Helen Fischer es una divertida antropóloga que sostiene puntos de vista de lo más provocadores: que el atractivo sexual depende de la simetria corporal y sobre todo de la facial. La simetria del rostro es la señal por la que los «Sapiens» detectamos a las parejas con un mejor fitness, es decir buenos genes para aparearse. Aunque se trata sólo de una teoria y para desmentirla observemos el siguiente ejemplo.
Como ejemplo de simetria podemos obervar a este señor tal y como era y como resultaría su rostro si fuera simétrico y por otra parte cómo seria si fuera simetrico de derechas o de izquierdas:
La teoria de Fischer es otra vuelta de tuerca a las teorias de la proporción de los pitagóricos y a la idea de que la belleza es algo aprensible matemática y objetivamente: en efecto, el numero phi parece que está en la raiz de eso que llamamos proporción o belleza, que los clásicos llamaron proporción aurea y que Leonardo Da Vinci investigó hasta la saciedad y que podemos ver en este video.
Se trata de un video que explica muy bien qué cosa es la proporción aúrea aplicándola al cuadro de Da Vinci conocido como «La gioconda».
El asunto es que Leonardo da Vinci era hijo natural de un notario de bragueta fácil que tuvo hijos legítimos y naturales por doquier. Pero ninguno de ellos alcanzó la fama de aquel hijo que le hizo a una campesina llamada Catalina. Al parecer Leonardo estuvo muy unido a su madre natural hasta la edad de 5 años en que su padre se lo llevó consigo a fin de darle una buena educación. En la mente de Leonardo siempre hubo dos madres: la suya, la biológica y su madre de adopción, la esposa esteril del bravo notario que enviudó tres veces hasta desquitarse con nueve hijos de su tercera esposa.

Dicen que cuando se marchó de Italia y entró al servicio del rey Francisco I sólo se llevó consigo su retrato de la Mona Lisa , cuadro que siempre consideró inacabado.
Será por eso que volvió sobre él más tarde. Obsérvese como en este cuadro titulado la Virgen, Santa Ana y el niño podemos observar a madre y abuela con una edad muy similar y obsérvese tambien el rostro de Santa Ana. ¿Os recuerda algo?.
Si, es otra vez ella, su mismo rostro. Seria interesante conseguir mediante algun truco fotográfico una superposición de ambos rostros femeninos para ver el resultado. No sería algo muy distinto de esta ecuación: Santa Ana+La virgen=La gioconda
Qué gracioso eso de que la testosterona esté álgida en noviembre-diciembre…
“A ellas les produce mayor excitación las palabras” Como dice una conocida mía, la mujer tiene el clítoris en la oreja 🙂
“Mientras miraban la foto de la persona por la que sentían una atracción física. Mientras lo hacían, las imágenes de estos cerebros mostraron elevados niveles de dopamina o noradrenalina” Hum… ¿sin retocarla con el Photoshop?
“En el amor pasional nos obsesionamos por nuestro amado y estamos en éxtasis.” Avila, patria queridaaa (incluidos descendientes de los ministros de Isabel II)…
De acuerdo totalmente: la Virgen, su madre y la Giocconda eran la misma. Y es que todos los gatos son el mismo gato, no falla…
Magnífico post, herr Professor. Palmaditas entusiasmadas.
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