La nodriza de las hadas

reinamab.jpgEjercer de nodriza de las hadas es la función de la reina Mab, un personaje más fantástico que mítico sobre la que escribió Shakespeare en este monólogo de Mercucio en “Romeo y Julieta”, se trata de un personaje bienhechor que se ocupa de hilar sueños en la cabeza de los durmientes de acuerdo con sus deseos y necesidades. Mab entronca con Eros, un dios alado, psicopompo y mediador entre el mundo del deseo y su consumación real. Va armada de un velo azul con el que cubre la cabeza de sus protegidos, igual que Eros no puede ser mirado porque su poder se desvanece, igual que Vishnú se ocupa de interponer un velo entre la divinidad y el espectador. Un velo que oculta al mortal la condición del Dios o en cualquier caso de ese mensajero híbrido que son las hadas, las ninfas, las sirenas o las distintas criaturas que pueblan la fantasía humana.

Sobre Mab han escrito Shelley y Ruben Dario además de Shakespeare

MERCUCIO.- Sin duda te ha visitado la reina Mab, nodriza de las hadas. Es tan pequeña como el ágata que brilla en el anillo de un regidor. Su carroza va arrastrada por caballos leves como átomos y sus radios son patas de tarántula, las correas son de gusano de seda, los frenos de rayos de luna: huesos de grillo e hilo de araña forman el látigo; y un mosquito de oscura librea, dos veces más pequeño que el insecto que la aguja sutil extrae del dedo de ociosa dama, guía el espléndido equipaje. Una cáscara de avellana forma el coche elaborado por la ardilla, eterna carpintera de las hadas. En ese carro discurre de noche y día por cabezas enamoradas, y les hace concebir vanos deseos, y anda por las cabezas de los cortesanos, y les inspira vanas cortesías. Corre por los dedos de los abogados, y sueñan con procesos. Recorre los labios de las damas, y sueñan con besos. Anda por las narices de los pretendientes, y sueñan que han alcanzado un empleo. Azota con la punta de un rabo de puerco las orejas del cura, produciendo en ellas sabroso cosquilleo, indicio cierto de beneficio o canonjía cercana. Se adhiere al cuello del soldado y le hace soñar que vence y triunfa de sus enemigos y los degüella con su truculento acero toledano, hasta que oyendo los sones del cercano tambor se despierta sobresaltado, reza un padre nuestro, y vuelve a dormirse. La reina Mab es quien enreda de noche las crines de los caballos, y enmaraña el pelo de los duendes, e infecta el lecho de la cándida virgen, y despierta en ella por primera vez impuros pensamientos .

5 comentarios en “La nodriza de las hadas

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