneke muestra a un hombre arrastrado por el sadismo de ella a cometer un acto de violencia sin goce, de forma gratuita y sin sentido pero lo que se ve, lo que queda reflejado es un acto de violencia sexual de un hombre a una mujer. La que queda magullada, herida, y contusionada es ella y eso es lo que se ve, esa es la imagen y no la contraria. Es a eso a lo que me refería con el esteriotipo que presenta del hombre… a las imágenes que se ven y no a la idea que se quiere transmitir. La idea es A pero la imagen es B, entonces hay manipulación.

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  6. Se me había olvidado una cosa. Creo que el concepto de «El estrago de la madre» no es correcto porque el estrago puede estar provocado tanto por la madre como por el padre. Todo depende del sujeto encargo de la crianza del hijo, el que haya desarrollado la labor de desprendimiento de su yo para sacar adelante al hijo. Por tanto no es la madre del estrago sino el progenitor del estrago. El padre puede desrrollar la misma posesión, dominio y anulación del hijo – hija en caso de que las relaciones paterno – filiales se desvíen hacia una relación estrecha de dependencia de pareja en la vida adulta.

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  7. SAeis de alguna pelicula sadomasoquista? SSAbeis como se llama una pelicula de cuatro reyes que se casan cada uno de ellos con una de las hijas de los otros y luego las violan publicamente?
    responder por favor.

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  8. Aunque la entrada es antigua, creo que tengo algo que decir.

    Doctor usted habla, en su libro tambien del contrato D/s como condicion sine quanum, para jugar (yo lo llamo asi jugar) y no estoy de acuerdo del todo.

    Unas condiciones previas, unas normas, no son siempre necesarias, lo que pasa es que mucha gente llega a esto muy condicionada por las prisas y las ansias u otros condicionantes (en estos mundos abundan personas con doble vida) y en esos casos un pacto es un buena solucion para evitar problemas.

    Pactar normas es un excelente metodo para empezar a introducir los juegos en una relacion, por dos motivos. Uno crea seguridad ya que permite tener muy claro cuando se esta jugando y cuando no. ademas le permite a la persona subordinada por llamarlo de algun modo decidir cuando transgrede la norma para provocar un juego, con lo cual la parte dominante en el fondo se situa como pasiva y la sumisa como activa. Tambien hay que tener en cuenta que a mucha gente le es muy excitante la posibilidad de un castigo, de ser castigado o castigada y eso evidentemente implica la creacion de unas normas, que en caso de trasngredir provoquen ese castigo. Pero por experiencia puedo decir que esas normas de inicio, generalmente sirven solo de apoyo inicial, que con la evolucion de la relacion se quedan en el olvido y que varia y mucho la relacion activo/pasivo, ya que cuando el activo es solo un lado y el pasivo el otro se pierde la excitancion de la incertidumbre, fundamental en las relaciones D/s.

    Yo creo que para enteder los juegos de dominacion/sumision hay que extrapolarlos del sexo, osea llevarlos mas alla de la sexualidad, en muchos casos a traves de este tipo de sexualidad tan especial, se persigue colmar otra necesidades que nada tienen que ver, como la necesidad de atencion, la de transgredir, la de exorcisar represiones o perpretar «venganzas» contra el pasado, vamos quitarse espinas. La erotizacion de determinadas conductas, o situaciones responde muchas veces a la escenificacion de ese mencanismo de defensa tan ancestral que nos dice que una de las maneras de librarte de la angustia es erotizar su causa. Podriamos definirlo como una perversion subliminada o tal vez como una sublimacion pervertida.

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