La palabra contenida

El verbo contener es realmente una palabra simpática, de esas que tienen dos acepciones. Por una parte se refiere al contenido, a aquello que habita en el interior, dentro de alguna cosa, de otra «contener» se refiere a la capacidad para reprimir, moderar o modular una pasión. Ambas definiciones, sin embargo, son complementarias y se encuentran plegadas la una dentro de la otra. En efecto, no podriamos contener nada sin que ese algo estuviera o habitara en nuestro interior. Si podemos contener una pasión es porque nuestro continente es lo suficiente potente para poder modular su contenido, pero al mismo tiempo cualquier contenido pugna por emerger. La palabra «contener» es como un fractal, pues la acepción de contenido se encuentra plegada en la acepción de contener.

Uno de esos contenidos es precisamente la voz.

Y hay veces en que la voz y la palabra no son necesarias para expresar la pulsión, por ejemplo en la musica sin letra. Sobre todo cuando lo que expresa es una recopilación, un resumen o un balance de algo. Asi sucede con este tema de King crimson titulado Red (rojo) que evoca el fuego, el rescoldo de una época que dejó de arder. La modernidad que empezó con aquellas «Afueras de Paris» pintada por Van Gogh y que anunciaba un periodo de grandes calamidades provocadas por la desilusión que provocó la industrialización y anticipadas por un urbanismo depredador. No trajo el paraiso a los hombres sino la guerra, la destrucción y el nacimiento de una nueva clase social: el proletariado. Todo terminó con King crimson, aqui terminó la modernidad y los ideales que la levantaron fueron cayendo uno tras otro. Habia nacido la narcisista postmodernidad y ya nada volvería a ser igual.

Merece la pena escuchar Red una vez más y sin palabras, como homenaje a la Modernidad:

Cuenta Borges en uno de sus cuentos que en un monasterio de trapenses habia un anciano abad que se habia pasado toda la vida sin hablar, dedicado al estudio y a la acumulación de saber. Moribundo ya el resto de los monjes le velaban en su lecho y mientras agonizaba le pidieron que se dirigiera a la comunidad comunicándoles algo que pudieran guardar como recuerdo de su sabiduría. Entonces el anciano abad dijo con un hilo de voz: «fuego» y ardió.

Asi se comporta la palabra contenida con la fuerza de la pulsión, como un caballo desbocado que arrasara con todo lo que encuentra a su paso. El silencio obligado por la regla trapense era lo que hacia de dique a la palabra que contenida acumuló tanta energia que al verbalizarse hizo arder al monje entero. Por eso algunas personas quedan mutistas y renuncian a la voz, se quedan sin palabra: por temor a matar con ellas.

elpiano.jpgEso parece que le pasó a Ada, la protagonista de «El piano», la celebre pelicula de Jane Campion y musica de Michael Nyman. Probablemente abusada en su infancia y embarazada precozmente Ada se comunica con los demás a través de la musica y renuncia a la voz en una época en la que las mujeres carecian de palabra. Se casa por poderes con un hombre que habita en las antipodas de su patria y alli se desplaza con su hija y su piano donde deberá acostumbrarse a vivir en un entorno abusivo, puritano y sin amor. Pero………

Merece la pena ver esta escena de «El piano», no solo por la belleza de sus imágenes sino porque la musica de Michael Nyman es tambien fractal como la palabra «contener».

Si Ada hubiera podido hablar ¿qué hubiera dicho?

«Todos los hombres son unos cerdos».

Por eso calló.

Hasta que encontró el amor.

Y el contenido emergió

2 comentarios en “La palabra contenida

  1. Continente y contenido como caras de un poliedro cuyo centro geométrico es la pulsión. O, lo que es lo mismo, Mr Hyde superándose a sí mismo.
    Y es que claro, del Verbo salió todo, y tanto vale fuego como aire como agua. La cuestión es transformarse en lo dicho, y a veces en lo callado.
    Un final brillante, como es habitual. Lo dicho, superarse a sí mismo, cosa que siempre parece difícil, pero… Lindo, ché…
    PS: Claro, con King Crimson acabó una parte de la humanidad. Afortunados los que coincidimos con ellos, sí. Un brindis mañanero por Red y por alguna de las otras.

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  2. La palabra como elemento fractal, que gana poder (dimension) relativo, a medida que se hace más escasa (y por lo tanto única).

    Tal vez suene un poco loco lo que acabo de decir, pero es difícil referirme de otra forma a todo el contenido tan intrincado de este post.

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