El artista italiano Franchesco Vezzoli va a presentar en la Bienal de Venecia una propuesta interesante: se trata de un corto sobre las posibilidades electorales que tendrian Sharon Stone contra Bernard Henry-Levy si ambos decidieran presentarse a las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Por un lado la imagen, el icono mediático Sharon Stone y por otro, la filosofía, la búsqueda de la verdad encarnada en Henry- Levy. Ambos se convierten en actores improvisados que defenderán sus ideas en el marco de una simulación de campaña electoral. Esa es en esencia la película que el próximo dia 10 de Junio se presentará en Venecia con el nombre de Democracy.
¿Quien vencería en esta contienda? ¿Cual es su apuesta?
De acuerdo con la lógica parece que todo apuntaría a una victoria de Sharon Stone, ella es a fin de cuentas la profesional de la ficción, pero no se apresure porque no se trata de una pugna entre imagen e idea. Bernard Henry Levy en el momento en que decide presentarse a las elecciones deja de ser una idea y se convierte -a su vez- en una imagen. Ya no es más un filósofo, es un icono, un producto, de manera que ambos están compitiendo en el mismo territorio, en el campo de lo mediático, en el segmento de eso que hemos llamado hiperrealidad.
Y ahi el que vence es aquél que es capaz de combinar sus dotes de seducción con sus ideas -proyectadas en imágenes- y aquél que, sobre todo , es capaz de transmitirlas mejor en función de su dominio de la oratoria, de sus dotes de persuasión. Gana aquel que es capaz de transmitir sobre todo confianza. Claro que no se trata de confianza genuina sino de la representación de la confianza, ese intangible que los ciudadanos sancionan con su voto y que siempre escapa a los analistas, publicistas y especialistas en marketing que acompañan a los candidatos.
Gana aquel que domina la retórica -esa disciplina pensada para la demagogia- combinándola inteligentemente con la seducción, es decir las ideas en perfomance, en acción , hechas imágenes.
Yo me inclino por él. Ganaría él, por varias razones:
– Porque es un hombre
– Porque su campaña ideológica seria mejor
– Porque sus dotes de seducción serían más creibles
– Porque su oratoria resultaria más covincente
– Porque ella sería incapaz de librarse del estigma de superficialidad.
¿Recuerdan ustedes a estos candidatos?:
Si, son los últimos de la campaña a la Presidencia de la República Francesa:
Son Sarkozy y su contrincante Segolène Royal.
¿Recuerdan quién ganó?
No importa ser de derechas o de izquierdas, no importan las ideas ni el programa, una vez que intervienen los medios lo que importa es la imagen, eso es lo que votamos en cualquier elección, hasta ese punto hemos sido domesticados por la televisión y los medios.
Votamos simulacros.