La figura retórica de cualquier discurso musical es la repetición, no hay música sin repetición que es precisamente la esencia de las fractales: esas figuras geométricas sorprendentes que resultan de la representación en un plano de una secuencia basada en la iteración.
En este sentido se ha dicho y repetido que el inventor de la fractalidad musical sería el mismo que inventó la variación de la que es la fuga la forma musical más conocida cuando interviene mas de una voz, en este sentido muchos autores apuntan a Bach como el guru de la musica fractal, no porque la variación fuera un invento de Bach sino porque llevó el género a la excelencia. Aunque en realidad hablar de música fractal es una metafora licenciosa, la música no es un fractal -no es una curva- sino algo que se le parece mucho y que por falta de nombre toma prestado el término fractal de la geometria. La música se rige por las mismas leyes que el lenguaje y está sometida del mismo modo que el discurso de cualquiera de nosotros a su gobierno.
Aunque es bien cierto que participa de algunas de sus caracteristicas principales: la recursividad y la autosimilitd, por eso algunos autores han propuesto el término «Literatura y fractalidad» movidos por una similar fascinación metafórica.
He hablado de la repetición, pero se trata de una repetición especial, se trata de una repetición donde siempre existe una pequeña y a veces sutil variación, bien en la melodia que opera como un carril del discurso o bien en la armonia que opera como matriz. La autosimilitud y la recursividad son particularidades de la música en sí misma porque son caracteristicas de la variación.
El minimalismo precisamente es un movimiento musical que posteriormente se desvió hacia otros aspectos del arte como la arquitectura o la decoración que ha profundizado en esa condición fractal de la música. No existe una literatura minimalista, aunque podamos hablar de pequeños formatos en poesía como el haiku, poemas de origen japonés de tres versos que contienen no obstante la esencia del minimalismo: la reducción a lo esencial. En este ejemplo musical la reducción a una matriz armónica donde es casi imposible distinguir la melodia de la armonia, ambas discurren juntas por distintas escalas, abriendo arpegios, construyendo adornos distintos, apoyaturas y acentuaciones inefables, pero que en cualquier caso no oponen jamás ninguna disgresión al discurso lacónico aunque no necesariamente breve de eso que ha venido en llamarse «minimal music» o musica new age que efectivamente está emparentada absolutamente con el hiperrealismo en tanto que aquel también busca a través de la hipérbole, de la sinécdoque, de la elipsis un circunloquio que eluda el discurso directo y figurativo. Cuando uno oye una obra como la de aqui abajo -una obra de Philip Glass– se producen dos efectos sobre el oyente, uno es el efecto hipnótico que crea la repetición y el otro es una especie de misterio o suspense que va unido al discurso necesariamente reticente del artista que se limita a echar una plomada sobre el despliegue musical y a ceñirse al andamiaje. Otro de los efectos sobre el oyente es el efecto-bucle, es decir la sensación de que el tema carece de fin, el oyente apresa de alguna manera la noción de infinito, de atemporalidad en tanto que la estructura que se repite podria seguir «ad infinitum», puesto que se genera a sí misma -es recursiva y por tanto autopoyética– de modo interminable, sólo una decisión arbitraria del ejecutante pone fin a la pieza.
Y a la emoción inducida.
Yo creo que, entre los minimalistas, podríamos añadir al nunca bien ponderado virgo Mike Oldfield, que a sus veinte añitos compuso temas tan hipnóticos como la introducción de El Exorcista (con un principio asaz recurrente)… Ciñéndonos al XX, recomendado asimismo su poco conocido «Hergest Ridge», así como «Ricochet» de Tangerine Dream.
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[…] on the beach” una obra “infumable” de Philipp Glass donde se lleva al paroxismo la doctrina del minimalismo: la repetición ad infinitum (y por tanto ad adsurdum) de la melodia donde sutiles cambios van […]
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[…] pena ver esta escena de “El piano”, no solo por la belleza de sus imágenes sino porque la musica de Michael Nyman es tambien fractal como la palabra […]
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Hiperrealismo musical del compositor Julio Sanz Vázquez
Por SI FUERA DE VUESTRO INTERÉS:
“CRÓNICAS DE LA NATURALEZA”.
Hiperrealismo musical del compositor Julio Sanz Vázquez
Música basada en el paisaje sonoro, que se escucha en ese mismo lugar , todas las primaveras… cuando no estamos.
Elige un árbol
Selecciona una rama
fíjate en una hoja
Y escucha…
ralentizando el tiempo.
La presencia del Ser Humano modifica sustancialmente el paisaje natural.
¿Somos conscientes de cómo variamos los paisajes sonoros cuando intervenimos en ellos?.
¿Qué ocurriría si los sonidos que enmascaramos con nuestra presencia pasaran a un primer plano?
¿Y si pudiéramos escuchar los sonidos que habría en ese mismo lugar si no estuviéramos presentes?
¿Qué pasa cuando el paisaje sonoro natural se impone a la contaminación acústica humana?
Una música basada en la escucha:
“Propuesta: llenemos un parque con 2000 personas, y disfrutemos de una mañana de juegos , con animadores, tiendas y un escenario con gran amplificación y música pop.
A mitad de la mañana en pleno apogeo de la fiesta, propongamos la escucha del concierto que la naturaleza realiza todos los días a esa misma hora en ese mismo lugar,… cuando nosotros no estamos”.
Reproduciremos la obra “CRÓNICAS DE LA NATURALEZA” elaborada y compuesta a partir de grabaciones realizadas en ese mismo lugar por julio Sanz Vázquez dos semanas antes de la acción.
Diseñar algo
categorías que mueren
arte, concepto, radicalidad
es tan trivial como
oponerse al sistema
o tanto como
pensar al espectador
-cuando estornuda-
consciente de la voluntad
ilimitada de las posibilidades
que liberan los gérmenes.
Quebrantemos la pura apariencia
hoy, cada instante
y la totalidad de lo individual
como si la promesa
fuera capaz de mantener
lo no existente.
¿Qué importa?
¿La historia del concepto
o ese momento que
la razón reserva al conocimiento?
Hoy, prefiero posarme sobre una hoja y sentir el ondulante movimiento de las vibraciones de la brisa ralentizado a escala nanotemporal. JSV
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